3 Sep. AVN.- El presidente de la República, Nicolás Maduro, manifestó este lunes que bajo ningún escenario se justifica una intervención y agresión militar en Siria, país árabe que resiste desde marzo de 2011 a los ataques de grupos mercenarios.
Desde el estado Nueva Esparta, Maduro planteó diversos escenarios ante este conflicto, entre ellos el del nombramiento de una alta comisión de paz de comprobarse que las supuestas armas químicas lanzadas en días pasados en Damasco, capital de Siria, provienen de grupos opositores al gobierno sirio.
Planteó además que de conocerse que el gobierno sirio utiliza armas químicas, la Organización de Naciones Unidas (ONU) debería nombrar una comisión de alto nivel en la que Venezuela brindaría su apoyo junto a los pueblos de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), a fin de negociar la paz desde Siria.
"Ni el primer escenario, ni el segundo, ni un tercero o cuarto justifica el bombardeo. Ningún. Es muy cómodo y criminal lanzar a mil kilómetros, desde las naves destructoras de Estados Unidos cohetes Tomahawk, que vuelan hasta mil kilómetros", enfatizó.
El mandatario nacional acotó que de desatarse una guerra en el país árabe se armaría "una conflagración de grandes dimensiones que impactaría el mundo entero"; ante ello, reiteró su llamado a la solución pacífica y por la vía del diálogo.
"Llamamos al pueblo sirio, libanés y palestino, que vive en Venezuela, a movilizarse y al pueblo venezolano a acompañar en la calle a los pueblos árabes a pedir paz y rechazar la guerra", sentenció.
El jefe de Estado también rechazó el apoyo que algunos sectores de la derecha fascista venezolana han dado a la intervención militar en Siria.
"En Venezuela están muy claras las aguas: Por un lado hay una derecha entreguista y por otro un pueblo patriota que creemos en la paz, la vida y la verdad", dijo.
El pasado sábado el presidente estadounidense, Barack Obama, afirmó que su país "debe realizar un ataque militar contra Siria", país árabe que resiste desde marzo de 2011 a los ataques de grupos mercenarios financiados por potencias occidentales, especialmente Estados Unidos, algunos países árabes e Israel.
