A mis amigos de la oposición

A mis amigos de la oposición:

Imagino que habrá suficiente tiempo para hacer balances y derivar conclusiones según el tono y el humor de cada colega que milita en las filas de grupos y tendencias de la oposición. Como hay allí gente valiosa que merece mi respeto y estima, me parece que este comentario puede tener alguna utilidad.

Han de suponer ustedes el agite que rodeaba todos los ambientes durante esta jornada electoral de ayer Domingo. Es más que comprensible que la gente anduviese acelerada, con la pasión por delante a la hora de hacer cualquier valoración. Hasta allí nada extravagante que comentar.

Pero la perplejidad aparece justo cuando en múltiples ocasiones contacté con varios amigos ubicados en altas esferas de grupos opositores quienes con gran afabilidad me aseguraban que Rosales estaba ganando con 11 puntos de ventaja. Desde luego, yo estaba en una condición privilegiada puesto que manejaba cifras precisas --no era cuestión de "opinión"--sobre que efectivamente había ocurrido en las elecciones. Con mucha delicadeza traté de persuadir a estos amigos de lo disparatado de la información que manejaban pero sin mucho éxito. Para sembrar alguna duda apenas atiné a decirles: aquí alguien está mintiendo, pues la realidad es exactamente al revés.

Esta anécdota revela un extraño proceso de construcción de "realidad" que es capáz de operar como un potente dispositivo psicológico que disloca momentáneamente los mecanismos racionales en cada persona. Es evidente que la gente que se involucra en esta contiendas quiere ganar. Es obvio que la voluntad de ganar cuenta mucho, incluso cuando las condiciones objetivas son adversas. Pero eso no tiene nada que ver con esta truculencia de auto-frabicar una "realidad" que resulta en la práctica sencillamente ridícula. ¿De dónde puede haber salido el dato de que Rosales estaba ganando con 11 puntos de ventaja? ¿Cómo una persona informada y del más alto nivel puede consumir este disparte? ¿Cuál es el sentido de inventarse esta versión cuando los hechos son tan brutalmente inversos?

Este fenómeno tiene aires de misterio. Nos indica tal vez cómo se construyen mitologías colectivas con una enorme fuerza, al margen de cualquier conexión con la realidad. Nos indica también la facilidad con la que la gente puede "reemplazar" la realidad animada por el fanatismo, por las pasiones intensas, por los odios enfermizos o sencillamente por la manera como se implican en estas competencias. Moraleja: nunca des por seguro que dos más dos son cuatro.

rlanz@mct.gob.ve








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