Si bien la mal llamada Mesa de la Unidad Democrática, por como suenan los tiros, pareciera haberle enredado el papagayo a sus más conspicuos dirigentes; no por ello debe creerse que la oposición esta ya derrotada.

Si algo es opuesto a la paz son los anti valores de una minoría egoísta inflada, a costa de una mayoría condenada a la miseria, siempre y cuando la ambición cruel y desmesurada, logre hacerse con el poder.

Esa es la pelea a cuchillo que libran los "lideres" de las toldas políticas agrupados en la MUD por adueñarse del "coroto".

Sin embargo, una cosa es la pretensión de quien creyendo haberle llegado la oportunidad para, como jefe de una bendita mesa, considerarse con la fuerza necesaria para convertirse en un futuro candidato presidencial, y otra es que sus contrincantes se lo permitan.

La jugada del recién llegado consiste en enfrentar a sus adversarios internos, independientemente de cuanto las maniobras imperiales, paralelamente, puedan incidir en que haya o no elecciones el 6 de diciembre próximo. Sus intereses estarían dirigidos a más largo plazo.

Lo importante para esa politiquería de la MUD, en la presente coyuntura, es conseguir los votos por quienes se consideran con derecho a ser el "próximo presidente de la república". De allí su lucha por quedar en un espacio donde el gobierno perdió la brújula.

Históricamente la avaricia, antónimo de la igualdad, priva en detrimento de la felicidad. Tan malsano sentimiento es propio de la guerra económica cuyas variables más graves no son necesariamente el acaparamiento, la especulación o el contrabando; no: es la propagación de ese dios dinero capaz de comprar conciencias.

Es ante ese espejismo de un bienestar ocasional ante el cual sucumben desde los eternos excluidos, convertidos en "bachaqueros", hasta políticos y militares inescrupulosos ganados, no en vano, por la misma moneda que vendió al hijo del carpintero.

Eso es lo que se denomina corrupción ante la cual debe estar alerta el gobierno revolucionario para enderezar entuertos antes que sea demasiado tarde.

Y es que quienes colocados en la acera de enfrente, parecieran ya derrotados por el despelote de ambiciones mezquinas, en el fondo, prevalece la unidad en torno a cumplir las recetas del imperio tendentes a dar al traste con la revolución bolivariana.

La trilogía contenida en la desesperación, el miedo y la incertidumbre, es el combustible de la embestida imperial aupada por su poder mediático, cuyas insospechadas acciones de terror perecen no tener limite.

No hay que olvidar que en la oposición no se vota por algo o alguien, sino contra ese algo o ese alguien representado respectivamente, en el Polo Patriótico y sus líderes políticos.

En consecuencia, no hay que hacerse ilusiones conque la oposición está acabada en tanto sigue siendo la marioneta manipulada por el fascismo internacional.

Si bien en este artículo no encontramos nombres propios sobre quienes protagonizan las luchas fratricidas de la MUD, huelga decir: no es menester citar la palabra huevo para entender que al decir blanco, redondo, gallina lo pone; sepamos de qué o de quienes estamos hablando.

En fin, expuesto el escenario en el cual se mueve la oposición venezolana, debemos concluir en que no podemos subestimarla.

Afortunadamente, a nuestro favor está el que nuestro pueblo siga entendiendo que en el amor, síntesis de los valores éticos, está la clave para no caer en el odio que alimenta las vísceras del contrario.

Se trata de que la justicia prevalezca sobre la iniquidad, pero para eso debemos cultivarla como una planta a la que no se puede dejar de regar si queremos impedirle marchitarse y que crezca empinada ante la adversidad.

(Periodista jubilado)