Inicia movilización en ciudades de EEUU en repudio al gobierno de Bush

Con disfraces del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld; el presidente, George W. Bush; la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, y el vicepresidente, Dick Cheney, y bajo la consigna "El mundo no puede esperar; fuera Bush", se realizaron ayer manifestaciones en diversas ciudades estadunidenses. En la imagen, protesta frente a la Casa Blanca, en Washington

Con disfraces del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld; el presidente, George W. Bush; la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, y el vicepresidente, Dick Cheney, y bajo la consigna "El mundo no puede esperar; fuera Bush", se realizaron ayer manifestaciones en diversas ciudades estadunidenses. En la imagen, protesta frente a la Casa Blanca, en Washington

Nueva York, 5 de octubre. Bajo la consigna de "El mundo ya no puede esperar; fuera Bush", miles de estudiantes, sindicalistas, religiosos, artistas, actores, veteranos de guerra, familiares de soldados y hasta ex funcionarios del gobierno estadunidense realizaron marchas y manifestaciones en decenas de ciudades del país.

Al repudiar la legalización de la tortura y la anulación de derechos contra la detención arbitraria (habeas corpus), la guerra en Irak, la respuesta federal al huracán Katrina y otras políticas del gobierno de George W. Bush, los manifestantes proclamaron el inicio de un movimiento para rescatar "la democracia" en Estados Unidos.

"Enviar a nuestros hijos e hijas a otro país para matar es un crimen contra la humanidad", declaró el escritor irlandés-estadunidense Malachy McCourt ante una manifestación reducida pero animada en esta ciudad. Ann Wright, ex coronel del ejército y alta funcionaria del Departamento de Estado que renunció en protesta contra las políticas bélicas de Bush, animó a los participantes a intensificar sus protestas contra el gobierno, y señaló que hay muchos militares que se rehúsan cada vez más a aceptar lo que consideran una guerra ilegal.

"Regresen a casa a mi hijo ahora", dice la pancarta de una madre de un soldado estadunidense desplegado a Irak. Veteranos de la guerra de Vietnam marchan con ella, junto a jóvenes vestidos con trajes anaranjados como los que usan los reos en Guantánamo.

"Este gobierno está secuestrando a cientos, los desaparece y los tortura; hay cientos en Guantánamo y, tal vez miles, más en Irak, Afganistán y otros centros clandestinos de la CIA en el mundo", acusa Michael Ratner, presidente del Centro de Derechos Constitucionales. La ley que acepta la tortura y la anulación del habeas corpus "la llamo ley de Estado policiaco. Pueden ahora llegar por el vecino y detenerlo sin cargos, sin habeas corpus y llevarlo a ser torturado en instalaciones estadunidenses por todo el mundo. Esto es tiranía en el extranjero y tiranía en casa... Tenemos que resistir la autoridad ilegítima".

Una de las decenas de miles de víctimas de Katrina se presenta ante la manifestación para denunciar las condiciones que persisten en esa zona devastada del Golfo, del sufrimiento de los pobres, y concluye que no hay otra más que "deshacernos de este canalla que se dice presidente". Hay un orador sorpresa: Wavy Gravy, una de las figuras de la "contracultura" de los años 60, uno de los anfitriones en Woodstock y amigo del famoso activista Abbie Hoffman, quien declara ante la multitud: "me dan nostalgia del futuro".

En el coro de repudio hay voces latinas, caribeñas, asiáticas, irlandesas y de anglos de todas las edades. Hay estudiantes de secundaria y preparatoria, como también una "brigada de abuelitas por la paz". Unos raperos ofrecen versos empapados de ira, de repente interrumpen su ritmo-poema con una interpretación de una vieja canción de The Doors, Come On, y se escucha: "ellos tienen las armas, pero nosotros tenemos los números... come on, baby, vamos a tomar el control".

Pero los "números" que participaron en lo que los organizadores calificaron de "un inicio" de este movimiento fueron limitados, por lo menos en los actos en Nueva York donde tal vez asistieron unas 2 mil personas. Sin embargo, los organizadores de esta iniciativa anunciaron que hoy se habían programado marchas y manifestaciones en más de 200 ciudades como Washington, San Francisco, Chicago, Portland, Texas, Florida y Carolina del Norte, y otras tantas en el extranjero.

Aunque las encuestas revelan que una abrumadora mayoría desaprueba la dirección del país, considera que el presidente miente y que la guerra es un error, y a pesar de que ex generales, abogados a nivel nacional, diplomáticos de carrera y otros han reprobado la anulación del habeas corpus para "combatientes enemigos", y la legalización de la tortura, toda esa oposición aún no se ha hecho presente en las calles de este país. A la vez, muchos dicen que por lo menos hay esfuerzos para romper el silencio ante lo que consideran como un "asalto a la democracia" perpetrado por este gobierno.

Una declaración de repudio a las políticas de Bush y la demanda por su remoción -parte de esta iniciativa llamada "El mundo no puede esperar"- ha sido apoyada por cientos de figuras reconocidas del mundo artístico e intelectual de este país (Gore Vidal, Sean Penn, Harold Pinter, Susan Sarandon, Howard Zinn y muchos más).


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