Apreciado William Guillermo no te escribo del “mas allá” sino del “mas acá”, para comunicarte como un maestro a un discípulo que lo mas grande de un periodista es su dignidad, pero para poder tenerla y mantenerla es preciso conocer y practicar la ética del periodismo.
Estas en tu derecho de rechazar los premios que te otorguen, pero a lo que no tienes derecho es a justificar el referido rechazo con una proclama ramplona y ridícula que alguien te redactó, eso es forro William Guillermo, es trampa y es traición.Te pareces a Pelopincho, un muñeco que poseía un ventrílocuo allá en mi barrio del Guarataro en el Callejón El Cenizo lugar donde nací y me crié.
Por lo demás, le conté tu episodio a mi hermano Aquiles y éste muy serio me contestó:” Este William Guillermo es un mangana de los de marca mayor, decir que no hay libertad de expresión y él lo hace desde un teatro y por televisión. Se parece a la Nena Mergollete, que pedía respeto y se la pasaba dando picón”
Espero William Guillermo que cobres el cheque de tu galardón; en una oportunidad en que yo obtuve un premio de periodismo al tratar de hacer efectivo el cheque éste brincó como sapo lipón.
Me despido William Guillermo no sin antes dejarte algunos conceptos emitidos por Miguel Otero Silva en su obra Tiempo de Hablar relacionados con la actitud del periodista:”… El mismo debe tener capacidad profesional, calidad humana, amor a su oficio y que sepa interpretar los sentimientos populares…” te suplico William Guillermo que revises si posees alguna de esas cualidades.
Se despide hasta la eternidad.
Aníbal Nazoa.
Patria, Socialismo o Muerte.
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