La visión de un fracaso Revolucionario es un alerta al proceso en marcha

Socialismo del Siglo XXI

En la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, la organización del pueblo encarnada y representada, fundamentalmente en Consejos (Soviets), células genuinas del Poder Popular, tuvo que aceptar en el tiempo, el control impuesto por el Partido Comunista de Rusia.

Las luchas intestinas y la hegemonía, no de clase sino del Partido totalitario, tergiversaron el saldo histórico de las luchas populares y obreras en 1905, desconociendo la acumulada sabiduría histórica y el sentimiento vivo del pueblo que se organizó en Soviets para desarrollar, lo que se conoció por más de 70 años, como el Poder Popular en la construcción del Socialismo, en una encarnizada lucha de clases, desde antes del triunfo revolucionario en Octubre de 1.917. Al final, como saldo histórico y desde una tribuna desclasada, la Revolución fue traicionada por quienes entronizados en el partido y, imbuidos por el capitalismo de marca y el Poder “Real”, ejercieron un férreo control sobre el pueblo y la clase obrera, imponiendo vicios burgueses y corruptelas en nombre del “Partido de la Revolución”, secuestrando la libertad y desvirtuando el llamado histórico de Wladimir Ilich “Lenin” en 1917: “todo el poder a los soviets”.

Lo que ocurrió en Rusia, como en otras revoluciones fallidas, agotadas, inconclusas, derrotadas y/o intervenidas por factores extraños, puede ocurrir en Venezuela, al Pueblo que se organiza en Poder Popular, para construir lo que se ha interiorizado, popularizado e internacionalizado, como Socialismo del Siglo XXI.

En la Venezuela de hoy, por el camino sesgado que avanzamos, en la construcción del Socialismo Venezolano con rostro humano, aceptando lo que aprueban en la Asamblea, aún Representativa, mayoritaria por circunstancias políticas favorables, para legislar a favor y en nombre del pueblo y, no solo para crear o reformar leyes, de acuerdo a su miopía política o al degenerado apuro en aprobar directrices emanadas del poder ejecutivo, restando más que aportando al papel protagónico del pueblo y su inclusión como sujeto social histórico en la construcción del Poder Popular, vamos directamente, no al necesario desarrollo de la lucha de clases, sino a repetir esquemas dogmáticos del pasado, que le quitan brillo original, autenticidad y veracidad a la revolución venezolana, empujándonos al enmarañado abismo político del fracaso, con el ejecútese del gobierno, acuñado por el Partido Unido Socialista de Venezuela, en experimento, que surge masivamente en la escena política, para seguir tapando errores, sin definida conciencia de clase.

Los ¿representantes?, en contravía a lo que el país reclama y la Constitución requiere, sesionan mal que bien, “representando al pueblo”, tapando en malas costumbres y heredada burocracia, desviaciones burguesas, (corrupciones, ineptitudes, negligencias y hasta delitos) con subterfugios propias del capitalismo, evitando en esencia y a como dé lugar, invertir la pirámide social, para detener la lucha de clases. Niegan el mismo proceso y tapan con mañas, como lo hacían en el antiguo Senado de la Cuarta República, favores y vagabunderías, tratando de contener el empuje revolucionario del pueblo, en su afán por ocupar el lugar protagónico que le confiere la Constitución, las Leyes y sus reglamentos. Por esa vía y con esa visión constreñida, maniatando y amordazando la revolución cultural propuesta por el Presidente Chávez, lo que es igual, la lucha abierta en el debate de las ideas, la pirámide capitalista jamás se podrá invertir a favor del Pueblo y el Poder Popular que, en definitiva, es donde tiene que reposar el gobierno soberano.

Ya basta!!! El pueblo tiene que tomar las riendas y hacerse del Poder Popular para LEGISLAR como reza en la Constitución, sin componendas. En todo caso, si de equivocarse fuera, es preferible que el pueblo se equivoque por falta de información a que una “dirigencia”, con toda la información y pruebas en su poder, deje reposar en gavetas de una Comisión en la Asamblea Nacional, los delitos por los que se inculpaban a estos maleantes.

Basta en recordar algunos casos emblemáticos:

1.- El caso patético del dirigente obrero de la Toyota, Argenis Vásquez Marcano, asesinado el cinco (5) de Mayo del año 2009, quien fuera miembro activo del PSUV, vocero del Consejo Comunal Los Mangles, vocero de la Unión Nacional de Trabajadores, miembro del Consejo Estadal de Planificación del estado Sucre y estudiante del octavo semestre de Estudios Jurídicos en la Universidad Bolivariana de Venezuela. Han pasado doce (12) meses o, lo que es igual, 1 AÑO y, aunque “preso” está, uno de los autores materiales del crimen, Jesús Rafael Acuña, la Audiencia preliminar ha sido diferida en doce oportunidades, a la vista de todo un pueblo que reclama ética y justicia revolucionaria y no seguir amparando la justicia burguesa como sucede.

2.- De igual manera, es así como señorones, de la estirpe del ex- gobernador del estado Sucre, Ramón Martínez, que antes comían en el mismo plato y, secuaces del actual gobierno estadal que trabajaron para él y hoy trabajan para otros iguales a él, ahora disfrazados de “Rojo Rojito” en el PSUV, puedan volver a repetir del banquete, como fórmula de gobierno en la Asamblea Nacional, por no haber tomado a tiempo ni en cuenta la importancia del proceso que se le seguía a cada uno de ellos, desestimando la contraloría social, ejercida por el pueblo y la militancia revolucionaria, el rumor y rechazo popular generado en barrios, centro de trabajo, calles, esquinas, plazas, caseríos, rancherías, expresado y elevado, en su oportunidad a las instancias de la Dirección Nacional del Movimiento Quinta República por los canales regulares y de nuevo al PSUV.

En cambio, dejarse llevar por chismes y componendas generadas por factores cercanos al ex-gobernador y por la marginalidad impuesta, en la Asamblea Nacional, por una Comisión “comprometida con la revolución”, evitando en su momento, por dejadez o por omisión, enjuiciar al ex-gobernador y sus acólitos y tener ojo visor con personajes y viejos militantes de la juventud de Acción Democrática o del partido Social Cristiano Copey, ejerciendo funciones de mando, como Corriente Política de derecha, al interior del PSUV. A juicio propio, esto es posible, por conveniencia política y acuerdos maleados, porque pruebas abundaban demás, tal es así, que el mismo ex -gobernador abandonó el país, para aparecer con su cara bien lavada, en el escenario político radioeléctrico, como si nada hubiera ocurrido lanzando a su delfín, como gran “guerrero”.

3.- Hacer del conocimiento público y a la militancia del partido, el insólito caso del militante y candidato a la Asamblea Nacional por el PSUV, del ciudadano Deciderio Antonio Amundaraín Azócar, con número de Cédula y quien votó en contra del presidente en el centro de votación 44470 Escuela Básica Santa Isabel, SUCRE, Municipio ARISMENDI, parroquia RIO CARIBE. Cómo es posible que a estas alturas del proceso, este señor ficha política y miembro de las huestes del Gobernador Enrique Maestre y del presidente del Consejo Legislativo, Yony Patiño , pueda concursar libremente a Diputado en la Asamblea Nacional por el PSUV, y representar al pueblo de SUCRE, en este proceso eleccionario y para remate, hace apenas unos días, la camarada, Presidenta de la Asamblea Nacional, CILIA FLORES, afirme categóricamente, como fuera divulgado por toda la prensa interesada en este proceso revolucionario o no, que nadie más saltará la talanquera!! Qué está pasando en nuestra dirección y hasta qué punto hay compromisos con estos y tantos otros malhechores a quienes, el pueblo le conoce su pasado?

3.-3.1.- El caso emblemático de Yony Patiño en épocas de Ramón Martínez y, cuando era alcalde del municipio Mejía, la Cámara Municipal le improbó la memoria y cuenta del año 2007, por 20 obras sin ejecutar y el recurso público fue desviado. Hay 2 cisternas que fueron aprobadas por recursos FIDES que no compró. Tampoco presentó la memoria y cuenta del año 2008. La denuncia fue hecha por Concejales ante el Consejo Legislativo, dominado para ese entonces por el Partido Podemos, del que era ficha activa. Pero si observamos más a fondo los antecedentes nos indica que Yony fue Secretario de la Juventud y militante del Partido Acción Democrática. La denuncia hecha ante el Consejo Legislativo, no procede porque el secretario de la Cámara Legislativa no ofició ante la Contraloría General de la República, la solicitud de la investigación, pero los Concejales se dirigieron directamente a la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional y dicha investigación procede en el año 2009, estando el señor Patiño, integrando las filas del PSUV, y ostentar la Presidencia del Consejo Legislativo del estado Sucre y preparado a sustituir al Gobernador en caso de una eventual renuncia.

3.-3.2.- El caso del Ciudadano Erick Mago, ex-militante del Partido Acción Democrática desde su juventud y siempre enemigo político del actual Alcalde del municipio Cruz Salmerón Acosta, quien gerenció la empresa SACOSAL y que por manejos dudosos y administrativos tiene denuncia ante la Fiscalía General de la República, durante el gobierno del Gobernador Ramón Martínez. En la administración del ciudadano Enrique Maestre fue premiado como directivo principal de FUNDESOES, desde donde y sin el debido estudio socio económico aplica políticas de compra de conciencia como aprendió en su anterior escuela con Acción Democrática, solo para imponer su candidatura tratando de quitarle piso político a Wilfredo Rivero, popularmente conocido como “CALLATE”, en el Municipio Salmerón Acosta, por órdenes del Gobernador Enrique Maestre. Han sido tal los atropellos desmedidos al ciudadano Alcalde que tan solo días antes el Gobernador Maestre y su “equipo” se presentaron en Araya para repartir neveras, cocinas, lavadoras, etc., y para colmo nombrar, Autoridad Unica en el municipio Cruz Salmerón Acosta por arriba de la autoridad municipal, representada por el Alcalde Wilfredo Rivero ganada en elecciones legítimas y populares. Ayer mismo celebrando su “triunfo” en el circuito 1, se presentó con los seguidores de sus favores, en una caravana por Araya, todos vestidos de blanco, festejando el triunfo a la Asamblea Nacional, como en la mejor época de Acción Democrática, cuando salían a dar dádivas a la población con esa misma vestimenta.

3.-3.3- El caso de Algencio Monasterio, ex-alcalde del municipio Cajigal (Yaguaraparo), quien se lanza a la Asamblea Nacional en busca de INMUNIDAD PARLAMENTARIA, ya que el comandante presidente Hugo Chávez, públicamente manifestó, que se investigaran aquellos Alcaldes que recibieron recursos en los gabinetes móviles. Este ciudadano recibió 7.5 millardos para un proyecto de siembra de Arroz, sin que se conozca, a la fecha, si fue productivo o no; el pueblo conocedor de la realidad es fiel testigo del mal uso del dinero y otras obras públicas no concluidas en su período. Antes de lanzarse a candidato en elecciones internas para Diputado a la Asamblea Nacional por el circuito 2, era secretario en el despacho del Gobernador Enrique Maestre.

En razón de lo anterior, pedimos se dé fiel cumplimiento a las orientaciones del Comandante Presidente y al Reglamento Interno del PSUV, en su ARTÍCULO 12.-“ La violación de las presentes normas por los y las aspirantes así como por cualquier militante, que comprometa la regularidad del proceso de elecciones internas o que haga exaltación de valores individualistas contrarios a la ética socialista y humanista será sancionada por la Dirección Nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela PSUV, de acuerdo a la gravedad del caso con medidas proporcionales, comprendidas desde amonestación, retiro de la candidatura, inhabilitación para ocupar cargos dentro de la estructura del PSUV, y hasta expulsión definitiva.”

Estos hechos, como otros son pruebas de la complicidad política con que se actúa, sin importar las consecuencias directas que recaen sobre el gobierno revolucionario y quienes dicen ser representantes de una vanguardia, como partido. Las pruebas que aún reposan en gavetas en las diferentes instancias judiciales, han puesto al gobierno estadal, a las instituciones que marcan la ley y a la propia Asamblea Nacional y sus respectivos diputados, en entredicho por falta de compromiso y humanidad con el Pueblo que los eligió.

En consecuencia, no podemos permitir que por conveniencia, complicidad o mezquinos intereses políticos, se digan sandeces en las altas instancias del gobierno, ni mucho menos se afirme, como se insinúa con hechos a la vista, que el pueblo, aún no está preparado para ejercer funciones de gobierno, con el solo propósito de seguir suplantando la palabra del soberano, evitando el avance y desarrollo de la Vía Consejista al Poder, para suplantar la obsoleta vía Parlamentaria, como respuesta viva y revolucionaria al modelo Socialista que necesitamos construir entre todos. En todo caso, la Vía Parlamentaria está agotada y ya, no es posible que el Pueblo siga cargando con las rémoras del pasado infeliz que aún quiere perpetuarse a costa nuestra, en procesos electorales incongruentes, cónsona con los sagrados intereses representativos de la cuarta república, pilar del Capitalismo y, también de la fenecida vida del “Socialismo Real”, impuesto en la URSS. Es por ello, que la Asamblea de Ciudadanos y no otra, ni figuradas salas de batallas o algo por el estilo, tiene que convertirse en el escenario político por excelencia donde se debata el pasado, presente y futuro político de la Nación sin ambigüedades, mañas, vicios, ni sandeces burguesas.

La Asamblea de Ciudadanos es lugar idóneo, donde el hombre en colectivo y con su inagotable pozo de saberes, ideas y sabidurías populares, acompañando a su presidente en el año del bicentenario de la revolución, con la virtud y gentilicio que lo enaltece, tome las riendas del poder en sus manos, despeje la duda y escale, para felicidad de todos, estrados sociales de inclusión y avanzada convivencia, como seres humanos conscientes de su rol político, con el tiempo y la carga histórica que lo engrandece.

La Asamblea de Ciudadanos, es y será a futuro, lugar de encuentro del fructífero imaginario popular, que sirve para reencontrarse con el ir y devenir en el tiempo histórico, relacionarse, reconocerse y respetarse en las diferencias y, no como en el presente, al estilo de la cuarta república, volver a pisar sobre mojado comparando a los Consejos Comunales, con las manipuladas Juntas de Vecinos y con ello, repetir esquemas que le sirvan para palear su bienestar personal y tristemente cosechar un efímero poder, que solo usan para levantar la mano y pavonearse, aunque sea en nombre del pueblo. Los Pueblos que piensan y actúan en colectivo, jamás irán en contravía con la historia, porque la historia se eterniza en pueblos y no en efímeros hombres que busquen saltar talanqueras y traicionar la Patria.

Como sujetos políticos, no politiqueros y, como humanos conscientes de la realidad que pisamos, buscamos unidos organizarnos socialmente en colectivo tratando de forjar y construir un mundo posible, diametralmente opuesto al que tenemos; donde no tenga cabida la exclusión sino la creciente participación del pueblo organizado en la toma de decisiones.

Por decirlo de otra manera: donde el ciudadano común que está representado en la pirámide social capitalista, como la base esclavizada generadora de riquezas, pueda libremente sin restricciones dogmáticas, ni requerimientos de otra naturaleza que su presencia activa, verbo y participación, ejercer gobierno y decidir sobre que le conviene o no hacer, sin tanto filtro, intermediación ni tergiversación en los planes originarios entre el Gobierno Central y el Poder Popular en cabeza de los Consejos.

Aunque cueste admitirlo, aún no somos conscientes de lo cercano que estamos, de poder alcanzar esa meta para cumplir con ese rol histórico y sentir político del consciente colectivo, que busca organizarse socialmente, en función de ejercer el control sobre los medios de producción y modo de vida socialista; si fuera así, apuraríamos la marcha para hacer de esta revolución el ejemplo que necesita la sociedad de pueblos de NUESTRA AMERICA, para alcanzar su verdadera y total liberación.

Al celebrar en revolución, 200 años del bicentenario del inicio de la gesta patriótica que nos enaltece y, después de 10 años de sucesivos cambios con significativos avances en lo social, político, económico y también, un descontrolado derroche de dinero en planes sin ejecutar y sin poder aterrizar las costosas ideas iniciales, que duermen en el cajón de los recuerdos, lamentablemente no podemos más que sentirnos preocupados por el devenir inmediato y convulsivo que le espera a esta revolución en marcha.

No es pesimismo, pero sentirnos alagados con la danza de millones invertidos y no recuperados, aunque fueran inversiones para el pueblo y no, como divulgan algunos medios interesados, para el bolsillo de algunos cuantos; sin dar explicaciones ni señalar responsabilidades que sirvieran para crear confianza y antecedentes dignos, diferente a lo que hacia la cuarta república cuando ocultaba su latrocinios, es algo que debe llevarnos a tomar una seria reflexión; ejemplos sobran: las millonadas inversiones y el desastre del Plan Bolívar 2000, sin señalar culpables y nadie esté en la cárcel; la millonaria inversión para desarrollar afanosamente, el Modelo Cooperativo sin controles entregando a manos llenas, miles de millones de bolívares; el resultado de las inversiones del millonario Proyecto CIGMA en el estado Sucre; el Proyecto Nacional Bolívar, 2007- 2013, conocido como el Primer Plan Socialista de la Nación, por enumerar algunos.

Aunque han pasado algunos años, cada vez que hay fallas o se repiten casos similares de corrupción o malversación, nos vienen a la memoria como una película que emerge del pasado reciente, pues aunque nos propongamos olvidar o justificar sin asideros reales, las vivencias siguen vivitas y coleando reflejándose como imagen viva en cualquiera de los problemas actuales; continúan presentes en el imaginario, como un desagravio a la memoria del soberano. Cada cosa que se oculte y/o cada falla que se proyecte, se arrastra en nosotros como sombra que nos persigue. Sin embargo hay que hablar con la verdad adelante, pues ella nos hará libres y soberanos.

El resultado final y el panorama que despunta, es otro al que se presenta, cuando hay leyes que no se aplican por “consideración o por deferencias políticas”; dinero que se esfuma como el humo sin importar el sentir que emana de la contraloría social o el clamor que proviene del simple rumor; cuentas que no se rinden y culpables que no se sancionan con la cárcel, sino que silenciosamente sin importar que piensa el pueblo, pasan a otro cargo en cualquier institución o peor, a ser ignorados en el ostracismo, enfriados o “desterrados”, pero ganando en dólares en algún consulado o embajada en el exterior.

Esta actitud socarrona y deplorable, aunque se quiera justificar con pueriles sandeces y/o clichés, en nada nos diferencia de lo que hacían funcionarios en la cuarta o quinta república con “frijolitos”, copeyanos o adecos parecidos a ellos. De nada sirve que oculten al canalla o temporalmente escondan e ignoren sus actos, pues la historia es inflexible cuando de mentiras y componendas se trata; más tarde que temprano, absolutamente todo, quedara al descubierto por la insistente y acuciosa labor de investigación y la memoria colectiva que guarda en su inconsciente, el pueblo.

Prepotentes personajes y desafiantes fallas, rayan los buenos propósitos revolucionarios que desvirtúan el trabajo tesonero de muchos compatriotas, que por cuestiones reivindicativas y de salarios, más que por conciencia cívica, dejan pasar cualquier anomalía por debajo de la mesa o la esconden, debajo del mantel, para no levantar polvo, a no ser que estén ganados a perder el empleo. Los que tienen y manejan la verdadera información, no se dan cuenta del mal tan grande que le hacen a la Patria, asumiendo ese rol traidor y deplorable, aunque de entrada para ellos resulte atractivo, “inteligente” y/o, hacerse el chivo loco.

Si no se asumen de frente los compromisos con el pueblo y se diferencien con los “sagrados intereses del Partido”, ni seamos capaces de hacernos una auto-crítica seria y responsable, asumiendo los señalamientos sin diatribas, para que el Soberano aprenda y actúe en consonancia con la ética y principios del modelo socialista que tanto se pregona y queremos desarrollar en Venezuela, entonces inexorablemente seguiremos perdiendo credibilidad y entrando en una debacle sin precedentes históricos. En ese mismo orden de ideas, el presente nos está marcando el derrotero a seguir, pues es de esperar, que en donde se gobierna dubitativamente, sin dar repuestas contundentes a la burocracia, corrupción e inseguridad y, en la medida que avanzan las fuerzas contra revolucionarias a lo interno y externo del país, lo que se observa es cómo crece el desprestigio y vamos perdiendo espacios en la correlación de fuerzas, ganados con los esfuerzos de muchos hombres y mujeres conscientes en su deber de construir el Socialismo del Siglo XXI; precisamente ese otro, el original que nos diferencia y por el que luchamos.

El pueblo, sujeto histórico de la revolución, adalid victorioso en todas las batallas emprendidas y aliado de su Presidente, empieza a ver truncadas sus esperanzas e ilusiones de vida, pues el soberano continua pujando sin poder ejercer el Poder Popular, y como dice el argot popular, “sin ver el queso en la tostada”.

Cálculos y proyecciones se hacen desde los estrados del poder, más no desde abajo, evitando ver la dura realidad que nos envuelve sin pasiones y, como dicen, desde el escenario de la otra acera; lo cierto y concluyente es que el pueblo pierde entusiasmo, empuje y la fuerza inicial que lo caracterizaba, pues ni el pueblo, está en el ejercicio pleno del Poder Popular, para ejercer el gobierno por la Vía Consejista, ni las Milicias están capacitadas en su contenido, ni organizadas para salir en defensa de la Patria y los Medios de Producción (Consejos Comunales, Consejos de Trabajadores, Consejos Obreros, Consejos de Campesinos, Consejos de Pescadores, Consejos Estudiantiles, Consejos de Trabajadores Profesionales y Técnicos, organizados y revitalizados en Comunas Socialistas y, para la defensa del proceso, en Milicias Obreras, Milicias Campesinas, Milicias de Pescadores y Milicias o Comandos Estudiantiles).

Por supuesto, la realidad es otra a la fuerza inicial que originó el asalto al Poder, en lo social y en lo político. Tenía que ser así: el presente es diferente, ahora presenta fisuras y agotamientos visibles por falta de credibilidad, en cómo y quiénes siguen dirigiendo y compartimentando la información, apagando la llama que activa la denuncia de la contraloría social y el rumor del pueblo como campanada de alerta. En tal sentido, los funcionarios, desde estrados medios de dirección, sin ningún convencimiento de causa, ni voluntad política por trabajar ni hacer cambios que favorezcan al pueblo, ni otro compromiso “revolucionario” diferente, que mantener su cargo para resolver sus necesidades materiales primarias, pensando que la revolución es un motivo pasajero, obstaculizan los propósitos del Pueblo, lo que dice el Presidente, los postulados y las leyes de la República.

Si a ello sumamos el compromiso electoral incumplido y la falta de voluntad revolucionaria en los elegidos a dedos, nos encontramos frente a un serio dilema estructural y organizativo con un saldo desfavorable y poco convincente. Por consiguiente, hay desconcierto para unos y desánimos en otros, inclusive en las propias filas del PSUV, también en funcionarios que marcan la pauta, según sean los intereses y directrices que emanan de las gobernaciones, alcaldías, ejecutivo y ministerios.

Producto de ello, de la dejadez operativa de funcionarios y “cuadros políticos”, escogidos a voluntad en Gobernaciones, Alcaldías y la cúpula política puesta a dedo, se ha generalizado una matriz de opinión silente y peligrosa por sus alcances, en los estrados “revolucionarios” que apoyan al presidente; donde coge fuerza aquella máxima revolucionaria, pues hay quienes piensan que cuando falta la conciencia crítica y la voluntad revolucionaria, cabe aquel dicho popular que reza: “más vale tener un puñado de avispas (revolucionarios críticos) que un saco lleno de moscas (seudo-revolucionarios lagarteando)”.

Pero, si eso no fuera suficiente y se persista en la rotación y no en el cambio de cuadros ni-ni, por revolucionarios en el gabinete y cuadros medios en ministerios o instituciones, entregados por convicción a verdaderas labores revolucionarias, vemos como la reacción y las fuerzas contra-revolucionarias en el país, que no capitulan, mantienen su actividad insurgente apoyada por el gobierno paramilitar de Colombia y dirigidas por el imperio Norte Americano, minando nuestros espacios aéreos y geográficos, pero sobre todo, las voluntades de los hombres de barro, que tienen contacto directo y a diario, por sus funciones, ejercen influencias en la masas revolucionarias.

Evidentemente la derecha no descansa, todo un complot se adelanta y se articula para socavar la revolución, pues si hay peligros afuera como sabemos y se denuncian sin ningún desparpajo, enemigos silenciosos también merodean adentro de las instituciones y gobierno, agazapados, encubiertos y fríamente acechando el momento, para generar el punto de descomposición que ayude a acelerar una implosión que les permita pescar en río revuelto.

Pero bien, aunque el Pueblo sea consciente de lo que sucede en materia política, de seguridad e inteligencia, no basta con enunciar ni señalar los excesos y errores, hay que ACTUAR. No podemos aceptar lo que sucede y cruzarnos de manos para ver pasar, el cadáver de la revolución sin hacer nada. Mucho menos ver, como el ciego vanguardismo de derecha disfrazado en un “partido de izquierda” nos acogote, con palabras altisonantes sin intervenir oportunamente ni corregir errores. Dejar actuar a conveniencia a quienes deciden, según sus propósitos, por arriba de los verdaderos intereses del pueblo y de la Asamblea de Ciudadanos, es convertirse en cómplices solapados de la gestión deficiente y la corriente contra-revolucionaria, dentro y fuera de la revolución y el Partido.

Evitar o entorpecer la gestión para que el soberano no se atreva a denunciar y combatir la corrupción o lo que vienen haciendo mal, los seguidores del establecimiento instituido, por miedo y temor a ser señalados y reemplazados como masa laboral, es tan inmoral o peor, como los que actúan de primera mano a conciencia de lo que hacen.

Que no se diga pues, que por negligencia, falta de compromiso y voluntad o por desconocimiento de causa, los que participamos apoyando al presidente, trabajando con el pueblo, la mayoría sin devengar un salario mínimo, aunque confiados como lo estamos, en construir en colectivo un mundo diferente, sigamos callada y ciegamente actuando sin criterio propio, aplaudiendo los desmanes, equívocos y descuidos que se tiene en la organización del pueblo, cuando tenemos clara conciencia, lo mal que le hace a la revolución el exceso de burocracia, la corrupción oculta o descaradamente abierta y el culto a la personalidad, para lo que el venezolano, no está convencido ni preparado por su misma idiosincrasia y carácter irreverente que lo distingue y enaltece como pueblo.

No podemos aceptar ni queremos resignarnos a que sigan proliferando mañas propias del Capitalismo cuando a los cuatro vientos y en nombre de la revolución hablamos del Poder Popular y el Socialismo. Tampoco queremos hacer como el avestruz que entierra la cabeza para no ver lo que sucede a su alrededor, dejando pasar lo dañino al proceso, sin tomar posición alguna por temor a ser señalados y en cambio, asumamos actitudes castrantes, serviles y oportunistas, propia de los reptiles que trepan por la escalera de gobierno, sin que efectivamente veamos cambios sustanciales ni soluciones y respuestas efectivas a los problemas de fondo. Pareciera ser que debemos conformarnos con un poco más de lo mismo y de la extrema retórica política, desclasada, oportunista, dañina y falta de compromiso con el incansable y entregado Presidente, cuando tenemos que actuar en defensa de la revolución y la construcción del Socialismo.

A ciencia cierta no sabemos, para qué ni con qué fin, una vanguardia que se llena la boca hablando de revolución, actuando descaradamente en nombre del pueblo, que no entiende su rol representativo por falta de convencimiento, históricamente atrasada y ahora acomodada en puestos claves de dirección, en la jerarquía del Partido y Gobierno, quieran imponerse de nuevo, con el apurado “parlamentarismo de calle” sin previamente haber trabajado la calle, el barrio, la fábrica, los campos, las costas, la montaña, los planteles de educación, la inteligencia y defensa del país.

Ahora con la reforma de los Consejos Comunales en ejercicio, la creación de las Comunas Socialistas y la aprobación de la nueva Ley Federal de Gobierno el Soberano en Asamblea de Ciudadanos, debe empezar a legislar, en funciones ciertas de gobierno, sin esperar que poderes extraños actúen por ellos ni los “representen” en sus deberes sociales, económicos ni políticos. Hoy más que nunca los retos y las responsabilidades del pueblo se acentúan y proporcionalmente son mayores, si consideramos todo lo que se puede perder si no se actúa, certera y diligentemente.

Frente a un alerta roja de proporciones incalculables y cuando está en juego la propia vida de la Nación, al fraguarse un magnicidio fríamente calculado para asesinar a nuestro presidente y al tiempo, desde el mismo momento del triunfo en el año de 1998, una guerra diseñada en laboratorios de guerra yanquis diseminados en el continente, con participación activa de factores externos e internos que se la juegan adentro y fuera del gobierno, se quiera seguir desvirtuando la realidad, mintiendo al presidente o, lo que es lo mismo, queriendo tapar el sol con un dedo, como si todo marchara viento en popa.

Con semejante problema de seguridad, latente desde 1999, que estemos a estas alturas de la historia, distrayendo la atención del presidente, en asuntos domésticos, por la ineptitud, complicidad o ineficacia de funcionarios y responsables políticos, militares y de inteligencia, designados desde arriba en puestos claves, para responder con hechos y no con palabras altisonantes, es por demás, irresponsable, alarmante e insólito después de 10 años en revolución democrática, sobre todo y ahora cuando el país reclama de hecho, una sólida unidad en momentos cuando se construye el Poder Popular, se deslindan funciones de Dirección y tenemos que empezar a construir el Partido de Masas de la Revolución pero, de abajo hacia arriba en una encarnizada lucha de clases.

Como si no fuera suficiente la falta de voluntad política y la calidad revolucionaria que se necesita y requiere para abordar temas tan complejos como la falta de originalidad, creatividad intelectual y la productividad en la construcción de un modelo diferente de sociedad, en qué cabeza cabe, que los naturales problemas de organización del pueblo, en la construcción del Socialismo, señalados una y otra vez por el presidente en estos últimos cinco años, no puedan ser ventilados, atendidos y resueltos, como merece el pueblo, por los elegido para tal fin y en cambio, sigan repitiéndose o agravándose las fallas sin profundizar qué las origina, y en dónde están focalizadas las verdaderas raíces del problema, asumiendo responsablemente una actitud crítica y autocrítica. Igual o peor, es disimular o restar importancia a cada asunto en particular, por pequeño que sea, desconociendo el llamado del presidente y peor, las necesidades materiales y espirituales del pueblo sediento de conocimientos, ahora que vive y sueña en revolución.

Minimizar, desconocer y desvirtuar en su esencia los problemas sin rendir explicaciones al pueblo y aprender a exponer sin miedo a equivocarse, con claridad meridiana la verdad a su líder, implica una complicidad política con el enemigo de clase y caldo de cultivo donde se desarrolla el descontento, desgano y se fomenta la contra revolución, más peligrosa por su inteligencia e incondicional parcialidad hacia los valores representativos del capital y, que están enquistadas y protegidas, sutilmente, en círculos próximos al poder central. El pueblo sabe y conoce que los elegidos a dedo por amistad o preferencias y que duermen sin preocupación, más que empleados de la revolución, son amanuenses o, como no le gusta ser llamados: servidores públicos, por lo de servidores!.

Ya no es suficiente ni basta con teñirse de rojo rojito, ni auto calificarse de revolucionarios, si no actúan y proceden como tal, porque al final el pueblo sabe donde se escoden; como se sabe, no todos los que están ni los que dicen ser, aunque con poder temporal, son revolucionarios de confiar, como lo demuestra la historia reciente en el Golpe de Estado en el 2001, y la sucesiva baja de funcionarios con poder, que no provienen del pueblo.

En esta etapa del proceso y como se ha desenvuelto la revolución en los últimos cinco años, la mayoría de los ungidos no tienen clara conciencia de clase, sino más bien falta de monedas en el bolsillo.

Aparte del anarquismo que opera en las instituciones, lo que se observa a nivel nacional, es que los dirigentes, a excepción de algunos pensadores en el gabinete de gobierno comprometidos con el cambio revolucionario, no están preparados para ejercer funciones frentes a los retos y exigencias del momento político y devenir histórico a futuro, ya sea por falta de voluntad, calidad humana, compromiso revolucionario y/o poca carga ideológica en sus entrañas. Mucho menos imaginarse, que con la poca vocación de trabajo demostrada quieran orientar técnicamente o políticamente dirigir como pretenden al pueblo, pues después de haber escalado la pirámide capitalista del poder y ver resueltos sus problemas materiales, ni sienten ni padecen, los problemas del pueblo.

Es conocido y es frecuente escuchar en boca de algunos de los nuevos dirigentes y asesores de cabecera, que con ese material humano es que cuenta la revolución; que eso es lo que tenemos y con eso hay que trabajar. Son automáticas sus respuestas, sin embargo, no dicen que 10 años es más que tiempo suficiente, para haber formado en revolución, la camada de hombres dispuestos a poner la cara al problema de la organización política.

Venezuela cuenta con ciudadanos capaces, resueltos a empujar la carreta de la revolución que, por cierto, se empieza a magnificar sin orientación clara por falta de dirigentes. Por los vientos que soplan, pareciera que no hay hombres comprometidos con suficiente voluntad a toda prueba, en más de 60 años de luchas revolucionarias en Venezuela, para dar el salto y originar los cambios que necesita la Nación.

Pero bien y como dice el dicho: no se pueden pedir peras al Olmo, cuando observamos con que impunidad hay quienes están empeñados en cambiar el curso de la historia y quieren reescribir la nueva historia y sus luchas, pasando por alto las luchas y movimientos revolucionarios que tienen vida fructífera en toda la república y también asesinatos, cárceles, torturas, desapariciones y destierros, desde Gómez hasta Caldera; pareciera ser que quieren aplicar borrón y cuenta nueva a conveniencia o peor, borrando vulgarmente la historia como hacían en épocas pasadas en la URSS.

De igual manera es irresponsable decir o asegurar que las aguas servidas, apagones de luz, falta de agua potable y vías de acceso a muchos lugares, falta de viviendas o cualquier otro reclamo justificado, obedece a falsos problemas creados para desprestigiar al gobierno, como parte de una matriz de opinión diseñada para hundir la revolución y no aceptar, corregir como verdades, la ineptitud y falta de compromiso revolucionario de quienes los eligieron y colocaron al frente de cualquier cartera de gobierno, solo para “dirigir” y no dar respuestas diáfanas, precisas y convincentes, si no al pueblo, por lo menos a quienes los eligieron.

Con esa actitud y falta de voluntad en hacer lo que le corresponde hacer, los ungidos se niegan así mismo, niegan la historia y su compromiso con ella, poniéndose a caminar de espaldas a un heroico pueblo que y como ha sucedido históricamente, solo le bastó conciencia popular, arrojo y voluntad política, sin tanta parafernalia, para rescatar al presidente Chávez, de las manos de la muerte y darle de nuevo, la oportunidad histórica de guiarnos, confiando en él y amándolo en su condición de líder indiscutible de la revolución bolivariana y del propio proceso de unidad continental que vive la Patria Grande.

Sin duda alguna, algo está fallando, pues cuando el río suena es porque piedras trae! Y no es precisamente falta de voluntad popular para resolver problemas, como se pretende hacer ver, no es verdad!; lo que ocurre es que los dirigentes, se niegan a delegar responsabilidades cuidando ser relevados por el pueblo organizado que tiene décadas y no dos días, en lucha revolucionaria. Sin duda, son vicios sembrados en el inconsciente que a conveniencia más que por ignorancia, vienen arrastrando como forma cultural quienes fueron “seleccionados” a dedo, haciendo de ello algo natural y parte de su vida en colectivo. Mejor dicho, se manejan sin otra conciencia que el brutal individualismo generado por el capital, convirtiendo el proceder en la mejor opción de supervivencia, aprendida para sobrevivir en esta enmarañada selva del oportunismo salvaje, la corrupción que es virtud para ellos y la mentira, como forma graciosa para taparse, en el juega vivo haciéndose el chivo loco o, para fingir en el yo no fui.

Actúan como en la cuarta república; transfieren vicios para crear dependencias e intermediaciones, evitando que la pirámide social pueda ser invertida, evitando delegar el Poder al Pueblo. La mayoría de esos cuadros dirigentes del partido y del gobierno nacional, estadal o municipal, elegidos a dedo y no precisamente en Asambleas de Ciudadanos, como lo establece la Constitución, la propia revolución y sus leyes, no están evaluados en sus funciones por el propio pueblo; están y hay que decirlo, muy por debajo de las circunstancias políticas, requerimientos y exigencias que reclama el cargo que ocupan, desde donde, el pueblo espera con ansias ver resueltas sus necesidades primarias y ser atendidos, escuchados y orientados sus reclamos, por instancias que pueden dar respuestas, no como quien da y recibe dádivas, sino como parte obligada de quienes tienen en sus manos -ya que no se instruye al pueblo en el ejercicio del Poder Popular-, el sagrado instrumento para atenuar la deuda social histórica, contraída con el pueblo más necesitado y olvidado, mientras se experimenta o se construye en revolución.

No es ningún paradigma, pero estamos completamente seguros en los propósitos finales de nuestra revolución, también en la fuerza irreverente que lo motiva, en la creatividad y potencialidad de nuestro pueblo y en la capacidad de nuestro líder; en tal sentido, damos hasta la propia vida, pues no tenemos más nada que dar por esta revolución. Pero bien, por el camino tortuoso que nos llevó a tientas el Partido al iniciar la faena para la escogencia de Patrullas y la elección de “delegados” y ahora dando oportunidad para quien quiera postularse a diputado lo haga, cumpliendo con el reglamento establecido por el PSUV y una buena parte de los inscritos pueda ser elegidos en votación abierta por la base y otros tantos reservados para ser escogidos a diputados a la Asamblea Nacional, por el propio presidente, si a todo esto sumamos las incongruentes políticas estadales cotejadas con la realidad y la falta de voluntad en acatar y hacer efectivas las políticas que emanan del poder central, los reglamentos y leyes, la burocracia que nos carcome y la corrupción que persiste, dan cuerpo y continuidad al cáncer mal curado de la cuarta república, francamente, no vemos como se pueda acabar con tanta impunidad, persistiendo en los mismos errores.

(*) Facilitador Político.

signo2000@yahoo.es


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