Asedio nuclear: tres grupos de ataque frente a Teherán

Portaaviones Dwight Eisenhower

Portaaviones Dwight Eisenhower

Credito: archivo

Miércoles, 11 de Julio. - Mientras crece la escalada entre Washington y Teherán en Medio Oriente, y en momentos en que ha vencido nuevamente el plazo dado por el Consejo de Seguridad de la ONU para que Irán suspenda su programa nuclear, y con el "terrorismo islámico" amenazando a Europa y EEUU con nuevos ataques, el Pentágono anunció que reforzará su dispositivo aeronaval frente a las costas de Irán con un tercer grupo de ataque encabezado por el portaaviones nuclear Enterprise, el más poderoso del mundo, que cuenta con más de un centenar de buques, submarinos y cazas-bombarderos en capacidad de desarrollar un ataque nuclear masivo en blancos simultáneos.

El Enterprise se sumará a la flota compuesta por el portaaviones Dwight Eisenhower y al portaaviones de propulsión nuclear USS John C. Stennis, cuyos grupos aeronavales ingresaron en la zona de operaciones frente a las costas de Irán, en febrero pasado, con el argumento de "apoyar a las fuerzas terrestres que operan en Afganistán y en Irak", según el comunicado de la Marina norteamericana.

En lo que ya se configura como la mayor concentración de fuerzas aeronavales con capacidad nuclear de toda la historia, el Enterprise tomará posición frente a la costa iraní y se sumará a la flota estadounidense ya desplegada en la región, que cuenta en estos momentos con más de 12.000 mil efectivos de combate.

"Enterprise proveerá potencia naval para responder al comportamiento desestabilizante y coercitivo de algunos países, además de dar apoyo a nuestros soldados y marines en Irak y Afganistán", reportó en un informe la marina norteamericana.

Equipado con ocho reactores nucleares y cuatro turbinas, este portaaviones tiene capacidad para llevar al menos un centenar de cazabombarderos y helicópteros de combate de todo tipo, incluido el nuclear, y entre soldados y tripulación, suma 6.000 personas a bordo.

El 20 de febrero, el portaaviones "USS John Stennis" se estacionó en el mar de Omán, frente a la costa de la nación iraní y se sumó al "Dwight Eisenhower", iniciando operaciones de "ejercicios militares" que fueron acumulando cada vez más tensión entre Washington y Teherán.

Un portavoz de la marina -citado por varios medios estadounidenses- señaló que estas operaciones no están orientadas en forma específica contra Irán. "Consideramos que este es un momento con pocos precedentes en términos de inseguridad e inestabilidad en la región", agregó.

El portavoz militar se refría a las situaciones en Somalia, Líbano, Irak y Afganistán.

El área de operaciones de la quinta flota comprende el Golfo, el Mar Rojo, y los golfos de Aden y Oman, pero el comandante de la quinta flota estadounidense, viceadmirante Kevin Cosgriff, deslizó lo que fue interpretado como una amenaza indirecta a Irán: "La presencia del USS Enterprise brindará a la marina estadounidense la fuerza necesaria para hacer frente al comportamiento orgulloso, compulsivo y perturbador de algunos países (en la región)".

Para la prensa norteamericana en general, las "señales" de nuevos movimientos militares de EEUU en el Golfo Pérsico - son indicativos de que Washington se apresta a dar un "desenlace militar" al conflicto con Irán, una pieza central del "eje del mal" en el Medio Oriente.

No obstante, algunos analistas de las cadenas estadounidenses evaluaban que los nuevos "movimientos militares" forman parte de la acción psicológica que le permite a Washington mensurar y valorar, mediante la resonancia mediática, la repercusión real de un ataque a Irán en la opinión pública internacional.

El objetivo con el nuevo despliegue militar en la región del Golfo -según el The New York Times- es doble: prepararse para aplicar las sanciones que el Consejo de Seguridad de la ONU tiene previsto aprobar,en respuesta al desafío nuclear iraní y lanzar un "mensaje" al régimen de Teherán.

Los estrategas estiman -según el Times- que este reforzamiento de efectivos navales será útil también para apoyar o proteger a los contingentes desplegados en Irak y Afganistán. Aunque el mensaje va dirigido directamente a Teherán y Damasco.

Para los expertos, por otro lado, está claro que las sanciones que pueden ser votadas en el Consejo de Seguridad -más allá del alcance que tengan- no ameddrentarán a Irán ni detendrán su programa nuclear.

Además, con el seguro veto de China y Rusia, a cualquier medida que comprometa su comercio bilateral con Irán, tampoco hay garantías ni certeza de que el régimen de los ayatolás sufra un bloqueo como el que padeció Irak antes de la invasión militar en 2003.

En ese escenario Irán se perfila como el ganador de la "guerra diplomática" y de la "guerra económica" con el lobby sionista estadounidense europeo.

Para la mayoría de los analistas estadounidenses, el "desenlace militar" del conflicto con Irán puede detonar un efecto encadenado en todo el Medio Oriente, empezando por Irak donde seguramente estallaría la alianza de EEUU con el gobierno de mayoría chií influenciado por los ayatolas de Teherán.

En ese escenario, el conflicto militar de Irán con el eje encabezado por EEUU se proyectaría en Líbano y Palestina, con el ejército Sirio invadiendo Líbano y con un frente "islámico" antisionista proyectándose desde Medio Oriente al resto del mundo donde habita la parte mayoritaria de los 1500 millones de musulmanes.

Además, las acciones militares de EEUU contra Irán despertarían una ola "anti-occidental" que repercutiría negativamente en la operatividad y en los negocios de las corporaciones capitalistas, no solamente yanquis, sino europeas y asiáticas, que operan en la región.

Bancos, transnacionales y petroleras que hoy operan normalmente dentro de la llamada "región inestable del Medio Oriente", verían amenazadas sus plantas y estructuras por sabotajes y ataques continuos de grupos fundamentalistas que fluirían continuamente desde el "Irán de los ayatolas".

En tanto, y en un escenario de marcada confrontación con EEUU, y con rumores de un inminente ataque a sus centrales nucleares por las fuerzas estadounidenses, el régimen de Irán sigue realizando simulacros militares y ensayos con sistemas de defensa antiaérea y misiles de última generación.

Los planes de contingencia de Estados Unidos para bombardear Irán van más allá de áreas nucleares e incluyen incursiones aéreas en la mayoría de la infraestructura militar de ese país, según revelaron la cadena británica BBC, los diarios The Washington Post y The New York Times y varios medios británicos.

Según la BBC, de ser ordenado por el presidente de EEUU, George W. Bush, el ataque tendría entre sus blancos bases aéreas y navales iraníes, instalaciones de misiles y centros de mando y control.

De acuerdo con un informe de la BBC, los jefes militares del Mando Central en Florida (EEUU) han seleccionado ya los objetivos de ese supuesto plan en territorio iraní, que incluyen asimismo la planta de enriquecimiento de uranio en Natanz, así como instalaciones nucleares en Isfahán, Arak y Busher.

Pese a que Washington niega públicamente intenciones bélicas con Irán, el comandante saliente de la 5ª Flota de EE.UU., el almirante Patrick Walsh, admitió la posibilidad de que se desencadene una guerra debido a "un error de cálculo" de Teherán, que no precisó.

En una entrevista en Manama con unos pocos periodistas, el almirante Walsh acusó a Irán de "intimidar" y "provocar" a sus vecinos con su retórica y sus maniobras militares.

Por su parte, el jefe del Pentágono, Robert Gates, rechazó las versiones de que EE.UU. busca "una excusa" para la guerra, argumentado que el objetivo de concentrar una súper-flota en el Golfo es "simplemente dejar claro a nuestros amigos y a potenciales adversarios en la región, que EEUU considera que la estabilidad en la región del Golfo es vital para el interés nacional estadounidense".

Ni los medios estadounidenses ni los analistas militares creen que la impresionante concentración de fuerzas aeronavales frente a las costas de Irán responda solamente a fines "disuasivos" por parte de EEUU.

Según The New York Times, al triplicar el número de portaaviones, los comandantes dispondrán de la capacidad necesaria para mantener un grupo de ataque cerca de Irán y otro fuera del golfo Pérsico para hacer patrullas en Afganistán.


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