Caracas, 15 de noviembre de 2006. - El rotativo de la isla califica de mediocres los resultados alcanzados en los comicios por los congresistas Ileana Ros-Lehtinen y los hermanos Lincoln y Mario Díaz-Balart, lo cual no se corresponde con la famosa leyenda del voto "cubanoamericano"
A pesar del millón de cubanos que viven en la zona metropolitana de Miami, los tres candidatos lograron apenas 200 mil votos de conjunto frente a adversarios desconocidos, con presupuestos ridículos y sin apoyo de su partido, destaca el artículo de Granma.
En el caso de Ileana Ros-Lehtinen, la derrota republicana le hizo perder su aspirantura a la presidencia del Comité de Relaciones Internacionales de la Cámara Baja de Estados Unidos.
Ileana Ros-Lehtinen es hija de Enrique Ros Pérez, quien conspiró con el Frente Revolucionario Democrático y el Consejo Revolucionario Cubano. También lideró la campaña a favor de la liberación de Orlando Bosch en 1989, resalta el diario.
Ella contribuyó activamente a la penetración de la Casa Blanca por la extrema derecha miamense, conjuntamente con Reich y Roger Noriega, ambos alejados luego del poder.
Por su parte, Lincoln Diaz-Balart perdió la oportunidad de ocupar la presidencia del Comité de Reglamento de la Cámara de los Estados Unidos.
Díaz-Balart es hijo de un precursor del terrorismo contra Cuba: Rafael Diaz-Balart, ex ministro de Gobernación de Batista y fundador de la Rosa Blanca, que devino organización terrorista, puntualiza el artículo.
Si el rechazo a la agresión contra Iraq tuvo un importante impacto en el voto a favor de los demócratas, el ambiente de corrupción que rodea a la administración Bush con el escándalo Abramoff-DeLay y el disgusto hacia los políticos "sucios" afectó a la derecha anticubana.
Mario Díaz-Balart aceptó diez mil dólares del fondo ARMPAC de Tom DeLay, el ex líder de la Cámara Baja norteamericana, implicado en medio del enorme escándalo desencadenado con la inculpación de corrupción a Jack Abramoff, precisa Granma.
La corrupción de Abramoff fue descubierta a raíz de maniobras financieras para la adquisición de cruceros en Miami; éste ha confesado su culpabilidad y negociado con el FBI una condena reducida.
