El domingo 3 de diciembre variados sectores de nuestro pueblo acudieron a elegir o ratificar al presidente de la república. El candidato del imperio norteamericano y sus políticas, quien entre sus promesas electorales afirmaba que “gano y cobro”, procurando de esta forma conquistar simpatizantes con dicha consigna, la cual venia acompañada de una tarjeta de débito, que denominó Mi Negra.
Muchos de los que sufragaron por el “currutaco” o diminuto candidato, se sintieron ilusionados por dicha oferta, la cual al contrastarla con la dura realidad electoral, entendieron que habían sido timados o estafados por dicho truhán, quien presentó un cheque electoral que no tuvo los suficientes fondos de respaldo por parte de nuestra población.
Quien realizó un gigantesco FRAUDE, fue el Sr Manuel Rosales y sus acompañantes, entre los que se hace necesario citar a Teodoro Petkoff, Leopoldo Lòpez, Liliana Hernàndez, Julio Borges, William Ojeda, Gerardo Blyde y una larga plèyade de opinadores como Italo “Tongo” Luongo, Leopoldo Castillo, Nelson Bocaranda y muchos otros, quienes seria largo enumerar.
No quiero terminar esta misiva sin reconocer el histrionismo, su hipeo y la paranoia con sus respectivos trastornos, del locuaz Pablo Medina al intervenir la noche del 3 afirmando que la candidatura de Rosales obtuvo más de 7 millones de votos, lamentablemente las diferentes emisoras de televisión no permitieron ver y oír los chasquidos de este demente. ¿Por qué no trasmitieron íntegramente sus desvaríos?
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