Un humilde punto de vista

La reciente enfermedad del presidente Hugo Rafael Chávez Frías, que lo lo ha obligado a llevar una delicada y larga recuperación, ha servido para que la oposición venezolana salive con la idea con un futuro sin éste presente.

Y es que el fracaso político que destaca a los melancólicos de la cuarta república, hace ver la muerte del comandante como un triunfo político con el que, según ellos, podrían asegurarse el retorno al poder que perdieron en 1998, y una "victoria" más que sumarle al frasco donde reposan su fallido golpe de el 2002, y la derrota en las urnas de la reforma constitucional en diciembre de 2006.

Las infantiles previsiones de estos "analistas" pintan un escenario donde luego de la muerte del "enemigo escuálido número uno" sus seguidores se pelean a muerte el poder que el dejó vacío.

Pero como todos saben, acá vale el refrán "el ladrón juzga por su condición", no existe fuerza política más desunida que la oposición venezolana, en donde cada una de las fuerzas que lo componen está hambrienta de poder y protagonismo, y son caracterizadas por ese egoísmo y falta de humanidad con la que gobernaron por medio siglo.

En resumen, esos deseos necrofílicos, y los miles de rumores que circulan sobre la salud del comandante Chávez-el presidente constitucionalmente electo por el pueblo de la República Bolivariana de Venezuela-no son más que el símbolo de la desesperación de una clase política fracasada y hambrienta de gloria a cualquier costo.

*El escritor es periodista en la Ciudad de Panamá


hvera51@gmail.com


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