San Jose 06 ene. - Las autoridades costarricenses lamentaron el cierre de dos plantas de textiles en el país que dejó 750 desempleados.
El ministro de Comercio Exterior, Marco Vinicio Ruiz, manifestó ayer, en un comunicado, que el problema va más allá de los trabajadores sin empleo ya que “se ven afectadas directamente otras empresas que son proveedoras de servicios y materias primas, y como círculo vicioso, ven reducida la demanda de sus productos”.
La firma WR Alajuela anunció esta semana la decisión de finalizar sus operaciones por una disminución en la demanda de productos lo que afectó a 400 trabajadores.
La empresa se dedicaba al ensamble, cosido y terminación de pantalones.
La compañía pertenece a VF Corporación, casa matriz que había cerrado en diciembre otra planta.
