Con patarucos como los de FAPUV no se tumba a Chávez

Imposible nos resultó no asociar aquellos “partes de guerra” que en diciembre de 2002 nos daban los chiflados de Carlos Ortega, Juan y Carlos Fernández con las recientes declaraciones de la “escultural” presidenta de Fapuv, Lourdes Viloria.

La gordita, con una cara de felicidad tal que pareciera haber encontrado la forma de perder cuarenta kilos sin hacer dieta, anunció al país que el paro del 27 de octubre había sido todo un éxito y que se continuaría con dos paros por semana en todas las universidades del país.

En el lenguaje de Carlos Ortega, el anuncio de “la educadora” podría traducirse en: “El paro pica y se extiende; ni un solo estudiante pudo recibir clases a lo largo y ancho de la nación”

Que parecido el de esta “dirigente gremial” con aquellos payasos que todas las tardes anunciaban: ni un solo barril de petróleo se produjo hoy; noventa millones de dólares perdió ayer la república; la refinería El Palito está fuera de operación; un obrero murió quemado; no hay gasolina en todo el país.

La misma FAPUV que permitió que los gobiernos de la cuarta acumularan una deuda millonaria con cada uno de los profesores universitarios, sin llegar a posiciones extremas; hoy se declara en guerra total contra el gobierno que reconoció y pagó la misma.

Nada importa que la deuda pendiente sea infinitamente inferior a lo que ya este gobierno les pagó y nada importa que el gobierno haya presentado una oferta, de pago con fecha incluida. Nada importa, porque la estrategia de FAPUV está diseñada por los líderes de la oposición y destinada a afectar a miles de jóvenes estudiantes, en un intento por obligarlos a que se lancen a la calle a generar los conflictos que ellos desean, pero que son incapaces de promover por falta de gente que los siga.

Quienes dirigen eso que llaman oposición usaron en su momento a Carlos Ortega y su CTV; a Carlos Fernández y su Fedecámaras; a Juan Fernández y la nómina mayor de PDVSA; a Velazco y su conferencia episcopal; a unos generales sin tropa y a los eternos marchantes del este de Caracas. Ahora cuando la CTV es un cadáver insepulto, Fedecámaras hace rato que dejó de representar a alguien; los generales aquellos andan huyendo, la Iglesia no convoca ni a viejecitas de pueblo y los pendejos del este de Caracas se cansaron de marchar todas las semanas; le toca el turno a Lourdes Viloria y su FAPUV.

Al igual que Carlos Ortega, Lourdes habla de éxito total. En aquellos días de diciembre, el jugador de bingos, hacía lo mismo desconociendo la reacción del pueblo y los trabajadores petroleros y se vanagloriaba ante las cámaras de su “patriótica” acción. Al final, con el rabo entre las piernas, terminó diciendo “el paro se nos fue de las manos”.

Lourdes es la réplica perfecta. Con una sonrisa de satisfacción y orgullosa de su acción anuncia el éxito total del paro; ignorando olímpicamente que los jóvenes universitarios le reclamaron con un “pupitrazo” su falta de ética y que solamente en la Misión Sucre, la UNEFA y la Universidad Bolivariana más de 700.000 estudiantes (diez veces el número de la UCV) recibieron clases normalmente.

Afortunadamente Lourdes Viloria y sus seguidores son profesores universitarios y no médicos; pues de de ser así, dejarían morir a los pacientes hasta tanto no les pagaran el último centavo.

Les pagarán porque este gobierno honra sus compromisos y respeta los derechos de los trabajadores, pero no tendrán éxito en su intención de desestabilizar el gobierno.

En esto, al igual que los tres chiflados del 2002 saldrán derrotados, porque a Chávez patarucos como esos no lo tumban.


areme@cantv.net


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Alexis Arellano


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