Ramos & Tintori: arlequines de traición a la patria

E inobjetable procedencia de heráldica tiene el italianísimo apellido Tintori, y por supuesto, nada comparable con lo chocarreo del apellido Ramos, pero la política todo lo puede y hace posible este vinagrero con aceite rancio. Y es que la estirpe no mide consecuencias cuando de sus predios materiales se trata. ¡Primero muertos antes de permitir que los chancletudos nos gobiernen! Y se pacta hasta con el mismísimo satanás (USA); eso le vemos de manifiesto en las ya declaraciones del Dr. Señor presidente de la AN y miembro vitalicio del CEN de AD y de la distinguísima dama de tan honorable apellido y consorte de otro abolengo apellido de españolísima descendencia ¡Que entre apellidos te veas! Pero el asunto que nos ocupa se sale de la aristocracia, es un asunto de pueblo y patria que está por encima, que es constitucional y que no admite traición Artículo 152. Las relaciones internacionales de la República responden a los fines del Estado en función del ejercicio de la soberanía y de los intereses del pueblo; ellas se rigen por los principios de independencia, igualdad entre los Estados, libre determinación y no intervención en sus asuntos internos, solución pacífica de los conflictos internacionales, cooperación, respeto de los derechos humanos y solidaridad entre los pueblos en la lucha por su emancipación y el bienestar de la humanidad. La República mantendrá la más firme y decidida defensa de estos principios y de la práctica democrática en todos los organismos e instituciones internacionales.

Para la elaboración de los escudos heráldicos de los linajes y las historias de los apellidos NO utilizamos software de heráldica, sino que son dibujados manualmente por artistas de la heráldica con un programa de dibujo y diseño vectorial. Las historias y el origen de los apellidos y la información heráldica de los escudos o blasones se recopilan de nuestra variada BIBLIOGRAFÍA heráldica así como en información de registros parroquiales y genealógicos. Queremos dejar constancia de que esta es una labor de heráldica seria, contrastada y profesional, a su servicio

Si se busca por Google el pedigrí de los apellidos, va encontrar el de Tintori y hasta tiene escudo; eso nos evidencia que en él y en su descendencia no hay una mínima pizca de por lo menos nacionalismo, y por lo que se puede esperar cualquier acto apátrida o de felónica insensibilidad, y no nos debe sorprender que no haya arraigos de venezolanidad. Y lo de Ramos Allup es más perverso; cuando sus abuelos paternos llegaron de Libia optaron por tomar prestado el apellido Ramos, su padre y sus tíos hicieron dinero y este zángano de su nieto disfrutó sin ni siquiera poner un clavo ni costura a los zapatos que su abuelo laboró. Para ambos, para ella y él, les es más fácil ser comodines del imperio, les garantiza su posición, a la gran señora de alcurnia la sucesión del poder, al manganzón, andar fanfarroneando con su ridícula verborrea adeca, lo que no sabe ni domina en cuestión, y que ni por casualidad se atreve a debatir y escurre haciéndose el musiú próvido de ignorancia, por ejemplo, con duchos de la materia como el Dr. Escarrá que le ha desafiado públicamente sin hasta ahora poder obtener ni una sola respuesta que rebata los certeros argumentos de constitucionalidad. Se ha quedado en la costumbre de su romulero partido de querer asombrar e impresionar con una lingüística rebuscada.

Tales actuaciones nos dejan claramente ver lo mediocre tanto de los apellidos como saltimbanqui de la propia zanganería política. Nos llama a tomar serias medidas para que no se siga suponiendo, que por tener apellidos o por creerse un suma cum laude de la cuarta republicana adeca-copeyana, ya no moribunda sino sepultada por nuestro pueblo, se puede hacer y deshacer a antojos por todavía conservar algo de poder económico y ser miembro honorario de la oligarquía burguesa. Estamos obligados ante él y ante el mundo a dar una lección a estos vende patria, tenemos que de inmediato pulverizarles, ponerles al escarnios público, desmontar sus planes emanados desde la "Casa Blanca", juzgarles y que paguen lo que la justicia estipula para los casos de Traición a la Patria, no más contemplaciones ni retrasos u omisiones en el cumplimiento de nuestra Carta Magna y sus leyes, que se ponga el cascabel al gato.-



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Omar Ignacio Pinto


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