¡Epa, Nolia!

Nolia: No quiero que los extranjeros tengan una imagen distorsionada de Venezuela


Recién llamé a un buen amigo, quien es un operador turístico venezolano de mucha experiencia y que tiene posadas, viajes de aventura a los llanos, a Roraima, a Los Pueblos del Sur (se los recomiendo), etc.  Hace muchos años que trabaja en este ámbito, y la mayoría de sus turistas siempre han sido extranjeros. Aunque yo he viajado mucho dentro y fuera de Venezuela, y he conocido muchos extranjeros visitantes al país durante los últimos 30+ años, le hice algunas preguntas sobre lo que dices en tú último artículo:

Dices lo siguiente: “Resulta poco menos que risible las declaraciones que a cada rato dan altos funcionarios sobre el potencial turístico internacional de Venezuela. La realidad es que a todo aquel que se le pasa por la cabeza visitar nuestro país, de inmediato las agencias de viaje le advierten sobre la altísima peligrosidad venezolana. Cerca del 100 por 100 de los turistas internacionales son víctimas del hampa. Evidentemente, al regresar a su país hablan pestes del nuestro. En Venezuela se puede promover exclusivamente el turismo interno, que venezolanos de una región visiten otra.”

Ver: http://aporrea.org/actualidad/a176063.html

¿Cerca del 100 por 100 de los turistas internacionales son víctimas del hampa?

¿Cómo es eso? ¿Desde cuándo? ¿En qué partes del país? ¿Quiénes son las victimas?


¿Evidentemente, al regresar a su país hablan pestes del nuestro?

Decidí hacer dos cosas 1) Revisar mis entradas y salidas del país, y 2) Llamar a mi amigo, el operador turístico, para confirmar lo que yo he visto en carne propia.

He entrado y salido de Venezuela 19 veces, 13 veces en avión, lo que significa que he estado dentro de un avión con gente saliendo o entrando del país, por lo menos 26 veces en 35 años, y de estas veces, he salido cada vez hacia Colombia, Canadá, México, o EEUU, y en seguida, de allí, a Cuba y otros países del Caribe, a Europa, o Arabia Saudita, India, Egipto, y otros países. He pasado por lo menos 2 meses de cada año en los últimos 12 años, en la ciudad de Mérida, el centro principal del turismo internacional en Venezuela.

No me la pasé allí en un McDonald’s o tomando whisky con profesores de la ULA, sino que casi siempre me la he pasado en los alrededores de la Plaza las Heroínas, al final de la calle 24, cerca del teleférico, donde se encuentra la mayoría de las agencias turísticas, como Arassari Trek, Guamanchi, Yagrumo, Gravity, etc., quienes se ocupan principalmente de los visitantes extranjeros.

He visitado los sectores de Los Nevados, Mucuchies, los Pueblos del Sur, La Azulita, los observatorios astronómicos, y algunas otras partes del estado Mérida, siempre acompañado de extranjeros, médicos, ingenieros, financieros, empresarios, escritores, periodistas, artistas, ganaderos multimillonarios, etc., y de acuerdo con mi experiencia personal, yo diría que son menos del 10% de los turistas extranjeros que son atracados o asaltados por el hampa, sea en Mérida, o durante sus viajes a otras partes del país, en las playas o en las grandes ciudades como Caracas.

En los últimos 12 años, he conocido viajeros y turistas de Canadá, EEUU, Alemania, Suiza, Francia, Bélgica, España, Italia (y de Sicilia, como la familia Caltagirone, para que vean), Escocia, Inglaterra, Gales, Rumania, Bulgaria, Siria, Jordania, Israel, Túnez, Sur África, Camerón, India, Pakistán, China, Corea, y de muchos países de Latino América. La gran mayoría de los turistas y visitantes que he conocido regresan a sus países con solamente buenas cosas que decir sobre Venezuela y sobre los venezolanos y las venezolanas. Yo diría que la única cosa que no les gusta, en general, y en particular a los turistas que vienen de los países del norte, es el desorden, al cual no están acostumbrados.

Llamé a mi amigo, el operador turístico, y le pregunté, ¿Qué porcentaje de los turistas extranjeros que has conocido han sido víctimas del hampa? Su respuesta era, “No más del 5%.” Este operador turístico es de la clase media alta, es un profesional especialista en un sector “elite,” y durante muchos años tuvo un puesto de muy alta importancia (y de peligrosidad/riesgo) dentro de los gobiernos anteriores a Chávez. Es decir, es una persona muy objetiva.

Entonces Nolia, yo no sé donde sacaste esa información.

Entiendo que tu artículo es un artículo de opinión, y escribes como si fuera tu opinión, pero para el beneficio de los lectores en el extranjero, quería aclarar que lo que tú dice no es verdad, no es la realidad, sino que es un sentimiento personal de parte tuya, o, una conclusión basada en tus experiencias, observaciones, y percepciones  personales. No puede ser de otra manera, lógicamente.

Ahora, si te refieres a que casi el 100% de los turistas y visitantes extranjeros a nuestro país son víctimas del hampa, y que incluyeras en esa categoría del hampa, a los abastos, por vender a sobreprecio, robándoles, o el busetero pirata o el taxista vivo que le cobra el doble de lo que debería ser, o un restaurant en la playa que le cobra una barbaridad por un pargo a la plancha “importado,” entonces sí es verdad que casi el 100% de los turistas son víctimas del hampa, pero también significa que todos nosotros somos igualmente víctimas, a diario, del hampa.

Entonces, Nolia, me imagino que a eso te referías, ¿verdad?

Si no, entonces tengo que imaginarme que perdiste la cabeza en algún lugar y que tu cerebro se cayó al mar en uno de tus viajes hacia el exterior, pero no creo que sea así. Gracias Nolia y Aporrea por dejar expresarme. Es que no quiero que los extranjeros tengan una imagen distorsionada de Venezuela.

oscarheck111@yahoo.com



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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

 oscar@oscarheck.com

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