He leído con angustia la posibilidad de que los desquiciados de la oposición hayan considerado la eliminación física de Maduro y Diosdado. ¡Santo cielo! Los creo capaz de hacerlo a través de terceros. Ese es su estilo: cobarde y artero.
Cuál si no esa vía, les daría la oportunidad de nuevas elecciones para Presidente. Por eso de un tiempo a esta parte hablan de la elección de un candidato único. Saben que el regreso de Chávez demorará un par de meses y que Maduro y Cabello son los pilares de la Revolución, institucionalmente hablando. Ello ocasionaría el ansiado vacío de poder o ausencia absoluta que tanto necesitan para lo que ellos piensan en su mente esquizoide.
Además, la muerte de los dos ocasionaría un cataclismo tanto para el pueblo como para el mismo Chávez y cuentan con el tiempo que nos llevaría recuperarnos y organizarnos para una contienda de esa envergadura y en esas condiciones nefastas. ¡Quién sabe si salen de los tres, incluido el mismo líder! Ya sé que mis reflexiones son tremendas, pero con esa gente se cumple el adagio popular “Piensa mal y acertarás” y además ante las perspectivas del asesinato dual, se me alteraron todas las alarmas. El Arquitecto Supremo nos proteja a todos: a los líderes revolucionarios de una confabulación de lo más ruin y tormentosa de son capaces algunos seres que si bien pertenecen a la especie humana, son la peor expresión de ella. Al queridísimo Chávez que se encuentra en situación vulnerable y que ellos lo saben y quieren aprovecharse para causarle daño. A todos nosotros de que nos conviertan el país en otra sociedad colombiana: ensangrentada, desigual, injusta y desesperanza.
¡Todas las fuerzas superiores nos protejan!
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