BINÓCULO Nº 516

Barbados deja un respiro

Las sanciones aplicadas a Venezuela, a solicitud de esa oposición que ayer organizó democráticamente sus Primarias, sin que tuviera contratiempos, y en la que por cierto, no sumó un millón de participantes en todo el país, han sido una de las cargas más pesadas que ha debido arrastrar el gobierno. Porque eso pasa por buscar nuevas formas de negociación en el mercado internacional, y encontrar además, a empresas trasnacionales que estén dispuestas a una negociación, que va desde comprar materia prima para hacer repostería, por ejemplo, o comprar tornillos especiales para maquinarias, por ejemplo, hasta comprar medicamentos muy delicados y muy caros, fabricados por las trasnacionales gringas, para pacientes con males como el cáncer, la esclerosis múltiple, el VIH, o enfermedades neurodegenerativas; hasta llegar a maquinarias pesadas o repuestos para algún sector de la industria. El bloqueo no es un juego, porque además de no poder comprar, tampoco puedes vender, o tienes que buscar clientes que se arriesguen a hacer acuerdos aunque sea por debajo de cuerdas y que el Big Brother no se entere. Porque la mayoría de los ciudadanos ignora que además de eso, se debe pasar por una alcabala, que es el sistema financiero internacional, el cual funciona con un sistema operativo propiedad del imperio mismo, pero es el que controla todo el aparato tecnológico para poder hacer las transacciones.

Eso lo sufre Venezuela desde hace ocho años, y el gobierno ha debido sortear todas esas alcabalas para poder mantener al país funcionando, al menos en las áreas imprescindibles. Y en materia petrolera, ha sido sometida a vejaciones inimaginables, porque las sanciones han provocado una coacción, para que el país venda su petróleo y derivados con descuentos que, en algunos casos, superan los 20 dólares el barril, de manera que cada día el bloqueo y las sanciones causan pérdidas cercanas a los 6 millardos de dólares anuales, si tomamos como referencia que las exportaciones actuales de crudo y derivados oscilan los 800.000 barriles diarios. La semana que cerró el pasado 20 de octubre, el barril de petróleo venezolano se ubicó en 75,05 dólares el barril. Promedia el mes en 76,60 dólares y 61,84 dólares en lo que va de año, reporta el boletín semanal de la Opep. ¿Por qué no es un juego el bloqueo? Porque Estados Unidos sigue controlando casi todo el sistema financiero internacional, o por lo menos el 95% de él. Y para que eso no ocurra, es necesario otro sistema operativo, y control sobre el sistema financiero.

Ahora vamos a la geopolítica. Está claro que las potencias mundiales, están revisando sus inventarios y haciendo sus previsiones, incluso de manera exponencial, previendo que en cualquier momento estalle un conflicto bélico, que por cierto no tendría parangón en la historia de la humanidad. Y cómo la casualidad no existe, y en materia de política mundial mucho menos, cada vez que alguna de las potencias hace un movimiento, necesitamos saber por qué lo hizo, a quién toca directamente y cuáles son las consecuencias. Incluso, qué efectos está buscando directamente. Es por eso que quizás podamos entender, inentendiblemente, porqué el mundo entero está viendo cómo Israel está matando indiscriminadamente a miles de personas en la Franja de Gaza, en uno de los mayores baños de sangre vistos por la humanidad, sin que pase nada, sin que nadie mueva un dedo. Es la pregunta obligada, Por qué nadie hace nada, porque entonces utilizaríamos una canción, que sería la mejor forma de explicar esas consecuencias: "songo le dio a borondongo, borondongo le dio Bernabé, Bernabé le pegó a muchilanga, porque muchilanga le hincha los pies".

Y por qué todo eso tiene que ver con Venezuela. Simple, porque Venezuela tiene las mayores reservas de petróleo del mundo, y el Big Brother, está moviendo sus flotas de un lado a otro. Dos flotas de la armada gringa, son unos 50 barcos de guerra, más aviones y helicópteros. Imagine cuánto combustible necesita para mover esas dos flotas. Ahora, imaginen que EEUU tiene 14 flotas navegando los mares del mundo, estimada en unos 350 barcos de guerra. Para que se den una idea, la Séptima Flota, que es la insignia de la armada yanqui, tiene 50 barcos, que son unos 100.000 marines, con 80 aviones de combate, y un portahelicópteros con 30 helicópteros. Es decir, y en resumidas cuentas, no es de gratis que el Big Brother consume 28 millones de barriles de petróleo al día; porque es mantener esas 14 flotas de guerra, más 750 bases militares distribuidas en 80 países, que también tienen aviones, helicópteros, carros de combate y transporte militar. Esto sin contar el petróleo que necesitan para funcionar ellos en sus 9.5 millones de kilómetros cuadrados. Por ello, desde hace mucho, Estados Unidos está enviando emisarios a Venezuela, buscando un espacio por dónde entrar y negociar con el presidente. Sabe que necesita del Petróleo. Por eso, aunque sea momentáneo, los acuerdos Barbados, son un respiro para el país, y que Venezuela debe aprovechar para hacer algunas cosas.

Al menos por seis meses, el país no tiene que acudir ante piratas, chantajistas y bandidos para comprar repuestos y equipos, sino que puede vender, exportar petróleo, gas y productos derivados, y comprar a las empresas que tenían prohibido negociar con la nación. Al regularizarse los canales normales, también se puede contratar servicios petroleros en áreas como perforación, mayor extracción de crudo, reparación y mantenimiento de mejoradores y refinerías, lo que elevará la producción de derivados incluidos gasolina y lubricantes.

Esto permitirá también la compra de una nueva generación de computadoras, así como de varios componentes, tan importantes para el procesamiento de la gasolina, o de diluentes para el tratado del petróleo extrapesado. También se disparará la venta de gas a Europa, que se inmoló por hacerle caso al Big Brother, cuando dejó de comprarle gas barato y seguro a Rusia, a través de tubería, que ellos mismos destruyeron. Eso se llama escupir para arriba.

Es cierto, Estados Unidos tiene claro lo que está buscando con los acuerdos de Barbados, pero supongo que debería ser la oportunidad para que Venezuela, abra nuevos caminos y establezca nuevos negocios con otras naciones, que serán mucho más fructíferas, una vez que el país se incorpore a los BRICS en calidad de miembro.

Caminito de hormigas…

"Allí hubo de todo hermano. Como 400 mil dólares manejaron entre ellos en tres estados. Claro a los pendejos no le dieron nada. Después estaba la gente pidiendo. Conmigo que no cuenten para que les vaya a cuidar votos, ni a montarles equipo, ni a buscarles testigos. Que se jodan. Ya la vez pasada, me lo habían hecho y de pendejo me puse a volver a organizar la vaina. Pero no lo hago más".



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Rafael Rodríguez Olmos

Periodista, analista político, profesor universitario y articulista. Desde hace nueve años mantiene su programa de radio ¿Aquí no es así?, que se transmite en Valencia por Tecnológica 93.7 FM.

 rafaelolmos101@gmail.com      @aureliano2327

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