El presidente fue quien propuso la autocrítica, dígale a él que debe estar mosca

Arribistas e hipócritas, fueron dos de los calificativos que en Cayendo y Corriendo se emitieron sobre las personas que nos atrevimos a criticar dicho programa. Fue un lunes lamentable para VTV a esa hora. Una defensa atacando; atacando una crítica que se realizó, una crítica que se conoció gracias a Aporrea que la publicó, no tenemos ninguna influencia en ese medio, es la primera vez que escribimos para el mismo.

Somos el Poder Popular sin voz, en eso andamos con nuestra ideas y nuestras palabras, pero no en un limbo; si alguien nos permite ser escuchados, hablamos y nos expresamos. Gracias a Aporrea. Pero lo que es inadmisible es que se trate de amedrentar y callar a los que tenemos voz y queremos hablar, pero no tenemos medios. Lo que es inadmisible es que el presentador de ese programa haya hecho una defensa de su persona atacando a otros compatriotas y que se haya aprovechado de su condición en el canal de todos los venezolanos, en un horario estelar visto por millones, para atacar a dos o tres venezolanos que fueron leídos por muy pocas personas y que menos conocen.

No hicimos Autocrítica, hicimos una Crítica. La autocrítica la propuso el presidente a todo su gobierno y a todo el sistema de medios públicos al cual no pertenecemos. Si el presentador de Cayendo y Corriendo quiere cuestionar la autocrítica propuesta, pues que se lo plantee al presidente Chávez que fue quien la propuso, quien cuestionó, quien asumió errores y omisiones como propias de su gobierno y por ello humildemente lo planteó como una autocrítica del jefe del estado a su propia gestión en el ámbito comunicacional.

En mi caso personal, tenía mi escrito preparado desde el viernes, día en que se llenó el vaso de aguantar tanta mala televisión, en una hora que esperamos con avidez para descansar y reflexionar. Sí aproveché la frase de Ernesto para darle impacto al título; de resto me declaro inocente de todas las acusaciones elucubradas y propuestas por el presentador, que de repente se transformó en un personaje desconocido. Su conducta contribuyó a reforzar percepciones.

Asombra que algunas personas asuman que son el alfa y el omega de este proceso y que los logros electorales y otros se deben a su acción como comunicadores. Hay una profunda falta de modestia y egocentrismo en esta autopercepción y un desmedido desconocimiento del resto de las personas que nos desenvolvemos en diferentes escenarios y realidades. No somos invisibles, no nos ven, pero eso es diferente. De todos los votos que llevaron a Chávez a repetir el mando sólo unos pocos, tal vez algunos cientos son visibles y se les puede asignar nombre, apellido y foto. El resto somos millones que estamos allí haciendo lo que debemos hacer y habiendo hecho lo que debimos en su momento Ningún discurso airado nos quitará el orgullo de ser revolucionarios y de pertenecer a esta masa que apoya desde siempre al Presidente, y que aun no siendo vistos, aun no teniendo tarima ni micrófono estamos a la vanguardia. De todas maneras se ha presentado una magnífica oportunidad para que salga a la luz de adentro para afuera y de abajo para arriba la condición en la cual estamos la gente común y esto pueda ser discutido dentro de esa propuesta de autocrítica formulada por el presidente.

Yo critiqué ese programa entre otras cosas porque de un tiempo para acá, percibo que no hay preparación alguna del mismo El presentador en ese discurso para invalidar la crítica, se lanzó con una pretendida clase magistral para la cual no tuvo el más elemental cuidado de preparar su discurso y confundió a la audiencia con una definición ingenua de Sistema y una pretendida relación, etimológica, de origen, de la palabra Crítica con la palabra Crisis, relación que no es tal, y que, como de costumbre, no lo llevó a conclusión relevante alguna. Él mismo defendiéndose probó lo que queríamos señalar con nuestra crítica. Ahora podemos decir que no necesitamos pruebas pues la parte se confesó culpable: Culpable de personalismo y culpable de falta de preparación.

Lo que sí existe una auténtica interacción entre un acto de crítica y una crisis que se avizora o se siente, o que está y no se siente y de la cual hemos de hacernos conscientes. Creo que estamos a las puertas de una crisis del sistema de medios públicos de la revolución. La autocrítica la definirá, las críticas externas, poco a poco irán develando dicha crisis que ha de presentarse o como una oportunidad de cambio y profundas transformaciones, o como un cambio lampedusiano que deje todo igual; no debemos permitirlo.

El sistema nacional de medios públicos puede contribuir a mostrar a propios y extraños que la gente no está en ningún limbo como escribió este señor, que somos perfectamente visibles, tenemos ser y somos. Se necesita presencia del Poder Popular en los programas de VTV, para discutir para conversar, para narrar experiencias. Una tv para la crítica responsable y el debate de la ideas, de dónde pueda permitirse espacios de percepción de la crisis del sistema, para que los presentadores conozcan al pueblo, para que se codeen con la gente y la respeten y nunca se les ocurra creer que esos espacios les pertenecen, que le agregan un codo a su estatura física o desviaciones estándares a su coeficiente intelectual.

Las puertas de VTV deben abrirse, deben dejar que entre la gente, permitir que se nos vea en vivo, no sólo en videos y fotos, que ni así reconocen al pueblo. Amigo Ernesto, no permita que el canal se continúe aburguesando, no permita que unos pocos se apoderen de lo que debería ser de todos. Analice las críticas, trate de ver la crisis que anuncian y hagan la autocrítica. Es el momento, son las circunstancias. Poco a poco pero rápido, con Eficiencia, que esto es de gran pertinencia para la Revolución.

vasmarva@gmail.com



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