La rebelión de las mesas...

En estos días diversos medios han destacado el descontento que mascullan muchos adherentes de la autoproclamada mesa de la unidad democrática, que en realidad ni es mesa ni mucho menos democrática. Pues los dejaron por fuera, como al hijo de la cabra que parió tres: compungidos y con insoportables balidos, porque no tienen acceso a las tetas de la leche que alimenta sus anhelos; y se ha producido no una rebelión de las masas, pues ya no tienen mayor cantidad de gente en las calles, si no la rebelión de las mesas o mesitas de las entidades federales y regiones, cuyos leadership  muestran un disgusto surdo  que los hace desvariar. Cual esquizofrénicos proclaman unos principios  que en última instancia no practican.

Ahora piden, por caridad de los perros como solía decir ese gran periodista radial que fue don Rafael Palacios López. Esto es, que no les tiren unas migajas sino que hagan primarias (como observan con disimulada envida que sí realizó el PSUV, aunque don Maca, Secretario de la tal mud en Barquisimeto diga que fueron elecciones de segundo grado y otras sandeces; será que su mala conciencia de viejo masista o de dirigente estudiantil socialista lo traiciona a veces).

Lo cierto es que en el estado Lara muchos abrieron tienda aparte de la “unidad”, pero tampoco es que se salen sino que…vaya Ud., a saber. Pero la cosa es tan pública y notoria que hasta politólogos ad hoc tienen y el diario El Impulso de Barquisimeto, medio filo-opositor les da páginas generosamente para que hagan disertaciones académicas o asesorías públicas acerca de las ventajas o desventajas del conceso, la calidad de los candidatos y otras zarandajas, que quién sabe cómo las aprovechará cada cual en ese saco de gatos que es la oposición política en Venezuela; cuyo proyecto político pocos saben explicar y poner las cosas en su santo lugar pero por ahí andan lastimosamente como ovejas sin pastor.

Eso porque uno de esos avezados politólogos se ha valido hasta de citas bíblicas para sustentar sus teorías acerca de las bondades del consenso y calidad de los candidatos y del carácter aleatorio de las elecciones primarias, que dizque no garantiza necesariamente el triunfo electoral. Aunque el método de las primarias tenga mucho de pedagogía política, porque educa en la participación y el restablecimiento de la confianza líder-masa en los mecanismos del voto.

Lara, Falcón, Mérida y no sé cuántos estados más, y ahí  están los medios de comunicación para probarlo, son indicadores de cómo los jerarcas de la mud le tienen pánico al poderío social de las masas, como diría José Ortega y Gasset y se distancias, ay fo, del hombre-masa, la sociedad- masa.  Y prefieren la minoría selecta, que en palabras del conocido filósofo español, la:

 “… minoría selecta, alude, al que se exige más que los demás, aunque no logre cumplir en su persona esas exigencias superiores”; ¿cómo hacer entonces? Bueno, que la élite-mud se cree divina, como diría mi amigo Gonzalo, y por una acción directa adjudica, señala o unge cuáles son sus candidatos. Se distancia, pues, no faltaría más, del hombre-masa, que sintiéndose vulgar y todo, se niega a reconocer instancias superiores a él. Dilema irresoluble para esos sectores elitistas opositores….

Sin embargo, como sostiene don José Ortega y Gasset: “Pienso que toda vida se compone de puros instantes, cada uno de los cuales está relativamente indeterminado respecto al anterior, de suerte que en él la realidad vacila…, y no sabe bien si decidirse por una u otra entre varias posibilidades”.

 

luissaavedra2004@yahoo.es



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Luís Saavedra

Docente, Trabajador popular.

 luissaavedra2004@yahoo.es

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