La ONU y la Unión Europea condenaron la ejecución de los dos colaboradores de Hussein. El portavoz del Gobierno, Ali al-Dabbagh, insistió en que “no hubo violación del procedimiento”. Los sunitas y ciertos chiítas se mostraron indignados por el procedimiento.
Los chiítas iraquíes recibieron ayer con agrado el ahorcamiento de dos colaboradores de Saddam Hussein, aunque algunos estaban consternados junto a los sunitas porque la cabeza del medio hermano del ex gobernante fue arrancada por la soga.
Los dos acusados fueron ahorcados antes del amanecer, dijo el Gobierno iraquí, que reconoció que la cabeza de Barzan Ibrahim al-Tikriti, medio hermano de Saddam Hussein, fue separada del cuerpo por la fuerza de la soga durante la ejecución.
Reacciones
En la principal mezquita de Tikrit, un pueblo sunita al norte de Bagdad donde nacieron Saddam y Barzan, se alzó un lienzo negro que decía: “La gente de Tikrit llora la muerte de los dos mártires (...), muertos por manos sectarias”.
“No hay forma de que la cabeza sea arrancada del cuerpo durante un ahorcamiento. Estoy seguro de que mutilaron los cuerpos después de que los colgaron”, sostuvo Ahmed Mustafa, un estudiante de 30 años de la ciudad de Mosu.
El portavoz del Gobierno, Ali al-Dabbagh, insistió en que “no hubo violación del procedimiento”, claramente consciente de la molestia provocada por las burlas sectarias durante la ejecución del depuesto presidente iraquí.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, lamentó las ejecuciones. Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, y el presidente del Consejo italiano, Romano Prodi, condenaron en Roma la ejecución de dos colaboradores del ex presidente iraquí Saddam Hussein.
Barzan y Awad Hamed al-Bander, ex magistrado de Saddam, fueron condenados junto al ex gobernante por crímenes de lesa humanidad en la matanza de 148 chiítas en la década de 1980.
Entre tanto, los primeros soldados estadounidenses adicionales que formarán parte de un nuevo plan de seguridad en Bagdad arribaron a la capital iraquí, dijo el comandante de Estados Unidos en Irak, el general George Casey.
Diez personas murieron ayer en varios actos de violencia en Irak, entre ellos un atentado en la ciudad norteña de Mosul en el que fallecieron seis personas, mientras en Bagdad se hallaron los cadáveres de 30 personas asesinadas, informaron los servicios de seguridad.
