Quito, 15 Ene. ABN.- El nuevo presidente de Ecuador, Rafael Correa, se refirió al socialismo del siglo XXI, propuesto por el mandatario venezolano Hugo Chávez, como «la priorización del ser humano sobre el capital», durante su primer discurso oficial en la sede del Congreso Nacional.
Después de saludar a todos los mandatarios y representantes de los gobiernos que asistieron al acto de posesión presidencial, Correa se dirigió al pueblo ecuatoriano con las siguientes palabras: «ustedes, ciudadanos y ciudadanas, dueños de este país y responsables de esta democracia, gracias por estar aquí».
«La Patria vuelve, vuelve el trabajo, vuelve la justicia, los millones de hermanos y hermanas expulsados de su tierra en esa tragedia nacional llamada emigración. Hoy la Patria ya es de todos», dijo Correa en alusión al nuevo proyecto que prometió durante su campaña electoral.
«No negociaré con nadie la dignidad de la Patria. La Patria ecuatoriana no está en venta», prometió a los ciudadanos de su país, en tanto reiteró el espíritu socialista de su futuro Gobierno.
El presidente ecuatoriano anunció la activación de dos ejes fundamentales para el inicio de su Gobierno. En primer lugar, reiteró la convocatoria de la consulta popular para que «el pueblo ecuatoriano ordene o niegue la nueva Constitución del país».
«El mandato de la ciudadanía fue claro: queremos una democracia donde los representantes entiendan que son nuestros mandatarios», agregó Correa como argumento principal de la instalación de la Asamblea Constituyente, medida que abanderó la campaña del mandatario.
«Las reformas anheladas no pueden convertirse en simple maquillaje. Latinoamérica no está viviendo una época de cambios sino un cambio de época. El instrumento fundamental para ese cambio es la Asamblea Nacional Constituyente», enfatizó el recién juramentado Presidente.
El segundo eje del proyecto de Correa, según dijo, será la lucha contra la corrupción, al tiempo que condenó una serie de procedimientos de la administración pública e invitó a los futuros funcionarios de su Gobierno a «acabar con ese nefasto mal».
