Joseph Christensen emite los mismos argumentos demoledores de AMLO * sobre la plutocracia insolente de México, y nadie se atreverá a calumniarlo en forma sicótica en la prestigiada BBC de ser "un peligro" para su país que, por el contrario, le será eternamente agradecido por sus honestos y resplandecientes señalamientos.
La opinión pública británica ha sido seriamente sacudida en sus fundamentos
mentales. A la propaganda rocambolesca sobre el montaje hollywoodense de
sospechosos atentados celestiales del "Jihad terrorista", siguió el anuncio por
una televisora británica del lanzamiento de un documental sobre el asesinato
(ficticio, desde luego) de Bush (The Washington Post, 2-09-06).
Pero nada se asemeja a la conmoción que han producido en la cúpula de la
plutocracia global los hallazgos de la excelsa entidad europea Tax Justice
Network (TJN), durante la conferencia anual de la venerable Royal Geographical
Society (01-09-06), que ha puesto en la picota al íntimo mecanismo criminal de
la globalización financiera, el cual exploramos con antelación en nuestro libro
agotado El lado oscuro de la globalización (Ed. Cadmo & Europa, 2000).
EU, Gran Bretaña y Suiza encabezan la lista de los "países más corruptos del
mundo" debido al "refugio que ofrecen al dinero sucio" en paraísos fiscales,
como Channel Isles y Isle of Man, según las investigaciones de TJN, que dirige
Joseph Christensen, quien fustigó la laxa clasificación que compila cada año
"Transparencia (sic) Internacional", donde siempre los países africanos vienen
convenientemente en los primeros lugares.
Charles Clover, de The Daily Telegraph (2-09-06), condimenta los hallazgos de
TJN: "el dinero sucio ennegrece la reputación de Gran Bretaña", como si fuera
algo nuevo. Con justa razón Joseph Christensen indicó que el índice de
corrupción de Transparencia (sic) Internacional "usa una definición demasiado
estrecha" que se enfoca con exclusividad a los "sobornos" y omite lo esencial:
si la "definición fuese ampliada e incluyera otras formas de transferencias
criminales de dinero y transacciones ilícitas", entonces "Estados Unidos (EU),
Gran Bretaña y Suiza, así como los otros países con paraísos fiscales,
encabezarían la lista". La "cantidad de corrupción en los países en vías de
desarrollo es de 20 mil millones de dólares al año, mientras la inclusión de las
corruptas transacciones transfronterizas elevan su monto a 539 mil millones"
(¡27 veces más!).
No lo dice Christensen, pero en Bajo la Lupa ya habíamos advertido que
Transparencia (sic) Internacional, financiada por la gasera mafiosa texana Enron,
fue diseñada para operar baños de sauna moral y opacar la corrupción global. Su
filial mexicana, a cargo de Federico Reyes-Heroles González-Garza -hermano de
Jesús, el gurú tanto de la pestilente GEA, que realiza encuestas de sastre para
Calderón, el cuñado de Hildebrando Zavala Gómez del Campo, como del fétido IFE
con todo y Woldenberg Karakowski, quien presuntamente entregó a Choice Point y a
la FBI la base de datos del padrón electoral de los ciudadanos mexicanos para
operar el fraude cibernético a conveniencia de la dinastía Bush, según
estrujantes datos del investigador Greg Palast, del The Guardian- es todo un
poema bucólico que pretende pasteurizar, por una rúbrica de un mínimo de 2
millones de pesos, las más inmundas transacciones de las burocracias federal y
estatal, priísta y panista por igual, que dañan el patrimonio de la sociedad.
Luego de demostrar en forma persuasiva la malignidad de los paraísos fiscales,
Christensen se centra en Gran Bretaña, que "merece estar incluida en los altos
rangos de cualquier lista de países corruptos debido a la infraestructura
delincuencial de sus consejeros (sic) financieros (nota: sin duda, los óptimos
del planeta), quienes escurren el dinero a los paraísos fiscales".
Acusa a Gordon Brown, encargado de las finanzas británicas, de "no cumplir su
promesa de perseguir a los evasores de impuestos de las grandes corporaciones
que operan a gran escala, debido a su resistencia de alterar la percepción de
Gran Bretaña como una nación de bajos impuestos" y quien "en lugar de perseguir
a los corruptos superricos (sic), ha colocado el peso de los impuestos en los
ingresos medianos y bajos".
Según datos de Prem Sikka, profesor de Contabilidad de la Universidad de Essex,
la evasión fiscal "organizada" (¡super-sic!) de las trasnacionales británicas
asciende a más de 250 mil millones de dólares por año. ¿Cuánto dejará de
percibir Gil Díaz, puesto en la mira por el homicidio teledirigido en el ápex de
la fétida ISOSA, para favorecer tanto al parasitario Grupo Monterrey como a su
anterior patrón en Banamex-Avantel, Roberto Hernández Ramírez, anterior vendedor
de naranjas tuxpeño quien ahora se dedica a cosas raras en isla Pájaros?
Joseph Christensen emite los mismos argumentos demoledores de AMLO sobre la
plutocracia insolente de México, y nadie se atreverá a calumniarlo en forma
sicótica en la prestigiada BBC de ser "un peligro" para su país que, por el
contrario, le será eternamente agradecido por sus honestos y resplandecientes
señalamientos: las "consecuencias son mayores que mantener en hambruna de
ingresos impositivos a la Tesorería", ya que el "dinero proveniente de la
corrupción, o de los capitales fugazmente golondrinos, ayuda a inflar los
precios de las propiedades y no conducen a una actividad genuinamente
productiva". Ni más ni menos que la "economía parasitaria" que ha impuesto la
desregulada globalización financiera operada por la cleptoplutocracia de la
banca israelí-anglosajona.
Christensen se fue a la yugular de la mafia rusa, vinculada conspicuamente a sus
similares de la banca israelí-anglosajona: "no se puede transferir la cantidad
de dinero de Rusia sin usar las redes de la banca occidental (sic) que están
implicadas profundamente en el proceso". Finalmente (re)clamó la abolición de
los paraísos fiscales, una añeja demanda de Bajo la Lupa, en lugar de las
"aspirinitas" del "impuesto Tobin" diseñado para mitigar la corrupción, pero no
para erradicarla.
Lo vertido sobre "EU, Gran Bretaña y Suiza" se pudiera extrapolar a México y a
todos los países donde impera el modelo consustancialmente mafioso del
neoliberalismo, cuya alma mater la constituye la evasión sin la más mínima
transparencia (sic) en los paraísos fiscales, donde se traslapa el dinero
inmundo de la ominosa criminalidad de las trasnacionales globales, los
sanguinarios cárteles de estupefacientes, la cleptocracia gubernamental, los
traficantes de todo género (desde las armas hasta la narcopederastia tan de moda
en el eje Puebla-Cancún) y, más que nada, el "terrorismo islámico" (v. gr. Al-Qaeda),
cuyo hilo conjunto de Ariadna lleva a las entrañas del minotauro financiero
anglosajón.
Los paraísos fiscales representan los posmodernos establos de Augias de las
transacciones catabólicas y diabólicas de la desregulada globalización
financiera dominada por el G-7 (extensivo al G-10).
En una definición más amplia y menos sesgada con dedicatoria racista, ningún
país puede rebasar, por simple lógica cartesiana y cómputo aritmético, las
monumentales transacciones mafiosas en los paraísos fiscales que controla la
banca israelí-anglosajona, la cual domina a su vez las estructuras
gubernamentales de EU y Gran Bretaña, con justa razón indiciados por TJN como
los "más corruptos del planeta".
******
*AMLO: Andrés Manuel López Obrador