El presidente Luiz Inacio Lula da Silva afirmó que fue una broma su reciente declaración sobre la izquierda política, y consideró que las reacciones generadas por sus palabras revelaban una falta de buen sentido del humor.
"Yo hice una broma. Lamentablemente me parece que hay gente en Brasil que ya no le gusta el humor, o sea, el humor es pecado'', agregó el mandatario en declaraciones difundidas por la oficina de prensa del palacio de gobierno en su sitio de internet.
El presidente había sido consultado sobre las reacciones que generaron sus palabras durante un acto organizado por una revista el lunes, cuando aseguró en un discurso: "Si usted conoce a una persona muy vieja de izquierda es porque (esa persona) tiene problemas... a los 60 años, cambiamos''.
De inmediato antiguos militantes del Partido de los Trabajadores (PT), del mandatario, y otros conocidos representantes de movimientos sociales y de grupos de izquierda, criticaron la declaración del mandatario.
"Lula está intentando construir una explicación para su propia trayectoria... abandonando sus convicciones antiguas. El racionaliza ese cambio de un líder sindical al presidente que es hoy'', dijo el militante de izquierda y ex presidente del estatal Banco Nacional de Desarrollo, Carlos Lessa, citado por el diario Folha de S. Paulo.
