La Misión

Son varias las acepciones que el Diccionario de Lengua Española da a la palabra misión…ninguna de ellas recoge el grado del compromiso o entrega que la persona designada para cumplir una misión debe mostrar, pero el sólo hecho de involucrarse en una parece reclamar, en lo más profundo de la conciencia del individuo, la incontrovertible responsabilidad particular de alcanzar exitosamente el fin encomendado. Se cuentan innumerables episodios acerca de heroicas hazañas llevadas a cabo por quienes, impulsados por el deber de lograr la meta establecida, han entregado incluso su vida.

Venezuela presenta actualmente un extraordinario panorama de actividades entre las cuales se cuenta un conjunto de misiones que abarcan el área social: Misión Yo Si Puedo, Misión Barrio Adentro, Misión Milagro, Misión Negra Hipólita, Misión Saber y Trabajo…y muchas más. Todas ellas se caracterizan por sus dinámicas y objetivos específicos, todas ellas cuentan con equipos de trabajadores especializados que mezclan conocimientos y esfuerzos de variada naturaleza; razas, culturas, nacionalidades, clases sociales, lenguajes y otras particularidades se funden en un crisol que se derrama como manantial de esperanzas en la búsqueda de un mundo mejor para todos. Sin duda los personajes involucrados en este inédito esfuerzo que podríamos llamar La Misión de las Misiones, sienten que su contribución trasciende lo inmediato de su existencia y se eleva hacia horizontes en los cuales el alba y la luz predominan y sustituyen los ocasos que anteceden a la oscuridad y desesperanza.

A diferencia de quienes solo actúan o trabajan motivados por la retribución monetaria o por los beneficios de carácter material, tal como se pueden observar ciertas conductas que logran los domadores en un circo o pudo destacar Iván Pávlov cuando introdujo en el lenguaje científico el concepto de “reflejo condicional o condicionado”, quienes trabajan formando equipo en las misiones, se sienten retribuidos con la muy especial oportunidad de contribuir al bienestar colectivo y a la disminución de la brecha que separa a los individuos y les somete a la terrible condición de marginados. Así, las misiones en Venezuela permiten agregar a la definición de misión, una cualidad o valoración ético-moral que se atribuye a quien la cumple. Ello le da sentido humano y verdaderamente social al esfuerzo y aporte de los “misioneros”, quienes sin apetencias de beneficios materiales ni discriminaciones hacia las personas, se entregan al mejor cumplimiento de sus tareas agregando sonrisas y especial dosis de afecto y consideración hacia sus semejantes.

Sin lugar a dudas, las misiones desplegadas por el Gobierno Revolucionario han permitido incorporar al proceso de educación ciudadana nuevos valores relacionados con el trabajo, que si bien son aun algo frágiles, representan el paso inicial hacia etapas en las cuales se revaloriza el aspecto social del mismo.

*Sociólogo


lpgestiongerencial@hotmail.com


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