Ya sabemos que VTV está en lo suyo. Ya es Navidad y todos estamos felices. Aquí no pasa nada. Pero el resto de canales de la TV nacional, incluyendo los que deberían transmitir noticias, dan pena ajena. El black out (apagón) informativo impuesto a la fuerza de la intimidación no perjudica a los medios, sino a los venezolanos y hasta al gobierno.
La gente no es estúpida. Por tapar la realidad esta no desaparece. Es vergonzoso tener que recurrir a CNN o a otros canales extranjeros para poder ver una sesión de la Asamblea Nacional. ANTV quedó como un canal de la nada. No transmite nada. Pero sigue al aire. ¿Su esencia no debería ser cubrir lo que sucede en la Asamblea Nacional, sea del gusto del gobierno o no? La situación actual recuerda mucho al 13 de abril de 2002 cuando los medios silenciaban mediáticamente la rebelión popular que restableció la democracia y trajo a Chávez de vuelta a Miraflores.
Al menos quedan, por ahora, las redes sociales. La realidad difícilmente puede ser censurada hoy en día. Incluso en esto el Comandante Chávez daba cátedra de ética y moral. Durante años tuvo a todos los canales, no transmitiendo noticias como debería ser, sino encadenados con propaganda de guerra en contra de la Revolución Bolivariana.
Chávez dio la batalla comunicacional sin complejos y venció. No se quejaba tanto como los de ahora, que teniendo a todos los canales complacientes, aun así tratan de seguir tapando la cruda realidad. Quieren imponer una especie de realidad virtual o paralela. Navidad en noviembre, suena caracas, felicidad plena del pueblo por decreto, aquí no pasa nada. ¡La verdad siempre se impone y es revolucionaria!
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