Caracas, VEA.- Una vez más este singular personaje a nombre de sus patronos Phelps-USA, montó su Show en el más puro estilo RCTV. Ni más faltaba.
Siempre repitiendo mentiras como la del supuesto "cierre" y el "respeto" a sus trabajadores, abusados en la patética e inmoral jornada de hoy, utilizó la libertad de expresión que le garantiza el gobierno que tanto le molesta y la complicidad de otros medios, para ofender la inteligencia de un país que hace mucho no le cree.
La concesión vence y en consecuencia el estado venezolano, en ejercicio de su soberanía y conforme al mandato popular, dispondrá del espectro radioeléctrico de acuerdo con las leyes de la República. Lo que sucede y ellos ocultan es que ni el dinero ni el derecho a la propiedad privada tienen relevancia, pues están a buen resguardo en un estado de derecho como el que prevalece en Venezuela.
En su melodrama, el hombre no supo disimular la cara de fracaso como vocero e instrumento de una ideología anacrónica. Por supuesto, quedan enterradas sus ridículas aspiraciones de ser pro cónsul de Washington.
