No hace mucho salió una encuesta en la que se afirma que 20.000 personas entre tachirenses y colombianos estaban llevando gasolina al hermano país “Según los reportes, en Cúcuta (Colombia) circulan alrededor de 30.000 vehículos con placas legales venezolanas que se surten de gasolina en Venezuela” (http://www.radiomundial.com.ve/node/232197) y en cifra similar, otra masa “rolo’e vivos” trafica con remesas. Haciendo un ejercicio especulativo que no debe estar muy lejos de la realidad, a las cifras señaladas pudiéramos agregar 20.000 habitantes del Táchira que han realizado raspado de tarjeta, otros 20.000 que realizan contrabando de cauchos, baterías, repuestos, medicinas, alimentos de Mercal, Pdval y Bicentenario y 20.000 que trafican con el “cambiazo”. Otros 20.000 son aquellos empresarios y comerciantes sin escrúpulos que acaparan y especulan en la medida de la extrema usura, llevándose todo lo que ellos pueden fuera del país. Total, hemos alcanzado la cifra nada despreciable de 120.000 seres humanos que habitan a ambos lados de la frontera colombo venezolana, ellos han hecho de su vida una desgracia, desgraciando a su vez al resto de los habitantes del Táchira poblado por 1.350.000 habitantes.
De tal manera que, podemos calcular en 120.000 los seres de estas tierras, cerca del 10% de la población del estado, que están verdaderamente “arre…” y no quieren que ni le nombren al Presidente Maduro. Para ellos representa es el mismo demonio que les ha estropeado todo el trincado de marramuncias, que a decir de ellos son sus formas legales de vida.
Veamos este incidente casi operático: Una señora de buen vestir y lentes oscuros con filigrana en oro ingresa a un banco de Barrio Obrero, sector del este de la ciudad – curiosamente habitada por la burguesía media y aspirantes a ella - y en cuanto pudo inició su descarga iracunda en contra del gobierno, fue levantado su voz en crescendo contenido hasta alcanzar dos FF que en código musical significa fortísimo….no controló sus impulsos y soltó un recitativo furioso, que la audiencia presente jamás olvidará…palabras más o menos cantó lo siguiente: …”yo apoyo a esta protesta…no es justo…ese tirano Maduro tenemos que tumbarlo, debe dejar ya la presidencia…este es el colmo…miren lo que me está pasando…cómo es posible que ese (beeeee) me haya arrebatado mi derecho a ser libre, mi derecho a obtener mi sustento…me ha quitado mi derecho a trabajar con las remesas…ese es el colmo, por eso odio vivir en este país comunista… “ En el climax dejo todas su plumas de oropel y gritó: “cómo no voy a estar “arre…” si de eso es que yo vivo…”
Transformarse en delincuente y pretender justificarlo a toda costa, es una conducta que hoy asumen con el mayor descaro gruesas capas de la población que viven en esta frontera Táchira Zulia. En ello han caído personas de todos los sectores y gremios, pero de todos ellos, uno de los más inquietantes lo representa el sector universitario.
Está probado que la revuelta “estudiantil” terminó siendo no otra cosa que un pote de humo con el que los empresarios y comerciantes inescrupulosos y criminales locales y nacionales han pretendido esconder sus fechorías de acaparamiento, contrabando y ultrausura. Ahora bien, la realidad más profunda es que todo obedece a un plan macabro gestado desde el imperio para destruir la obra de Chávez. Poco se dice pero es bueno recordarlo: en este plan se han unido dos fuerzas muy poderosas, la económica y la “académica”. Del lado académico, autoridades y profesores de la UNET, ULA y Universidad Católica, en número preocupante, han contribuido con su conducta –a todas luces reñido con los principios éticos morales de un universitario - al deterioro inmenso que hoy vive la sociedad tachirense. Han lanzado a sus falanges a la calle para, además de sumarse al sin sentido de derrocar a un gobierno democráticamente elegido por los venezolanos, muchos de ellos con el sueño de la media luna. Hoy, los grupos de la ultraderecha se han apoderado de estas instituciones. Es voz populi las fórmulas de terrorismo académico que ellos aplican… maltrato verbal a quienes no piensan como ellos, largas charlas de adoctrinamiento en las que descargan…una hora de odio y frustraciones sustituyen al tiempo académico. Notas superiores a quienes salgan a protestar y Ay! del que no se sume, es la modalidad más conocida, esto, sin entrar en detalles del “bulling” a través de redes socio -digitales , que aplican los ya adoctrinados a aquellos compañeros que se atrevan disentir. Por lo demás, es harto conocido que en estos centros se han venido preparando desde hace ya varios años a las falanges o grupos de choque entrenados para acabar con el socialismo, como también que allí llegan los recursos necesarios desde el exterior para activar sus cruzadas medievales, de modo que así se entiende la escandalosa guarimba del Táchira.
Los valores de un pueblo podrán ser mancillados pero jamás destruidos. En este momento ya vemos como el escenario de cartón que se elaboró para esta ópera show internacional generada desde el Táchira comienza a desmoronarse. El pueblo tachirense, mayoritariamente honesto, fortalecido en los elevados valores humanistas que nos enseñara Chávez y que hoy mantienen vivos el presidente Maduro y nuestro gobernador Vielma Mora, sin duda, alcanzará una nueva victoria.
