"La inclusión y aplicación de la llamada ¨libertad de prensa¨ como conquista y práctica en el mundo, según Naciones Unidas, tiene una historia confusa por incoherente, y obviamente, con una documentación incompleta en el origen. Lo primero que resalta es lo universal.

En el mundo no se conoce cuándo y cómo ese principio fue discutido para aprobarlo entre las organizaciones que agrupan a los periodistas.

La data sobre el tema en cuestión, aparece en 1.991 en Namibia, África, en un documento que entonces suscribieron organizaciones de periodistas de esa región.

En 1.976, en una asamblea de la Federación Latinoamericana de Periodistas, el tema surgió pues el hemisferio, y en particular los profesionales del periodismo – no los dueños de los medios conocidos como la gran prensa- gremialmente denunciaron a las dictaduras en Suramérica, el Caribe y toda la región.

Era la época de la “Operación Cóndor”, que dejó miles de muertos, muchos de ellos periodistas, en el cono sur latinoamericano.

La libertad de expresión, puntualmente, el ejercicio del periodismo, tiene una historia sólidamente documentada, en las memorias de convenciones y asambleas de periodistas.

Pero, existe otra cara de la moneda que asume la libertad de prensa al servicio del poder empresarial de los medios.

Los pesos de ambas posiciones están determinados por los intereses.

El de los propietarios de los grandes impresos, corporaciones y súper empresas de televisión y radio, todopoderosos en construir contenidos al compás de la industria publicitaria y cultural, imponiendo pensamientos con el envoltorio de la oferta de consumos, por encima de cualquier norma ética que arrolla con sus intereses hasta las denuncias científicas que advierten el peligro del recalentamiento global.

En Venezuela, todos los días la maquinaria mediática con su poder transnacional, mantiene en su agenda, descalificar al país y a su gobierno bolivariano.

Tal cual rastropesqueras, recogen todo lo que pueden atrapar para ese fin. A toda capacidad los laboratorios generan inventarios para el arsenal mediático anti-venezolano.

Un rápido vistazo muestra esta campaña tóxica que, segundo a segundo, se distribuye en los medios, con el avieso propósito de crear matrices de opinión negativas sobre el proceso revolucionario, tanto hacia adentro del país como en el exterior.

“Venezuela sin libertad de prensa”, es la campaña de hoy. La fuente es un producto de laboratorio.

Se trata de un paquete que se autodenomina “Freedom House”, que con unos voceros sacados de una caja de magia barata, en una pieza ofertada o vendida a los contratados en Washington, para maquillar a uno de sus clientes, el empresario de RCTV, a tales efectos, construyó un discurso recogido por el diario “El Universal” de Caracas, y que no soporta la más superficial investigación y reclamo de precisión informativa, el cual dice entre otros extremos lo siguiente:

Abrimos comillas: “por primera vez Venezuela figura entre ¨los países sin libertad de prensa¨, en el informe anual de la organización no gubernamental Freedon House, pero la caída libre de esta nación andina es más dramática que la de Rusia y Zimbawe, también ubicados en el penúltimo escaño en el 2007”, cerramos comillas.

La campaña orquesta todo ataque que deje caer bombas sobre Venezuela, y a ella se suman agencias de noticias como EFE, que actuando como difusora parcializada y en un ejercicio de periodismo informativo elemental, despachó para contribuir a la difusión de la línea antichavista del departamento de Estado de Washington, lo siguiente:

“El gobierno de Estados Unidos consideró que Venezuela no está cooperando plenamente en la lucha antiterrorista y criticó las ¨afinidades ideológicas¨ del presidente venezolano, Hugo Chávez, con la guerrilla colombiana”.

La agencia “EFE” usó como fuente un informe de Washington sobre la lucha mundial contra el terrorismo.

En el mismo paquete de apariencia informativa, se señala al gobierno venezolano de no enfrentar a la “piratería” en música y otros productos.

Indudable es que la campaña se recrudece por la auténtica nacionalización petrolera y la denuncia contra el FMI y el Banco Mundial, junto a la liberación lograda con el pago a esos organismos multilaterales.

¡Ladran los perros, Sancho, significa que estamos cabalgando…!

Caracas, Mayo 02, 2007-05-02 Ora/VTV