Auditórium

Las ilusiones ópticas, y políticas de ‘una alacrán’, sobre el espejismo de María Corina

*El talento sin probidad es un azote*. Este pensamiento del Libertador dice: "Un hombre o una mujer con talento y sin probidad, es alguien innoble que no puede ni podrá nunca alcanzar el respeto de nadie, ni siquiera de sí mismo o misma, porque alguien con un sentido retorcido de las cosas, jamás gozará de la estima ni del aprecio de nadie, solo de quienes son como él o ella". Fin de la frase. Simón Bolívar.

"Comienzo de la cita de Mercedes Malavé. *EL ESPEJISMO DE MARÍA CORINA* No encuentro otra manera de describir el fenómeno de María Corina sino como una ilusión óptica producto del vacío de liderazgo, el hartazgo de la gente y la desesperación por producir un cambio de gobierno. Un espejismo que, seguramente, el gobierno tiene fríamente calculado, con el fin de generar frustración y una gran abstención entre los opositores. Es imposible que un gobierno que controla, como lo hace, el poder público; que inhabilita a líderes y candidatos aunque no sean líderes; que interviene judicialmente partidos democráticos, y está fuera del sistema de DDHH pues no está dispuesto a garantizar derechos políticos ni libertad de expresión, le entregue el poder a María Corina porque de la noche a la mañana se convirtió en un "fenómeno electoral". Es improbable que MCM genere el hecho de fuerza que no generó Guaidó ni los intentos anteriores. Guaidó llegó a acumular un poder internacional gigantesco que no se repetirá en Venezuela porque fracasó. Con esta ilusión óptica se confunde a muchos venezolanos que, en el fondo, siguen apostando a un evento de fuerza mayor, internacional, que no se ve por ningún lado (otro espejismo). Estados Unidos tiene las sanciones y con ellas prácticamente las concesiones petroleras en su totalidad. Con eso le basta y le sobra para controlar el tema venezolano mientras continúe la guerra con Rusia. Si alguien quiere petróleo o gas venezolano debe ir a la OFAC a pedir su licencia y listo. Nunca los recursos de Venezuela habían estado tan sometidos y controlados por otra nación como ahora. Solo un proceso de democratización profunda nos devolverá la plena soberanía de nuestros recursos naturales. Así que el llamado es a despertarnos, a salir de esa fantasía; echarse agua en la cara, restregarse los ojos y comenzar a ver las verdaderas posibilidades que ofrece el 2024. Construir una fuerza electoral que dé garantías a todos, que no represente una amenaza ni un desplazamiento; que abra espacios de negociación y alternancia democrática en paz. De lo contrario, nos aproximamos a un escenario parecido al 2018, en el que un grupo grande de venezolanos decidió no participar, desconocer la elección y regalarle seis años más a Maduro". Fin de la cita. Mercedes Malavé. Un espejismo que, seguramente, el… twitter.com/i/web/status/1… en respuesta a mi articulo www.aporrea.org/actualidad/a322354.html

Hay cosas en la vida tremendamente dolorosas para el ser humano. Cuando a una mujer le toca parir es profundamente doloroso; el parir nuevas ideas también es tremendamente doloroso para vencer esta crisis económica, sobre todo si se esta acostumbrado a no pensar; perder un ser querido es afectivamente doloroso; perder el trabajo sobre todo cuando la familia depende económicamente del jefe de familia, produce desequilibrios en el hogar.

La escasez genera dolor o fatiga físico-mental. La pérdida de algo, desata, crisis, y toda crisis, induce al ser humano a enfrentarse a dos posibilidades, a saber: el estancamiento o la superación de la crisis que lo conduzca a un estadio mejor y superior.

Las ilusiones ópticas que no parten de la realidad conducen tarde o temprano a profundas desilusiones, a espejismos políticos, morales, y hasta revolucionarios, por el contrario las ilusiones políticas que parten de datos de la realidad, que arrancan de un proceso social de cambio en democracia, donde hay que tomar en cuenta la relación entre necesidad, y posibilidad, estas ilusiones conducen al fortalecimiento de las convicciones revolucionarias, y a tener claro que la producción de algo nuevo pasa por la destrucción de lo viejo, y esto además de profundamente largo es tremendamente doloroso, requiere de mucho esfuerzo, de muchas energías, y de una profunda creatividad, sí es posible para volver a comenzar un proceso, o para engendrar una nueva estirpe de reales revolucionarios.

Citando palabras de Frederick Nietzsche: "el PSUV no ha muerto, se ha suicidado", esto queda más que evidenciado, con las últimas decisiones del gobierno bolivariano, que reflejan que no ha aprendido las lecciones sufridas a fuerza de votos, dados por una buena porción del pueblo venezolano en las pasadas elecciones de la Asamblea Nacional del 2015, cuando se sigue demostrando que son sordos, y ciegos ante las exigencias populares. El actual proceso hiperinflacionario, la escasez de gasolina, la destrucción de PDVSA, de las Empresas Básicas de Guayana, los continuos apagones etc.

Con todo este desastre, no se ha destituido a la mayoría de los grandes militares, simplemente reubicaron a algunos en nuevos puestos, desde los cuales seguirán chupándole la sangre al pueblo, puestos que les permitirán seguir haciendo jugosos contratos, mientras el pueblo continua en un proceso progresivo de pauperización. Este tipo de decisiones, no hay duda que provocará más rechazo popular en contra de los que algún día se llamaron revolucionarios, allanándole lamentablemente el camino a María Corina para que tenga más posibilidades de apropiarse de todo el poder económico, político, y jurídico de esta nación en tinieblas.

En esta reflexión, es necesario destacar, que la decepción, el desencanto, y de alguna manera el impacto provocado por los efectos de la ilusión revolucionaria de Hugo Chávez, o de un espejismo político, no debió ni debería llevar a matar absolutamente la esperanza de construir una Venezuela mejor, aunque el camino siga siendo espinoso, doloroso, y se sienta que es cada vez más largo y oscuro, sino que ´por el contrario debe llevar al pueblo a levantarse cada día, inspirado que sólo de las entrañas de él mismo, puede surgir, y construirse el sujeto de la historia, auténticamente revolucionario, y que dicho sujeto no saldrá jamás de los deseos o aspiraciones de ningún militar reaccionario o fascista.

El pueblo venezolano perdió una batalla, pero no ha perdido la guerra, quedan muchas batallas por librar, y hay que enfréntalas con creatividad organizativa, y muchísima energía revolucionaria, que lleve primero a reconocer, y aceptar que lo que aparentaba ser el MVR, y el PSUV realmente no lo fue, y segundo, que es necesario parir un nuevo sujeto de la historia realmente revolucionario.

La historia nos ha demostrado que el ser humano ha sido protagonista, la mayoría de las veces, en forma consciente, y algunas veces de forma inconsciente de crisis sociales, económicas, políticas o militares, las cuales van antecedidas de dolor, como esta que padece el pueblo venezolano en la actualidad, fenómeno que lo ha llevado a tratar de superar la crisis, como consecuencia del dolor que le antecede o que a la vez de ella deriva.

El ciudadano venezolano, es según el libro: "Filosofía de la realidad histórica" el sujeto de la historia actual, que sería el encargado de impulsar las grandes transformaciones, las transformaciones estructurales de un nuevo modelo económico, y social en Venezuela.

En este esfuerzo, el pueblo en general que tiene ambiciones de superar con creces esta sociedad injusta donde vive explotado por árabes, y chinos, ha padecido de ilusiones políticas, similares al conocido fenómeno en las ciencias físicas, de las ilusiones ópticas. De las que habla con piquete al revés la ‘dama alacrán’ en el encabezado de citas de este articulo.

Estas desilusiones políticas producen similares efectos que los que producen las ilusiones ópticas. Por ejemplo, la ilusión óptica de alguien que ya tiene un par de días perdido en el desierto, su necesidad de agua para calmar su profunda sed, lo lleva a visualizar a lo lejos un oasis, la decepción llega, cuando se acerca a tal oasis, descubre que sólo había sido una ilusión óptica, que además de provocarle una tremenda decepción, le produce dolor, desesperación, y desesperanza; otro ejemplo, es que según los expertos en este fenómeno de las ilusiones ópticas, lo que paso con el famoso barco Titanic, su hundimiento fue producto de ilusiones ópticas de parte de los encargados de visualizar, y detectar con anticipación la existencia de algún iceberg, ilusiones que por cierta combinación de factores ambientales, y climáticos producidos en el lugar y época donde navegó este barco, llevaron a las personas a no ver cosas que realmente estaban frente a sus ojos, y ver cosas que no estaban, o a ver una cosa de pequeñas dimensiones cuando era realmente de grandes dimensiones o a la inversa, bueno todos saben que paso con ese barco, terminó chocando con un enorme iceberg, y se hundió.

Los efectos provocados por las falsas ilusiones políticas también son dolorosos y traumáticos. Las ilusiones ópticas en la historia de la humanidad, según Karl Marx en: "el manifiesto comunista", se reducen a la historia de la lucha de clases sociales, que han llevado no sólo al sujeto de la historia sino que también a pueblos enteros a creer que algo por lo cual se había, y se está luchando está cerca de alcanzar, es decir, está a la vuelta de la esquina, pero el dolor, el trauma se incrementa con frecuencia a nivel de decepción, y de la pérdida esperanza revolucionaria cuando el ciudadano, se da cuenta que lo que parecía cerca o muy cerca de alcanzar sucede que está no sólo lejos sino muy lejos de alcanzar.

Este impacto que no sólo es político, sino ante todo humano, puede provocar, si no se está preparado para los fracasos, sobre todo de este tipo, un pérdida total de la esperanza, de la utopía revolucionaria, pérdida que es más desastrosa que cualquier derrota política o militar, porque esto conduce a retroceder, a involucionar, a convertirse en un simple sujeto histórico que sólo contempla la vida, sin comprometerse jamás con su transformación estructural, un sujeto condenado nada más a dormir, comer, orinar, y cagar reducido, a una dimensión estrictamente animal. Hoy el venezolano debido a la desilusión provocada por este desencanto política, ha perdido la confianza no sólo en sí mismo, sino que también, en todo instrumento, grupo social o persona que siga pregonando alguna utopía revolucionaria, de que si se pierde el poder con un 80% de diferencia, no se entregará el poder, que estupidez, y locura esta que la viene a reforzar Mercedes Malavé la dama alacrán con su ‘ilusión óptica’ y esto parece venir, con las palabras del argentino José Ingenieros, el de un hombre mediocre, el cual puede ser de forma individual o alacrán.

Caer en este nivel de comentarios de Mercedes Malvé, es pasar de lo humano a lo estrictamente animal, sería, y es un reflejo de que los poderes totalitarios con su inhumanidad han triunfado sobre los ciudadanos el ejemplo mas cercano los 64 años en el poder de la revolución cubana, y sobre sus pretensiones de esclavitud, el pueblo venezolano buscara liberarse de todo lo que le oprime, reprime y esclaviza.

En el caso concreto del proceso revolucionario que inició Hugo Chávez en 1999, en Venezuela, y que supuestamente pretendía superar el sistema de la cuarta república, primero en 1992, mediante las armas, y después políticamente parece ser, que este proceso, fue o ha sido abortado, no para luchar por la transformación radical de unas estructuras injustas para mejorar sustancialmente las condiciones materiales, y económicas del pueblo venezolano. No se sabe con certeza, si la cúpula actual del PSUV, tuvieron algún día como horizonte la liberación progresiva del pueblo venezolano de la opresión, y explotación de la ‘capitalista fedecamaras’, hoy en manos de comerciantes árabes, y chinos, los nuevos colonizadores capitalistas, ni tampoco si algún día su estilo de vida fue realmente revolucionario, lo que sí sabe con certeza es que cuando dieron el salto de los botiquines en los barrios, a los grandes hoteles de lujo, y a ocupar puestos en las estructuras más elevadas del aparato del estado, se dejaron encantar por los hechizos de la nueva burguesía capitalista neoliberal, rompiendo los vínculos con el pueblo sufrido y combativo, que era la fuente de donde realmente emanaba, y fluía la sabia de la revolución bolivariana.

Esta ruptura de la dirección del PSUV con la fuente de la revolución, fue provocando que se creyeran equivocadamente que la revolución era algo que les pertenecía sólo a ellos, y que podían existir como tales por sí mismos, sin darse cuenta que desde el instante mismo en que se alejaban del pueblo, quien era el que realmente les recordaba su compromiso, y su entrega con la revolución, y los nutría de las convicciones revolucionarias, desde ese momento comenzaron a morir como revolucionarios, entregados a los vaivenes de las exigencias, y clamores del poder, y de la poderosa nueva oligarquía revolucionaria. El olvido de su horizonte como de su estilo de vida revolucionario fue tanto, que terminaron convirtiéndose en unos burgueses más, en unos opresores más a las órdenes del gran capital que antes detestaban.

Cuando Chávez llegó al poder ejecutivo, y con buena representación en el poder legislativo, mucha gente creyó o tuvo la ilusión política de que cada vez se estaba más cerca de la utopía revolucionaria, que cada vez se tenía más posibilidades de desarticular el neoliberalismo, pero la decepción, el impacto, el desencanto, y el dolor popular comenzó a incrementarse, en la medida que comenzó a darse cuenta que lo que parecía cada vez más cerca estaba, y está cada vez más lejos.

Desencanto, y dolor han producido quienes se encargaron con su práctica, y estilo de vida de poner al descubierto que ellos no son lo que aparentaron ser durante muchos años, sino el reverso, y lo opuesto de ello, encargados de producir sólo una ilusión política. Es decir, la decepción, y el dolor popular es mayor en la medida que el pueblo toma conciencia que lo que parecía que era realmente no es, que lo que parecía ser de izquierda, no es más que en el mejor de los casos un instrumento falsario, o en el peor de los casos una expresión disfrazada de los clásicos reaccionarios que hacen todo lo necesario para mantener el statu quo.

Este desencanto y dolor popular por el engaño, por la ilusión política provocada, esta llevando a buena porción del pueblo, en las próximas elecciones presidenciales del 2024, a no votar, para recordarles a los dirigentes del partido, que la revolución, no es una energía, no es una convicción, ni un estilo de vida que en propio le pertenece a los dirigentes del pueblo, sino que le pertenece a toda fuerza que derivada del pueblo, busca su liberación del yugo neoliberal, y que no es el pueblo que necesita a la dirección del partido, sino esta dirección quien necesita del pueblo. Al gobernador de Anzoátegui, le llevé una oferta de un proyecto de suministros, y así cubrir con el producto de ese trabajo, un costoso tratamiento oncológico, para tratar de rodar la vida, unos años mas, ni bolas, me paró, y de mi se burló, porque no soy un comerciante árabe, ni chino.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1421 veces.



Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

Visite el perfil de Edgar Perdomo Arzola para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: