Roy Chaderton Matos: “El encuentro y el diálogo ayudarían a salir de esta situación que estamos viviendo”

el exembajador de Venezuela en la OEA dijo que el país está en resistencia frente al intento de linchamiento del Estado y de la Revolución Bolivariana. Aseguró que el objetivo de la derecha es neutralizar la influencia de la nación en el continente y en el mundo.

el exembajador de Venezuela en la OEA dijo que el país está en resistencia frente al intento de linchamiento del Estado y de la Revolución Bolivariana. Aseguró que el objetivo de la derecha es neutralizar la influencia de la nación en el continente y en el mundo.

Credito: Roberto Gil

19 julio 2016 - Roy Charderton Matos, diplomático venezolano de amplia trayectoria, con la ponderación y capacidad de análisis que le caracteriza, nos ofreció su opinión sobre diversos temas de interés nacional. Declaraciones de las cuáles es difícil aplicar la "tijera del resumen", por la coherencia y aporte que cada una de sus palabras tienen para entender la situación de Venezuela.

-¿Cuál es la valoración que se puede dar a la Organización de Estados Americanos (OEA) y el papel que ha desempeñado en la región?

La OEA continúa siendo una anciana pecadora, con un historial oscuro de complicidad y solidaridad con las políticas imperiales y antidemocráticas dentro de la organización, pero utilizando de vez en cuando el disfraz de la democracia para ocultar sus propósitos. La OEA nació enferma, nació mal, con el Bogotazo. Se reunió la primera asamblea de la OEA, en Bogotá, en 1948 y en esos mismos días asesinaron a Jorge Eliécer Gaitán, el gran líder popular colombiano.

A lo largo de los años la OEA se hizo cómplice de atentados contra la democracia. Son muchos los ejemplos, el de Guatemala en 1954. El derrocamiento del gobierno progresista y de izquierda democrática de Jacobo Árbenz. Además, eso fue un golpe cocinado en Caracas, en lo que se llamó la Décima Conferencia Interamericana, que se celebró en el Aula Magna de la Ciudad Universitaria, después de eso las reuniones anuales comenzaron a llamarse Asamblea General. Y el gran actor en esa cocción fue el secretario de Estado de los Estados Unidos, John Foster Dulles.

Y después de todo eso la gran mentira del juego de los Derechos Humanos, donde se afinca la mano a los gobiernos de izquierda sobre la base de la guerra mediática y la difamación internacional. Y al mismo tiempo se fracasa en cualquier gestión de paz encabezada por la OEA. Como ejemplo más reciente, el conflicto entre Ecuador y Colombia, por el bombardeo a territorio ecuatoriano, donde murió el comandante (de las Farc) Raúl Reyes. Eso fue arreglado a nivel del Grupo de Río. Fue la última gestión del grupo antes de pasar a la Celac.

Hay mucho más que decir sobre los horrores de los cuales la OEA es responsable o cómplice.

Luego de citar los antecedentes del organismo, Roy Chardeton Matos nos habló acerca del desempeño del actual secretario general de la OEA, Luis Almagro. También, nos conversó sobre el papel de la cúpula católica en el diálogo.

La última con este enloquecido secretario general (Luis Almagro), es pretender llevar a Venezuela a la aplicación de la Carta Democrática Interamericana (CDI), lo cuál se convirtió en un fracaso diplomático, él pretende que no. Y la oposición venezolana también pretende que no fue un fracaso, sino que es una victoria. Es una gran mentira.

El apoyo a Venezuela fue muy evidente en varias ocasiones donde en todas y en cada una hubo consenso o mayoría evidente en favor del diálogo. Y la palabra diálogo responde a una iniciativa del presidente Nicolás Maduro y no de la oposición, que no menciona el tema y creo que sigue sin interesarle a esta altura. Pero no encuentran cómo salirse, están buscando la manera de provocar una situación conflictiva que les justifique su negación del diálogo.

Ellos (la oposición) habían propuesto comenzar a hablar del diálogo desde el 12 de julio en adelante. Y el 12 de julio en vez de reunirse y aceptar las llamadas del presidente para sentarse en la mesa, recurrieron a unas declaraciones de la Conferencia Episcopal Venezolana. Eso fue una puñalada en las espaldas del diálogo, infligidas por la jerarquía católica venezolana, como para darle estímulo y ánimo a la oposición, para seguir negándose al diálogo. Porque la conferencia episcopal, en ese documento, abraza todas las tesis de la oposición. Incluyendo la tesis del referendo revocatorio este año (…) Eso sirvió para envalentonar a la oposición. Porque si yo como institución religiosa, la más importante del país, la más numerosa, abrazo las propuestas de la oposición, no solamente estoy tomando parte, con la pretensión de ser mediadores, es absurdo, sino que estoy dándole fuerzas cuando lo necesitaba, porque ese era un día clave para comenzar los diálogos y no comenzaron.

El encuentro y el diálogo nos ayudarían a salir de esta situación que estamos viviendo.

-Sectores de oposición sostienen que la Carta Democrática se aplicó contra Venezuela, señalan el artículo 20 de la CDI ¿Por qué insisten en esto? ¿Procede la aplicación de este instrumento?

No se aplica, porque en Venezuela la democracia está funcionando, funcionan las instituciones. El Gobierno está firme en el ejercicio. El gobierno que es el representante del Estado, ante la organización, está en pleno funcionamiento. Así que eso fue una gran mentira pero que fue justificada por los enemigos del país, comenzando por el imperio y por el señor (Luis) Almagro que está sirviendo a esos intereses. Pero no es aplicable el artículo 20, no hay una situación de desestabilización institucional. Las instituciones están funcionando y, además, en la reunión de la OEA, donde se escuchó al Secretario General la conclusión fue tomar nota, como se dice en el lenguaje burocrático "contestación y archivo".

-Frente a la reconfiguración del poder que se ha dado en algunas naciones de Suramérica, con tendencia a la derecha, ¿La OEA podría revitalizarse?

Sí y no. Ya la OEA no es el Ministerio de Colonias del Imperio, como la llamó alguna vez el Canciller de Cuba, Raúl Roa. Ahora hay Estados soberanos (…) hay resistencia a las políticas de derecha dentro de la OEA. Pero sí, evidentemente estamos ante un fenómeno preocupante que es la recuperación de espacios dentro del continente por la derecha, con el agravante de que ahora es de manera concertada (…) Todo esto en busca de la pieza mayor, que es el Gobierno Bolivariano. Es Chávez y es la herencia de Chávez, que es (Nicolás) Maduro.

En Brasil buscaron una vía simuladamente constitucional para hacerlo. Es una farsa. Ya no son los golpes clásicos, los golpes militares o lo que se llamaba antes un madrugonazos (…) Es preocupante, lo de Argentina es muy preocupante, además, vienen con un descaro impresionante y una insensibilidad social… La gente que pasa frío porque no puede pagar el gas la mandan a abrigarse y a estar en la casa con dos pares de medias, suéteres y todas esas cosas.

-¿Por qué la derecha no ha logrado llegar al seno de la OEA, a pesar de sus intentos?

Porque no tienen mayoría. Lo que pasa es que es un juego muy peligroso donde hasta los países, o los representantes que no nos quieren, de países ante la OEA, temen al precedente de violar las normas y abrir como una espita para que por ella salgan políticas intervencionistas, iniciativas que luego se reviertan contra ellos.

El historial de resistencia de Venezuela nos presenta como invictos. No hemos perdido una sola (batalla), pero no hay que confiarse porque pueden venir nuevas iniciativas así sean violatorias de las normas de la organización.

Están buscando lados por donde colarse. Hasta ahora no han podido. Trató el señor (Henry) Ramos Allup y terminó sentado en una sillita, frente a un televisor.

La guerra mediática muestra a Venezuela como un Estado fallido. Incluso, en algunos procesos electorales, se usa a nuestro país para atemorizar a la población ¿Cuál es su opinión al respecto?

Venezuela tiene una mala imagen internacional producto de la difamación concertada, insisto, porque los intereses de la derecha internacional buscan provocar el colapso de este esfuerzo que estamos haciendo, de cambiar la situación del país, alcanzar la justicia social y en democracia. Porque justicia social con democracia es una alternativa muy atractiva para los pueblos. Por eso se pretende presentarnos como si fuésemos una dictadura para atemorizar a otros países, para sacar provecho político, mediante el miedo, como es el caso de España.

Ahí tenemos una tarea muy importante que cumplir, porque nuestra capacidad de comunicación necesita urgentemente un refuerzo para lograr neutralizar, en lo posible, la guerra que nos han declarado las grandes corporaciones mediáticas internacionales, que también están vinculadas con las grandes corporaciones financieras y las grandes instituciones políticas del imperio y sus amigos.

-Corporaciones mediáticas internacionales y la oposición venezolana indican que vivimos una crisis humanitaria ¿Cuáles son los factores que determinan una crisis humanitaria? ¿Por qué la oposición insiste en que esto sea aceptado por el Gobierno?

Todo eso está dirigido a generar el colapso del gobierno de Venezuela. Una crisis humanitaria necesita de varios factores, entre ellos una catástrofe general dentro de una situación de ingobernabilidad y hambruna generalizada o carencia generalizada, que no está ocurriendo en Venezuela.

Aquí se trata de una maniobra, de un sabotaje de la economía nacional, donde nuestros errores no están exentos. Pero fundamentalmente es una maniobra movilizada por la oposición venezolana con el apoyo del sector parasitario de los empresarios venezolanos que buscan la caída del gobierno.

Esto no es una crisis humanitaria. Estamos en resistencia. Vamos a resistir y lograremos vencer. Venceremos, tomará su tiempo, por supuesto.

-¿Podrá, en medio de la circunstancia, la Revolución Bolivariana enrumbarse y seguir el camino del Socialismo?

Sí. Sí podrá. Estas son etapas difíciles. Hemos tenido muchas etapas difíciles incluyendo el derrocamiento del presidente Hugo Chávez, en 2002, luego el sabotaje petrolero, luego las guarimbas, porque ha habido más de una.

Hay quienes tratan de minimizar la importancia estratégica que tiene Venezuela y de negar que potencias imperiales comenten acciones intervencionistas en el país.

Casi todas las guerras han sido por el petróleo y este país tiene la mayor reserva petrolera del mundo y es la que está más cerca de los Estados Unidos, aparte de la de México, que no tiene el potencial de reservas que tiene Venezuela.

Lo de Irán comienza en los años 50 porque había un gobierno socialdemócrata moderado que trató de controlar la riqueza petrolera y lo tumbaron entre la CIA y la petrolera British Petroleum (…) La combinación de la CIA y de seguridad inglesa provocaron el derrocamiento del primer ministro, Mohammed Mosaddeq, era una democracia Irán. Trajeron la monarquía representada por el Sha de Irán (Sha Mohammad Reza Pahlavi), que se convirtió en dictador modernizante (…) A Libia la destruyeron como país, han ocurrido cosas horrorosas (…) La OTAN acabó con Libia. Acabó con Yugoslavia. Yugoslavia era un tremendo país compuesto por diversas nacionalidades que convivían bajo un régimen centralista.

-¿Cuál es la importancia del Congreso de la Patria, capítulo Internacional, en el contexto actual?

La importancia es enorme, porque forma parte de nuestras respuestas de resistencia al intento de linchamiento del Estado venezolano y de la Revolución Bolivariana. Lo de Venezuela es muy especial. Se está tratado de linchar a un Estado. Y el Estado por lo que políticamente representa y se está tratando de neutralizar el "mal ejemplo" de Venezuela, que a partir de Hugo Chávez ha ocupado un espacio de influencia enorme en todo el continente y en el mundo. Y lo que se busca es matar el proceso. Ya lo intentaron con Chávez, ahora con Maduro. Lo han estado intentando durante 17 años.

(…) Por eso es que es tan difícil provocar el desplome de Venezuela. Tenemos amigos. En medio de todas las dificultades, tenemos amigos.

-El Presidente Nicolás Maduro ha convocado al diálogo. Pero la respuesta de la oposición no es clara, incluso algunos de sus representantes desdeñan de los facilitadores. ¿Cuál es su interpretación de esta situación? ¿A qué juega la oposición?

Juegan al derrocamiento del gobierno. El diálogo para ellos es un retroceso. Obligarlos a ponerse de acuerdo con el gobierno para superar las dificultades mediante el diálogo, eso no lo quieren. Y por eso, ese refuerzo de la Conferencia Episcopal Venezolana cuando abrazó todas las proposiciones de la oposición. Haciéndose parte de una vez (…) Eso es una puñalada al diálogo y a (José Luis) Rodríguez Zapatero también, quien se ha empeñado tanto en avanzar en esta gestión de Unasur.



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