Caracas, febrero 12 - el presidente Maduro, al dar detalles en torno a la desarticulación de un intento de golpe de Estado llamó la atención en torno a la marcha de la derecha golpista hacia la iglesia San Pedro. El presidente indicó que en esa zona vive su familia. "Pretendían montar un show con cadenas y todo en ese lugar, y luego CNN hacía el resto". El presidente también señaló que con el show fallido en San Pedro se activaría otra capítulo de violencia, que, por no contar con fuerzas, no se activó.

Los hechos

Este jueves un pequeño grupo de personas caminaron desde la plaza Tres Gracias, en Caracas, guiados por un partido de derecha responsable de fomentar la violencia en las calles en los primeros meses de 2014, en una actividad que denominaron "la marcha por nuestros héroes", tras cumplirse un año del llamado plan golpista de "La Salida" que acabó con la vida de 43 venezolanos.

La concentración para iniciar la marcha estaba pautada para las 9:00 am. Sin embargo, ya pasada las 11:00am, el número de asistentes no alcanzaba una cuadra, y en el lugar lo más notorio era las cámaras fotográficas y de televisión, la mayoría de medios internacionales.

Desde días antes, a través de las redes sociales, varios representantes de la derecha, en medio de divisiones internas, convocaron a marchar. Pero algunos, como los voceros recientemente elegidos en la Federación de Centros Universitarios de la UCV, no asistieron por enfrentamientos internos, un signo que caracteriza a la oposición venezolana.

"Uno marchando aquí, y aquellos (los de la FCU-UCV) reunidos en un foro, encerrados", lamentaba con rabia una de las asistentes.

En la caminata asistió María Machado, quien fomentó el plan criminal de La Salida en el 2014, y David Smolansky, integrante de Voluntad Popular, el partido que promovió los actos de terrorismos en las calles de varios estados del país durante las guarimbas.

A sabiendas de no contar con el permiso de las autoridades, el pequeño grupo se movilizó con la pretensión de llegar a la iglesia San Pedro para participar en una supuesta homilía, no sin antes "encontrarse" con los efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), que resguardaba el orden público.

Como no pasaba nada que fuera sinónimo de violencia, los menos de 600 asistentes, sin permiso y desconcertados, comenzaron a tratar de orquestar un espectáculo mediático, aprovechando los numerosos reporteros de diversos medios internacionales (CNN, Telemundo, AP y RCN) que, con sus chalecos antibalas y cascos, buscaban algo que fuera "noticia" que le pudiera dar la vuelta al mundo.

En la misma concentración uno dijo "aquí cargo piedra y gasolina", en espera de la aprobación del resto. Otros, preparados para la violencia, llevaron recipientes de vinagre para contrarrestar el efecto de las bombas lacrimógenas que jamás fueron arrojadas.

Con megáfono en mano, uno de ellos alertaba a los marchistas a "no caer en provocaciones de la Guardia Nacional". Y al mismo tiempo, los mismos participantes proferían gritos y ofensas, retando cara a cara, a los efectivos militares, en clara provocación, en busca de alguna reacción que pudieran captar los medios internacionales presentes. Pese a eso, los efectivos de la GNB se mantuvieron tranquilos, formados en fila, en resguardo de paz ciudadana.

En medio del desespero, uno de los participantes posó frente a los efectivos de la GNB con una bandera de Venezuela extendida con sus manos. Listo: esa fue la señal para que de inmediato las cámaras de los medios foráneos tomaran fotos que pudieran salvar la jornada. Pero luego vino la lluvia y se apagaron los ánimos en el minúsculo grupo por ser protagonistas mediáticos.