Que equivocados están los que creen que sacando del aire los programas televisivos y radiales más emblemáticos de la defensa de la revolución, como son los conducidos por Vladimir Acosta, Mario Silva, Toby Valderrama, y Nicme Evans, entre otros; lograran que el imperialismo y sus lacayos de la derecha nacional, dejen al pueblo venezolano vivir en paz y normalidad. A estas alturas, yo no se si semejante desacierto es el producto de una ingenuidad política, mezclada con incapacidad; o si se trata de una calculada claudicación ante el gran capital. En ambos casos, dicha acción, representa una de las mayores traiciones al sacrificio de nuestro comandante eterno Hugo Chávez, que nunca vaciló en confrontar abierta y permanentemente al imperialismo y su modelo de dominación de los pueblos, el Capitalismo-Fascista, valga la redundancia.
Cuando la derecha nacional e internacional ha arreciado su ataque contra el pueblo venezolano, violentando los más elementales derechos humanos, como el derecho a la vida, al asesinar vilmente a muchos venezolanos en venganza por no haberlos favorecido en las elecciones del 14-A; cuando pretenden matarnos de hambre con el acaparamiento de los productos de primera necesidad y con el alza indiscriminada de los precios de la cesta básica, ambas acciones, signos evidentes del desprecio al pueblo venezolano y de la evidente lucha de clases, la respuesta a tan brutal ofensiva, es desmontar a la artillería del pensamiento, eficaces trincheras de lucha y de defensa del pueblo venezolano, en la denominada guerra de cuarta generación, cuyo principal teatro de operaciones es la mente de nuestros conciudadanos.
De Fidel y del Ché, hemos aprendido que a cada arremetida del imperialismo, debemos responder con una mayor ofensiva revolucionaria, golpeándole sus más preciados intereses, si es que queremos que nos respeten. No es imitando a los avestruces, que esconden la cabeza ante cualquier amenaza o agresión, como vamos a defender el legado de nuestro Comandante Chávez. Es peleando en todos los espacios, como nos hacemos dignos de llamarnos hijos de CHAVEZ. Del Ché es la frase “El que hoy vacila, mañana se arrodilla”
De la luchas en nuestra época de estudiante, aprendimos que cuando la realidad impone negociar (no claudicar) con el contrario, como lo hace en la actualidad la guerrilla colombiana; se debe y se tiene que arreciar la ofensiva, para obtener los mejores resultados para la causa. Yo no se donde y con quienes se formaron los que tomaron la decisión de sacar del aire los programas en cuestión, de lo que si esto seguro es que ni fue con el comandante CHAVEZ, ni fue con Fidel Castro.
Por todo lo anterior el pueblo revolucionario de Venezuela, embargado por un profundo sentimiento de indefensión (pese a la retorica cansona que pretende ocupar el espacio arrebatado a los artilleros) hemos decidido tomar las redes sociales como escenario para la confrontación de las ideas y luchar por la restitución inmediata de los espacios radiales y televisivos, extrañamente sacados del aire.
Que quede claro que no se trata de un radicalismo trasnochado. Se trata de la dignidad de un pueblo y de su compromiso con la independencia nacional, con la profundización del Socialismo, y con la defensa y preservación de la naturaleza, como quedó establecido por el Comandante Eterno HUGO CHAVEZ, en el Plan de la Patria 2013-2019.
Con Chávez, con Fidel y con El Che, decimos
¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!
¡VENCEREMOS!
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