Debate con el Presidente Chávez

Relegitimación de poderes y asamblea constituyente o referendo a mitad de período presidencial

El Presidente Chávez pensando en el período presidencial 2011-2015, ha manifestado la intención de realizar un referendo a la mitad de su próximo mandato, para que el pueblo evalúe su gestión y al mismo tiempo decida sobre la conveniencia o no de acoger la propuesta de re-elección presidencial indefinida.

A pesar de que falta mucho tiempo, los distintos sectores sociales, los partidos políticos y los poderes públicos han comenzado a pronunciarse. La oposición golpista -como era de esperarse-, se ha pronunciado en contra; los partidos del Bloque del Cambio, alborozados saludan la iniciativa; mientras que los poderes públicos manifiestan la total viabilidad constitucional y política para desarrollar tal consulta.

Como puede observarse, la propuesta presidencial no se refiere exclusivamente a problemas futuros, por el contrario pone de presente asuntos de candente actualidad, frente a los cuales los socialistas revolucionarios estamos obligados a pronunciarnos, presentando nuestra visión del problema y por supuesto nuestras propuestas.


La crisis del Estado, el régimen y la gobernabilidad

Es un hecho que los trabajadores y el pueblo mantienen su decisión indeclinable de romper definitivamente el viejo orden de dominación que sobrevive en el país. Las grandes mayorías pobres y excluidas tienen claro que es un imperativo, una obligación, avanzar hacia un nuevo modelo económico, político, social y militar. Por eso se moviliza, cuestiona a los empresarios y sus partidos políticos, a las multinacionales y los gobiernos imperialistas, intenta romper el dique de la justicia burguesa, denuncia a los burócratas y corruptos, en reiteradas oportunidades debe enfrentarse a la policía y la Guardia Nacional y más recientemente, a pesar de su expectativa positiva y del respeto que siente por el Presidente Chávez, empieza a reclamarle airadamente atención y solución a sus demandas postergadas. Es decir el pueblo está cobrando las facturas de sus sacrificios durante 17 años ininterrumpidos de lucha revolucionaria.

Ante la agudización de la lucha y la confrontación social, todo tiembla a nuestros pies. El estado capitalista que subsiste en Venezuela cruje por todos lados, porque no se compadece con la nueva correlación de fuerzas establecida entre los pobres y los ricos del país. Los de abajo triunfamos, pero los de arriba aún controlan los hilos del poder. Los poderes legislativo y judicial no son mas que anacrónicos aparatos desligados de la población, de sus necesidades y de sus ansias de justicia económica, política y social. Las diversas instituciones heredadas de la IV República naufragan en medio de un encrespado mar de exigencias democráticas de la población que reclaman capacidad de actuación, de decisión, de poder directo de los de abajo. Los activistas sociales y luchadores populares no quieren saber nada de la “democracia representativa”, les parece que la famosa fórmula de la “democracia protagónica” es hueca y por eso muchos de ellos comienzan a reflexionar un poco más profundo, llegando a la conclusión de que el desafío planteado en la etapa actual de la revolución boivariana es la lucha por poder directo, si es que de verdad se quiere trascender al capitalismo.

Ni siquiera el propio gobierno escapa a la observación y contraloría popular. Todos saben que de su interior emanan fuertes olores. Son los olores putrefactos de la corrupción y la burocracia, que amenazan a la revolución, al pueblo y sus conquistas. Ese es el gran problema de fondo que subsiste en el país, independientemente de que en apariencia todo indique que nos encontramos en aguas calmas y que en tres meses se estará ratificando en su cargo al Presidente Chávez.

En este marco, es inconcebible la propuesta del Presidente Chávez, de intentar utilizar la figura del referendo para legitimar la re-elección presidencial indefinida, porque ella desvía la atención sobre los problemas urgentes del aquí y el ahora de la revolución en Venezuela.

¿Será caso que se quiere encubrir que los trabajadores y el pueblo y sus organismos genuinos aún no gobiernan y tienen la capacidad de decisión sobre todos los asuntos vitales de la nación? ¿Será miopía o intencionalidad manifiesta desconocer que la justicia sigue siendo un instrumento ciego al servicio de los poderoso? ¿Acaso no queda claro que en 10 meses de gestión de la Asamblea Nacional, su tarea se redujo a legislar sobre los casinos, bingos y juegos de azar, mientras reposan en las gavetas de los diputados bolivarianos la Ley Orgánica del Trabajo, la reglamentación de la Ley de Seguridad Social, una verdadera y profunda ley de reforma agraria y urbana, las expropiaciones sin indemnización de los explotadores capitalistas y un sin fin de medidas básicas y fundamentales que justifiquen los inmensos sacrificios que el pueblo y los trabajadores han hecho en estos años de incesante revolución?

¿Significan más para el gobierno las necesidades clientelares, que lo obligan a sostener con su apoyo político a una cuerda de gobernadores, alcaldes y concejales ineptos y corruptos, aliados la mayoría de ellos al golpismo, antes que atender los reclamos de la población? ¿O se pretende que a través de referendos se tome la decisión de prolongar indefinidamente el ejercicio presidencial, tratando de salvaguardar a la actual Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela, que comienza a incomodar a los pobres, porque ella sigue defendiendo la propiedad privada, pilar fundamental sobre el que se asientan la sociedad basadas en la explotación del hombre por el hombre?

Muy a propósito podemos decir que el debate abierto con relación a la expropiación de los campos de golf en Caracas, ha permitido establecer que el Socialismo del Siglo XXI que pregona el Presidente será respetuoso de la propiedad privada. En lo que concierne a los revolucionarios, para nada nos interesa ese “modelo socialista”, que es el mismo que prevalece en China, donde más de mil millones de pobladores viven en la barbarie esclavista que ofrece el capitalismo en decadencia. Nosotros abogamos por la eliminación de la propiedad privada, por la propiedad colectiva sobre los medios de producción, única garantía de que haya una distribución equitativa de las riquezas de la nación.


Relegitimación de los poderes y Asamblea Constituyente

Durante la presente campaña electoral, los revolucionarios debemos proponernos, además de llamar a votar por la re-elección presidencial, a reivindicar la necesidad de relegitimar todos los poderes, comenzando por la Asamblea Nacional y promover la revocatoria del mandato a todos los gobernadores, alcaldes, diputados de los consejos legislativos y concejales, que no se han puesto a la altura de la situación, ni mucho menos han atendido las necesidades de la población.

Pero debemos ir más allá. Es urgente que el pueblo luchador asuma el debate sobre un nuevo pro-ceso constituyente, para que discutamos entre todos, si efectivamente la actual Constitución de la República Bolivariana está acorde con las transformaciones operadas, o si por el contrario estamos urgidos de avanzar en una dirección distinta a la sucesivas “reformas al Estado Capitalista”, ya que desde nuestra óptica no se trata de remozarlo, sino de derruirlo, reemplazar las actuales instituciones decrépitas, por nuevas formas orgánicas que expresen el poder obrero y popular, como pueden ser los Consejos de Diputados de los Trabajadores, de los Campesinos, de los Soldados y del Pueblo, y darnos a la tarea de configurar un gobierno sin patronos, sin burócratas, ni corruptos para avanzar hacia una Venezuela Socialista.

Esta es una de las propuestas políticas que los socialistas reivindicamos en la presente coyuntura electoral. Queremos ponerla a consideración en todas las asambleas de los trabajadores, en todos los consejos comunales, en las universidades y colegios, entre las comunidades agrarias y en las oficinas de la administración pública. No podemos esperar hasta mediados del 2009 para tomar una decisión. La revolución y sus perspectivas deben discutirse ya. Presidente Chávez, no se trata de un futuro período presidencial, se trata de la salud de la revolución y de una verdadera perspectiva socialista revolucionaria, sin conciliar con la explotación y la exclusión capitalista.

Humberto Hernandez
Comité Impulsor del PRS, Estado Aragua



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