Análisis de la política comunicacional del estado y algunas propuestas

Hemos dicho hasta la saciedad, desde los primeros años de la quinta república, que el Estado carece de una política comunicacional clara y convincente, sin embargo es poco lo que se ha logrado avanzar en este campo. Hoy da la sensación falsa de que el gobierno no tiene obras, los ministerios producen escasa información de su gestión, es extremadamente poca la publicidad de los logros de la gestión gubernamental en las distintas áreas de la vida económica, social y política del país. Un silencio contrario a los intereses de la revolución ha tomado cuerpo y nos hace tanto o más daño que cualquiera de las acciones emprendidas por la oposición definida (hay una oposición no definida que actúa en las vísceras del proceso). Y este es uno de los elementos que debemos analizar y enfrentar para poder avanzar en la construcción de este nuevo estado. No entender la importancia de la información y del manejo de la publicidad ha traído consecuencias adversas.

Se sigue actuando sin hacer cambios de actitud ni de estrategias y las tres R aun no han sido asumidas y desarrolladas como lo requiere el Presidente y el país.

Es urgente desarrollar una especie de Misión Comunicacional y transformar el silencio en una gran voz que haga eco en la población y que el enamoramiento por la revolución se reavive. Para ello es necesario tomar en cuenta varios aspectos y definir algunas cosas.

Dentro de un plan Estratégico comunicacional no debemos dejar a un lado el problema del mensaje, porque de nada sirven los medios si no tenemos definido el por qué, el para qué y el cómo. Ese ha sido uno de los principales vacíos en la política comunicacional, hemos hablado de radios y televisoras comunitarias, de prensa, sin embargo el mensaje no ha llegado y los medios, con sus debidas excepciones, han degenerado, sobre todo las radios, que se han convertido en rockolas en el mejor de los casos, en otras, han terminado siendo reproductoras de la cultura del capital.

Otro de los elementos importantes a tomar en cuenta es el recurso humano: es necesaria la formación de comunicadores populares, capaces no sólo de hacer radio o periódicos, sino de entender su papel y el de los medios en el desarrollo de la revolución, es decir, entender y desarrollar el mensaje necesario para romper las cadenas ideológicas del capital sin perder la efectividad en la comunicación.

El desarrollo de una propaganda que promueva y enriquezca las bases ideológicas donde se sustenta este nuevo estado, requiere que entendamos la necesidad de definir:

  1. Cuales son las bases ideológicas que caracterizan el socialismo del siglo XXI.
  2. Definir cual es el receptor al que pretendemos llegar con el mensaje.
  3. Diseñar el mensaje y la programación afín a las necesidades o intereses de ese segmento poblacional al que queremos llegar.
  4. Dirigir toda una programación a esa población contraria y confundida. Cada día vemos como los medios del estado han ido “sectarizando” la programación, lo que ocasiona que cada vez más, los canales de la oposición y del imperio sean visto por un mayor número de venezolanos, eso gracias a la deficiente política comunicacional del estado.

Es preocupante ver como gente del pueblo definida como Chavista disfruta todas las noches de las telenovelas de Radio Caracas, Venevisión o Televen, cansados y cansadas del aburrimiento reiterado de la programación de nuestros canales. Creo que nos estamos hablando a nosotros mismos.

Sin embargo, podemos poseer más radios, periódicos y televisoras y dejarle al enemigo las que tienen y nos encontraremos en una situación similar a la que hoy vivimos, el problema principal no sólo es de cantidad y de medios, lo fundamental es el mensaje y la capacidad de lograr entregarle al pueblo aquello que conjuga su deseo y su idiosincrasia. Esto, sin dejar de darle importancia al hecho de que la posesión del espectro de las comunicaciones está en manos de grupos empresariales privados en casi un ochenta por ciento, como bien se refleja en los siguientes datos:

  • Más de 65 agencias publicitarias.
  • Más de 180 emisoras en territorio nacional AM.
  • Más de 340 emisoras en territorio nacional FM.
  • Más de 12 periódicos nacionales.
  • Más de 70 periódicos regionales.
  • Más de 55 canales de televisoras de las cuales 4 son nacionales

    (Es posible que esta relación no sea exacta)

Es necesario conocer esta situación y entender que si no contrarrestamos la influencia que estos medios ejercen en la población, no podremos ganar la lucha que enfrentamos contra el poder mediático globalizado. Por lo que debemos tener claro que hay que desarrollar varias tareas para tal fin, como por ejemplo la adquisición de medios de comunicación regionales y producir una programación que no esté exenta de diversión y distracción, para poder lograr la audiencia necesaria. Por lo que creo que es más eficiente una telenovela colombiana o brasilera capaz de enamorar a la población y sentarla a ver algún canal del estado, para de esa forma hacerles llegar nuestro mensaje, que la vida de Mao o la historia de la revolución bolchevique, (sin restar la importancia que estos documentales tienen) si esto lleva a ese televidente a cambiarse de canal para ver algo más divertido o entretenido, (Pareciera que la diversión y el entretenimiento estuvieran reñidos con la revolución y es todo lo contrario) lo que le permite al enemigo tener máximo acceso a la población para seguir reproduciendo su ideología y confundiendo con falsedades.

Crear un ejercito de propagandistas con conocimiento y los recursos necesarios. 

Propongo:

  • La creación de un equipo multidisciplinario capaz de asumir la puesta en práctica de estas políticas comunicacionales, en red con otros equipos a nivel nacional, con el fin de diseñar campañas y propuestas que den respuesta al problema de la construcción del socialismo Bolivariano y la ruptura con la ideología del capital.
  • Proponer a las más altas instancias de gobierno la discusión sobre el papel de los medios del Estado a fin adecuar su programación a las necesidades del proceso, y lograr una mayor eficiencia y eficacia en la propagación del mensaje.
  • La creación de un periódico escuela que sirva de vaso comunicante de los diversos Consejos Comunales, al tiempo que se organicen a través de éste, talleres para la formación de comunicadores populares y para la formación ideológica.

Estas propuestas propenden a la construcción de un ejército de propagandistas con fuertes conocimientos de propaganda, bien armados ideológicamente y con las herramientas necesarias para emprender esta guerra de cuarta generación, fundamentada principalmente en el manejo de la información y el control mental de los pueblos.

Es necesario ir más allá del acontecer político y crear las bases donde se sustente lo creíble y deseable de nuestro mensaje político ideológico.

La credibilidad, en buena parte, requiere de una condición emocional y más cuando hay en contra, un bombardeo para la manipulación perceptiva, basada también, en elementos emocionales. Por lo tanto, es prioritario hacer esfuerzos que rescaten la emocionalidad positiva para una mejor percepción de las bondades de las obras del gobierno. Hay que trabajar en la reconstrucción de los lazos emocionales pueblo-gobierno-líder, como un antídoto contra la emocionalidad negativa creada desde la manipulación perceptiva y el psicoterrorismo mediático. Para lo cual propongo una serie de tareas:

  1. Crear infraestructura propagandista con equipos y recursos, repartida en todo el ámbito nacional.
  2. Hacer vitrinas viales de las obras del gobierno con vallas a lo largo de las carreteras y autopistas nacionales
    1. Usar expresiones (palabras o frases) generadoras de simpatía, sonrisas, identidad, amabilidad; ligadas a expresiones (Rostros) juveniles de venezolanos y venezolanas populares que transmitan simpatía, unidas a las obras del gobierno.
    2. Uso del logo “Venezuela ahora es de todos”
    3. Usar como cierre el slogan “El Socialismo Bolivariano, La Democracia Plena”
    4. Fortalecer el orgullo venezolano, unido al gobierno y al presidente
    5. Uso de la frase: “Venezuela cada día más poderosa” ligarla al desarrollo deportivo (signo de poder no agresivo) ligado al gobierno. Lograr a través del mensaje que se perciba que gobierno y país es una unidad poderosa.
    6. Activar aquellas estaciones radiales en manos del estado, hoy cerradas.
    7. Ampliar la cobertura de las radios y televisoras comunitarias estratégicas
    8. Adquirir, vía negociación u otra, televisoras y radios en manos privadas.
    9. Impulsar como mecanismo comunicacional en las comunidades el periódico mural comunitario (Dazibao), como unidad propagandística de bajo costo y alta capacidad dinamizadora de la información comunal.
 

Para ganar esta guerra es necesario enfrentar cultura contra cultura. Nada hacemos con armarnos de grandes aviones o con los armamentos más sofisticados si quienes lo van a utilizar, ideológicamente están más cercanos al enemigo que a esta causa liberadora. Un ejemplo de esto está en nuestras estructuras, las creamos y hoy están infectadas de opositores que han terminado utilizándolas para hacer oposición al gobierno o como espacios para hacer negocios.

Armemos al pueblo con una cultura libertaria y ya no será víctima de la propaganda enajenadora del imperio, formemos las bases de una conciencia colectiva que se fundamente en valores humanistas y socialistas, que permita, en fin, la aparición de un pueblo para si, con clara conciencia de sus verdaderos intereses y fortalezas, y habremos creado las bases de este nuevo estado. 

Emilio Farrera

emiliofarr@yahoo.com 


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