Si de fortunas se tratara, Sebastián Piñera debería ser el Alí Baba de esa cueva de personajes que tuvieron alguna importancia en sus respectivos países y que hoy son como una especie de vasijita de barro que la gente pone en su casa para que los demás los crean mentores de la cultura popular.
Y cabe sin duda la pregunta cuál de esos 40 ladrones es peor. Cuál más inservible, y mejor aún, cuál menos indecente en el ejercicio del poder. Tan siquiera para dejarle a la historia un aporte de alguna vaina que hayan hecho y que la historia en algún momento se la reconozca. Pero es que en el recuento de ellos en el ejercicio del poder, no queda un vestigio de alguna cosa bien hecha, incluso para salvar sus respectivas imágenes en la posteridad.
Se atribuye a Felipe González aquella famosa frase “el poder corrompe”, cuando después de 12 años en el ejercicio, se destapa la olla del Psoe, para descubrir el hamponaje que se había cocinado amparado en el gobierno. No pudiendo ocultar lo evidente, aquel Isidoro en la clandestinidad, soltó la frase por el camino de la derrota. Y pensó la gente que el sevillano estaba fuera de toda culpa, porque los medios complacientes, lo de España y los del mundo, ocultaron su relación con Pablo Escobar Gaviria, según dicen el más tenebroso hombre del narcotráfico colombiano y mundial. Pues ese mismo Felipillo, es quien viene a darnos lecciones de moral y hablar de corrupción en Venezuela. “Que desgracia de pueblo cuando el cura es loco”, dicen en mi pueblo.
Podrá darnos lecciones de eficiencia en el gobierno Mariano Rajoy, toda una panacea para el pueblo español cuando decidió salir del Psoe y optar por el PP. Pues la revista The Economist en su edición de esta semana, dice que "La brecha entre las cifras económicas que defiende el gobierno y la vida real de muchas personas explica por qué el Partido Popular del señor Rajoy (PP) se ha perdido la mitad de su apoyo desde que ganó la mayoría absoluta en las elecciones generales de 2011". Ese mismo Rajoy que se mete en los asuntos internos de otras naciones, coautor de una reciente Ley Mordaza que pone preso a los españoles hasta por “mírame y no me toques”.
Y si seguimos hablando de los 40 ladrones, cómo no mencionar a Fernando Collor de Mello, rico de cuna, proveniente del estado de Alagoas en Brasil, familia de explotadores y dedicados luego al poderoso sector de las comunicaciones. Escogido por una alianza de la ultraderecha y la derecha brasilera para derrotar a Lula Da Silva, ya en el poder, el Fernandito montó una estructura de corrupción política tan impresionante que las anteriores parecían fiestas de carajitos. Utilizó no solo el tráfico de influencias, sino el chantaje y la amenaza y el sistema de lobby gubernamental a cambio de sobornos, con el que obtuvo dinero de empresarios y funcionarios públicos a cambio de favores políticos, utilizando para ello a su tesorero de campaña. De tal magnitud fue el escándalo que debió ser destituido.
Y qué decir de Alan García, conocido en Perú como la niña preferida de Víctor, refiriéndose a Haya de la Torre, padre del Apra (los adecos peruanos) conocido no solo por su inteligencia y cultura, sino también por su enferma tendencia homosexual. Ese grupo de dirigentes a la sombra de él, a finales de los 60 y 70, se les conoció como “las chicas de Víctor”. Alan siempre fue el preferido, al punto de ser Presidente de la República. Los escándalos de corrupción en Perú durante la gestión de García, son de pronóstico reservado, pero dejó un Estado podrido que lo perdonó.
No sé si éstos son los más notorios. Creo que todos los son, pero daría para escribir un libro sobre este montón de personajes y no es la idea de este artículo.
Alí baba, repito por ser el más adinerado, no es el menos santo. Nadie puede hacer una fortuna del tamaño de la de Sebastián Piñera, trabajando… solo con su duro trabajo. Ser uno de los cien hombres más ricos del mundo, no es una mamadera de gallo. Y la historia es larga en materia de explotación como empresario, y luego como destructor de los sueños de los chilenos cuando fue presidente.
Ahora bien, entiende el lector porqué yo digo siempre que la oposición no sabe lo que es el país, sigue sin entender y por eso da traspiés. ¿Tuvo que venir Thomas Chanon a decirles que deben alejarse de los terroristas y reconocer al gobierno de Maduro? ¿Será necesario que desde el imperio también les expliquen que no deben juntarse con Alí Baba y los 40 ladrones porque no les dejaría ningún saldo político y que eso también es malo para tumbar a Maduro?
Cómo se puede ser tan torpe. Y eso, dejando en cuenta que este proceso, mi proceso, tiene plomo en el ala. Además, les voy a dar el secreto para triunfar: tienen que ir a la calle, a los barrios, meterse con la gente, llenarse de barro, oler mal, tener mal aliento y echarle bola a la vida todos los días como lo hacen ellos. Es el único secreto. Chávez lo descubrió y Nicolás le echa un camión de bolas para entenderlo.
Ya no tienen el apoyo de los gringos –al menos por ahora- para activar el terrorismo. Y los gringos no se lo han dicho, pero se los digo yo: desháganse de Alí Baba y los 40 ladrones porque con toda seguridad que ese no es el camino, mucho menos la posibilidad de acceder al poder.
Caminito de hormigas…
Ya 700 mil viviendas, sin contar las Canaimas, el PAE, la Misión Sonrisa y todo lo demás, se suficiente para no perder una elección. A pesar de los monstruosos y estructurales errores del gobierno, sobre todo en materia económica… Aparecieron luces cuerdas en Voluntad Popular, pues algunos creen que es necesario formar una tríada junto a Primero Justicia y Alianza al Bravo Pueblo para apropiarse de la oposición. ¡Qué bolas!... El viejo Salas presiona botones para buscar adeptos a su hijo en el sur. Algunos consideran que Henrique Fernando trae plomo en el ala, que esta vez no se podrá curar… Mucho descontento por las postulaciones en el Psuv. No solo fue un fiasco, sino un aparataje del Psuv manejado por encima de las aspiraciones legítimas… Recomiendo el video El Poder detrás del trono
Es por este tipo de acontecimientos de un pasado -por cierto- no muy lejano, que a la derecha en general, de nuestro país y del mundo todo, empezando por el Señor Barack Hussein Obama, presidente de los EE. UU., tal y como él mismo lo confesó en la Cumbre de Panamá, recientemente realizada, para nada le gusta que le hablen de historia, pues las huellas de impudicias y bárbaras atrocidades de todo tenor que ha cometido en todos los tiempos y en todas las latitudes del planeta, la desenmascaran de manera total y eso, por supuesto, le produce no remordimientos, sino que la irrita y le causa furia al por mayor. Los ejemplos abundan…!