TeleSUR _ 09/08/07 - La Sección de Intereses de Cuba en Washington responsabilizó a Estados Unidos de incumplir los acuerdos migratorios suscritos por ambos países en 1994, al no cumplir con la emisión de 20 mil visas para los cubanos. Asimismo denunció la utilización del material destinado al funcionamiento de la oficina de estadounidense en La Habana en actividades subversivas contra la Isla.
El gobierno de cubano a través de su Sección de Intereses de Cuba en Washington, negó este miércoles las acusaciones formuladas por Estados Unidos contra la Isla, en relación al incumplimiento del acuerdo migratorio firmado por ambos países, en septiembre de 1994.
En una nota difundida por el gobierno estadounidense, se afirma que tanto la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana como Sean McCormack, vocero del Departamento de Estado, alegaron como excusa para el incumplimiento de ese convenio, una supuesta obstaculización por parte de Cuba para la entrada al país del personal y materiales necesarios para esos menesteres.
En ese sentido, Dagoberto Rodríguez, jefe Sección Intereses de Cuba, señaló que rechazan categóricamente dicha acusación de las autoridades estadounidenses, "mienten deliberadamente, la Sección de Intereses de Estados Unidos y el Departamento de Estado conocen que todas las visas para el personal diplomático encargado de implementar los acuerdos migratorios, han sido concedidas por Cuba en los términos establecidos".
Rodríguez también acuso a Estados Unidos de usar el material que llegó a la isla en 2006, para realizar actividades subversivas.
El diplomático agregó que Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, alertó públicamente que la Sección de Intereses estadounidense en La Habana sólo había concedido 10 mil 724 visas, de las 20 mil que el gobierno estadounidense debe emitir.
Afirmó Rodríguez que sí esta situación continúa, Washington no cumpliría con el pacto, mensaje que fue confirmado por Sean McCormack, vocero del Departamento de Estados de Estados Unidos.
Destacó que Cuba continuará haciendo su máximo esfuerzo por lograr una emigración legal y segura, en cumplimiento de los compromisos que adquirió con Estados Unidos en 1994, e insistió en que la nación estadounidense debe responsabilizarse por el incumplimiento de sus compromisos.
