3 de julio de 2015.- Si a la derecha ecuatoriana ni a la burguesía no le gustan políticas progresistas del gobierno, deben conseguir el cambio político en las urnas electorales y no con la la violencia ni la desestabilización, expresó este jueves el presidente de Ecuador, Rafael Correa.
"Aquellos burgueses dueños de medios de comunicación les digo que deben dejar de manipular al pueblo ecuatoriano; basta de cobardes e irresponsables que no buscan una protesta democrática, sino desestabilizar al gobierno", expresó desde la Plaza Grande de Quito, en transmisión de Telesur.
El Primer mandatario ecuatoriano explicó que en los últimos 8 años se han gestado dos intentos de golpe de Estado, por lo cual dijo que "no vengan con que son protestas democráticas. No han podido porque el pueblo está con la Revolución y somos más; ojalá frente a su nuevo fracaso se den cuenta que son unas minorías y paren sus intentos golpistas".
Asimismo, señaló que su único interés es continuar su gestión como Presidente, a través de la paz, sin los ataques de un sector minorista que no está a favor de la Revolución.
"Me interesa seguir sirviendo al país, aun falta muchas cosas por hacer pero vamos por más, porque esta es una oportunidad histórica para cambiar la democracia profunda del país que puede jamás se presente de nuevo, por eso seguir luchando ante aquellos que no lo quieren", explicó al tiempo que exclamó la consigna "¡Fuera golpistas, fuera!".
Correa reiteró que la ley de Redistribución de la Riqueza (Herencias) y la ley de Plusvalía, retirados temporalmente para iniciar el diálogo nacional, sólo inciden en las ganancias de los más ricos y beneficia a la mayoría del pueblo ecuatoriano.
"Esas leyes buscan justicia, si afectara a la clase media y baja las retiraría, pero estamos en un país donde aún hay ricos que lo tienen todo y pobres que deben trabajar por su familia", indicó.
Por más de dos semanas la oposición ecuatoriana ha mantenido una serie de protestas violentas, que se han focalizado en Quito y Guayaquil, en contra de dos proyectos de ley que buscan regular las ganancias extraordinarias fruto de la especulación con la tierra y los impuestos a las herencias.
Las movilizaciones han continuado a pesar del reiterado llamado a diálogo por parte del Gobierno y tras la decisión anunciada por Correa de retirar temporalmente los proyectos, para generar una discusión popular sobre los mismos.
