31 de mayo de 2016.- En diciembre pasado, las tropas turcas entraron en la provincia iraquí de Nínive con la excusa de adiestrar a los peshmerga, las milicias kurdas, un hecho que fue denunciado por el Gobierno de Irak como una violación de la soberanía del país.
"Exigimos que Turquía retire sus tropas del territorio iraquí, donde se encuentran, según indicó el ex primer ministro (turco, Ahmet) Davutoglu, para fortalecer la soberanía de Irak", dijo en una transmisión en directo en el portal kp.ru.
A la vez tachó las acciones de Ankara de "absolutamente inadmisibles".
"En general, lo que hacen los turcos merece una mayor atención pública por parte de nuestros socios occidentales", comentó Lavrov.
Asimismo expresó que Rusia no planea tomar la iniciativa para normalizar las relaciones con Turquía, sin embargo está dispuesta a considerar los llamamientos correspondientes de Ankara.
"Ellos sufren mucho y por eso mediante distintas vías ocultas tratan de reptar hacia nosotros y ofrecer crear comités", dijo.
Según Lavrov, "nunca hemos dicho que extenderemos una "rama de olivo", o cualquier otra rama a Turquía".
"Hemos dicho que Turquía está obligada a disculparse y compensar las pérdidas causadas a raíz de un crimen de guerra, (…) Putin también dijo que estamos dispuestos a considerar (los llamamientos de Ankara), pero primero Turquía deber hacer lo que debe hacer", concluyó.
Los vínculos entre Moscú y Ankara se deterioraron después de que un caza turco derribara en territorio sirio en noviembre de 2015 un avión militar ruso Su-24 que retornaba a su base tras bombardear objetivos terroristas.
Tras el derribo de la aeronave, Moscú impuso restricciones a Turquía en los ámbitos de comercio, educación, turismo y empleo.