Para la consolidación de una plataforma y alternativa política, es indispensable disponer y utilizar oportunamente el elemento comunicacional. Se pueden tener las ideas y los propósitos mas nobles y brillantes, pero si no se logra hacerlas conocer masivamente, es como si no existieran, no pasan de ser propuestas marginales o motivos de pasatiempo en tertulias de cafetín.

En los entretelones de toda confrontación y jornadas reivindicativas, se dan momentos estelares, instantes excepciónales, destellos de luz que por fugases, se deben aprovechar inmediatamente es la posibilidad del avance o el estancamiento de la lucha.

Para conducir exitosamente un reclamo colectivo o la denuncia de un hecho arbitrario, no basta con tener la certeza de que se defiende la verdad y la razón. Hace falta armonizar esa racionalidad con una excelente cobertura mediática. Si analizamos episodios populares destacados y sobre salientes de los ultimo 20 años, encontraremos que el éxito de las mismas esta determinado por el olfato de haber sabido aprovechar esas favorables coyunturas comunicaciónales.

El mejor ejemplo de toda esta argumentación lo constituye el famoso breve mensaje “por ahora” del 4 de febrero del 92, pronunciado en cadena de radio y televisión por el comandante Chávez, anunciando al país la rendición del movimiento, transformando en ese mismo momento una colosal derrota militar en una clamorosa victoria política.

Conciente de la gran oportunidad del siglo, el líder del movimiento armado exigió salir en pantalla, con impecable uniforme militar y la famosa boina roja. Antes de aparecer en escena, el hoy presidente de la república recordó la captura del General Noriega a quien los americanos presentaron por tv con un cartel de reo en el pecho y todo desmoralizado. Ver pagina 362 del libro “Chávez nuestro” de Rosa Miriam Elizalde y Luis Báez.

Un poco mas atrás en le tiempo, merece mencionarse la experiencia del desaparecido líder Zulia Luis Homez. Tan solo uno des sus tantos casos emblemáticos – Los famosos pozos de la muerte—como hecho noticioso estuvo ocupando las primeras paginas de los periódicos nacionales y regionales, así como los espacios informativos de radio y tv durante más de dos semanas rompiendo con la máxima según la cual todo escándalo periodístico no pasa de los 5 días.

Igual situación ocurrió con la recordada masacre del amparo, cuando el diputado tachirense Walter Marquez, logró trascender al ámbito noticioso internacional, con la audaz operación de colocar a los dos sobrevivientes en la embajada de Méjico en Caracas colocando al Gobierno de Jaime Lusinchi contra la pared y de espalda a la opinión publica mundial.

Todos estos acontecimientos se convirtieron en grandes victorias políticas por que además de ser anhelos colectivos y quejas gustas, hubo un manejo oportuno y magistral del hecho comunicacional.

Cuando los jóvenes de la oposición decidieron abandonar el debate que por cadena de radio y tv, se efectuaba desde la asamblea nacional, perdieron una oportunidad de oro, para potenciar al infinito sus reclamos y exigencias. Es como ganarse el cielo y cuando estas en la antesala con san Pedro, lo pierdes por torpeza e imprudencia.

Definitivamente esta revolución bolivariana vino para quedarse a perpetuidad. Es afortunada y sortaria. Seguramente hay santos anónimos que le prenden velas en el cielo. Los jóvenes que la adversan pelaron ese boche… no volverán.

En momentos cuando termino de colocar sobre papel estas ideas se produce, se produce la oportuna intervención el ministro de la defensa, General en jefe Raúl Isaías Baduel. Recientemente estuve en Caracas con motivo de la presentación del libro “Hugo Chávez y el socialismo del siglo XXI”, obra de la cual el militar es uno de los prologuistas en dicho acto, Baduel expuso parte de lo afirmado en el acto donde paso a retiro militar. Por recomendación suya, la gobernación del estado Lara, publico en junio del 2007 un breviario del socialismo del siglo XXI, cuyo material sirve de base para talleres que se están dictando sobre este palpitante tema que inquieta y obliga a los venezolanos a estudiar con detenimiento esta propuesta política llamada a resolver las calamidades que sufren los excluidos de toda posibilidad de estabilidad y confort sobre la tierra.

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