Moscú, 31 dic (PL) El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia culpó hoy a las tropas de ocupación anglo-norteamericanas por el estallido de un nuevo conflicto fratricida en Iraq como inspiradores de la ejecución del ex presidente Saddam Hussein.
La espantosa y apresurada muerte de Hussein, que sus instigadores externos no temieron mostrar al mundo por la televisión, agudizará aún más la desintegración de la sociedad iraquí, subrayó el portavoz oficial, Mijail Kamynin.
En lugar de una reconciliación nacional, Iraq corre el riesgo de un eventual baño de sangre, bajo la ocupación anglo-norteamericana, reiteró Kamynin en nuevo comunicado difundido aquí.
Dijo que quienes enviaron las tropas a ese país deben tomar conciencia de lo que allí sucede, pues sobre sus hombros recae toda la responsabilidad, precisó el funcionario.
A su juicio, el logro de una solución justa y duradera en esta nación sumida en un largo sufrimiento pasa primero por "tomar en cuenta los intereses de todos los iraquíes, con independencia de sus creencias, nacionalidad o convicciones políticas".
Moscú sostiene asimismo que Iraq no necesita de acciones espantosas -como la ejecución de Hussein-, sino de pasos razonables a fin de disminuir las tensiones y garantizar la seguridad.
En una nota anterior, Kamynin responsabilizó a las autoridades iraquíes por la muerte del ex presidente y lamentó que "no escucharan los llamados de numerosos estados y organizaciones internacionales para abstenerse de la pena capital".
La ejecución en la horca, en coincidencia con el ritual de Sacrificio del Cordero en el Islam, ha conmocionado igualmente a líderes de la comunidad musulmana en Rusia y en la CEI.
El jeque del Consejo de los Mufti (dirección espiritual), Ravil Gainutdin, comentó que los musulmanes rusos critican esa violenta eliminación cuando el mundo islámico celebra la gran fiesta Kurban-Bairam.
Esta muerte solo empeora la situación y aleja toda posibilidad de paz en Iraq, subrayó en declaraciones a la agencia de noticias Interfax.
Para los musulmanes, el ahorcamiento de Hussein es una ofensa, pues durante siglos en esas fiestas se liberaban a esclavos, prisioneros, cesaban las acciones combativas y el derramamiento de sangre, recordó.
De otro lado, el supremo mufti de la Dirección Central espiritual musulmán de Rusia y los países europeos de la CEI Talgat Tadzhuddin calificó la ejecución de Hussein como una dura prueba para 1,5 mil millones de creyentes del islám, y para la gente de buena voluntad.
Reiteró que con esa acción las fuerzas de la coalición de ocupación en Iraq ofendieron no solo a la comunidad del Islam, sino a todas las personas que profesan humanismo.
