El simplismo de Globovisión

No me atraen las soluciones simples para problemas complejos. El compañero general Alberto Müller Rojas ha dicho con razón en su artículo del sábado en Últimas Noticias que el cierre de Globovisión sería simple y con peligros que no hubo el 14 de abril de 2002, el gran momento de parar a esos apátridas, arrogantes, cobardes y sádicos. En las reglas internacionales del poder nadie los hubiera cobrado, pues jugaron a muerte y perdieron. La idea, propia de buena persona que juzga por su condición, era que, pasada la tragedia, los medios golpistas iban a recapacitar, porque, ciertamente, este país también es de ellos. Pues no. Pasado el susto, ya por la tarde del 14 actuaban con su petulancia de siempre, como si no hubiesen sufrido una derrota estruendosa. La Embajada les dijo: “Ya que no cobraron, vamos seguirla peor”. Esa misma noche comenzaron a preparar el Terrorismo Gerencial de diciembre de 2002 y las cosas se hicieron cada vez menos simples.

La solución compleja pasa, ponle, por desarrollar plenamente una política comunicacional. No es que no hayamos hecho la tarea, pero aún falta. Los micrófonos tienen que funcionar porque la mejor política comunicacional es inútil si no se manejan bien los aparatos. También convendrá tener más programas que den recursos para defendernos de los argumentos perversos de esos medios. Hay varios programas así y muy buenos, pero faltan más. Desmontarles el discursito, difícilmente más estúpido, descubrirles sus jueguitos, sus picardías. No es difícil. Cedice ataca el gobierno, por ejemplo, donde es más fuerte y donde los petulantes de Cedice más enclenques: la política económica, que nos ha ahorrado, incluso a ellos, lo peor de la crisis que sus empresarios saborizados provocaron y tienen al planeta al borde de una debacle de dimensión impredecible.

Nos empujan a la solución simplista, porque ¿qué van a hacer? ¿No están diciendo ya que somos una dictadura? Es ridículo porque siguen libres, claro, pero así son.

No sé, dan ganas de cerrarlos de pura arrechera, pero llegan a tan poca gente que la solución más cruel es tal vez dejarlos languidecer como los militares de la Plaza Altamira y dejarlos dar la cómica que dio la Rectora correlona de la UCV.


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Roberto Hernández Montoya

Licenciado en Letras y presunto humorista. Actual presidente del CELARG y moderador del programa "Los Robertos" denominado "Comos Ustedes Pueden Ver" por sus moderadores, el cual se transmite por RNV y VTV.

 roberto.hernandez.montoya@gmail.com      @rhm1947

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