Hablar de la Medicina Integral Comunitaria (MIC) no es fácil, se han tejido demasiadas leyendas negras sobre esta nueva forma de hacer medicina. Los medios de información de la derecha, junto con la Federación Médica Venezolana, entre otros, han contribuido que la población común del país se haya tragado las mentiras de que los egresados de esta disciplina “no son médicos, que estudian solamente cuatro años, que los docentes cubanos no están bien preparados,” etc. Por eso me propuse hablar con uno de los principales coordinadores de Medicina Integral Comunitaria en el estado Bolívar, el doctor Adleys Coraspe Daza.

Al doctor Coraspe lo conozco hace unos 40 años, desde entonces hemos mantenido una estrecha amistad y una comunión de experiencias y doctrinas que nos ha convertido en familiares. De verbo encendido y autoritario, en el fondo es un hombre noble y cuando se le conoce a fondo, es amable y compañero, se forjó con su propio esfuerzo y de ello hago constancia, pues Coraspe mientras estudiaba medicina también fue mecánico, agricultor y mataba cuanto tigre se le atravesaba, su madre, hermosa matrona, siempre vestida con unas enormes batas, tenía una casa en la calle Dalla-Costa que vivía llena de estudiantes, amigos y allegados, allí nos conocimos y junto con sus hermanos, hemos forjado una amistad indestructible.

La carrera de medicina en Venezuela y me imagino en otros países, se ha visto como sacrosanta, esto es, un médico se veía como una prolongación de dios y era pecado mortal llevarle la contraria, los médicos a su vez se veían como personas con la capacidad de devolver la salud y de enriquecerse en el proceso, por lo tanto, la concepción de la medicina tradicional que aún se estudia en nuestro país, tiene como principal objetivo el hacer fortuna, no quiero malinterpretaciones, las profesiones producen estado de bienestar pero en Venezuela, la medicina se ha salido de cauce y el capital es lo que prevalece, nadie, hasta donde yo sé, pone trabas a los costos de las consultas y las operaciones que requieren todos los seres humanos, por lo tanto, los médicos tradicionales no se les agua el ojo cuando de cobrar se trata y se ha producido una enorme distorsión en los costos de los procedimientos médicos, y si no me cree, pida cualquier presupuesto en cualquier clínica y luego hablamos.

Eso hizo que el gobierno del presidente Chávez, con un postura diferente de cómo se debe aplicar la medicina en el país, y con ayuda del gobierno de Cuba, implementó un nuevo concepto en medicina y se creó la carrera de Medicina Integral Comunitaria que tiene como objetivo, y cito: “El Programa de Formación de Grado en Medicina Integral Comunitaria, es un programa nacional enmarcado en la política de Estado, donde la salud es concebida de calidad, bienestar, bien hacer y promotora de las condiciones para que la vida exista; asumida como un derecho humano, social y responsabilidad del Estado. Se propone formar un médico de elevado compromiso social, humanista, ético, científico y técnico; con competencias diagnósticas y terapéuticas, capaz de brindar atención médica integral, a través de acciones de promoción, curación y rehabilitación al individuo, la familia, comunidad y el medio ambiente”, este concepto chocó desde un principio con la otra concepción, la de la medicina tradicional que se ve en otras universidades y que aquí en el estado Bolívar, se estudia en la Universidad de Oriente, por lo tanto y después de hablar con mi sobrina Laura Dubuc, quien estudia en la UDO esta carrera y viendo el desconocimiento que tiene sobre la MIC y sus alcances, se me ocurrió hablar con el doctor Coraspe, esto fue lo que me dijo:

“En principio, hay suficiente información en internet sobre la MIC, hay páginas oficiales y otras diseñadas por estudiantes donde se puede saber que se está haciendo, pero es verdad que existe desconocimiento sobre esta carrera, por ejemplo, un estudiante de MIC ve 1000 horas más de clases que lo que ve un estudiante de cualquier carrera en Venezuela, y eso no lo saben algunos médicos de este mismo hospital (estábamos conversando en el Ruiz y Páez), la carrera se hace en 6 años más 6 meses de prémedico, algo similar al PIU que se ve en las universidades del estado, eso lo hacen bien en el hospital o en los diferentes consultorios y CDI de Barrio Adentro, allí ven matemáticas, química, biología, lengua y castellano y formación en moral y cívica, que no se llama así pero es algo parecido, allí ven introducción a Barrio Adentro, Universidad y sociedad, Pensamiento político latinoamericano, Introducción a la salud pública en Venezuela, el que no aprueba estas materias no puede empezar la carrera.

Desde el primer año empiezan a ver pacientes, la educación está centrada en el estudiante no en el paciente, en la medicina tradicional la atención está centrada en la enfermedad, en el morbo, es una forma de estudio mórbido, esa es la gran diferencia de los dos conceptos de medicina, la tradicional ve desde la enfermedad, nosotros, desde la salud, hay una concepción filosófica, conceptual, diametralmente diferente”.

Coraspe continúa hablando mientras trata de prender una computadora que tiene enfrente, en un esfuerzo para que un neófito como yo, entienda a cabalidad lo que me está explicando, aparecen unas imágenes de un cráneo y la disertación sigue, “El problema entre los dos conceptos de medicina no es de reconciliarlas sino de respeto, los médicos cubanos de Barrio Adentro y los de Medicina Integral Comunitaria reconocemos la existencia de la medicina tradicional –esto lo dice enfatizando en lo de reconocimiento- aun cuando, conceptualmente, hay muchas diferencias, ellos son médicos iguales a nosotros, con concepciones filosóficas del mundo diferentes y equivocadas; por ejemplo, todas las enfermedades tienen su proceso de convalecencia, no hay una enfermedad que no tenga esta secuela, algunas convalecencias pueden ser pasadas en la casa del paciente, otras necesitan rehabilitación, el sistema público venezolano no tiene, no posee rehabilitación. El Seguro Social tiene un parapeto, incluso tiene un postgrado en medicina física y rehabilitación, que lo dictan en los hospitales del Seguro Social y solo funcionan en esos sitios, pero las enfermedades cardiovasculares, los accidentes de tránsito, dejan muchos pacientes con secuelas, muchas de ellas, si se hace rehabilitación, el paciente tiene grandes probabilidades de incorporarse a su vida normal, bueno, el estado cuartorrepublicano no tiene para prestarle ese servicio, el paciente queda a la deriva. Por eso en cada Centro de Diagnóstico Integral (CDI) está una sala de rehabilitación, los SRI, Salas de Rehabilitación Integral, trabajando mañana y tarde, están, viven atiborradas de pacientes que son originados en el sistema público tradicional, tanto es así, que pacientes de médicos tradicionales los mandan para estas salas”.

Evidentemente convencido, Coraspe sigue su charla, “Ahora bien, para afianzar todo este proceso de cambio de paradigma médico está en proceso, está en formación, un sistema público nacional de salud, está propuesto, no ha nacido, pero la semilla es Barrio Adentro, estará compuesto por una red pública de servicios de salud que son Casas de Salud, Consultorios Populares, Centros de Diagnósticos Integrales, Salas de Rehabilitación Integral, Centros de Alta Tecnología y Hospitales, es decir Barrio Adentro 1, Barrio Adentro 2, Barrio Adentro 3 y Barrio Adentro 4, esa es la propuesta de los bolivarianos, esa es la propuesta del presidente Hugo Chávez”.

“Para lograr este hermoso sueño se necesita formar nuevo personal y eso se ha estado haciendo, se han graduado, hasta la fecha, más de 15000 Médicos Integrales Comunitarios, pero no solamente son los médicos los que hay que formar, también hay que formar enfermeras, porteros, barrenderos, bioanalistas, administrativos, etc. Necesitamos formar el personal para un nuevo sistema público nacional en salud, con una nueva concepción que sea integral y comunitaria, ¿para qué?, para que se integre a lo que llamamos el poder popular, o sea, las comunas”, concluye Coraspe.