6 de Abril.- Cuba ha considerado "incompletas e insuficientes" las medidas tomadas recientemente por el Gobierno de EE.UU. para flexibilizar el embargo económico impuesto desde hace más de medio siglo contra la isla.
Esa política de la Casa Blanca impuesta hace más de medio siglo, sigue hoy intacta. Las medidas dispuestas por Obama son incompletas e insuficientes, y no cambian la esencia de esa medida unilateral mantenida por el Gobierno estadounidense contra Cuba.
“Esa política de la Casa Blanca impuesta hace más de medio siglo, sigue hoy intacta. Las medidas dispuestas por Obama son incompletas e insuficientes, y no cambian la esencia de esa medida unilateral mantenida por el Gobierno estadounidense contra Cuba”, dijo este lunes el ministro cubano de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, en entrevista con el diario oficial Granma.
Aunque ha reconocido que no se puede resolver inmediatamente el embargo, ha calificado de un paso esencial y fundamental hacia la normalización de los vínculos Cuba-EE.UU.
De acuerdo con el ministro, el presidente estadounidense, Barack Obama, goza de amplias facultades que “pudieran contribuir con pasos sustantivos al avance hacia una normalización de las relaciones bilaterales”.
En esa misma línea, ha criticado la prohibición del uso del dólar por Cuba en sus operaciones internacionales y la falta de determinadas licencias para posibilitar la exportación de productos cubanos a Estados Unidos.
"Más allá de renglones tradicionales como el ron y el tabaco, existen otros de excelente factura que pueden incluirse en ese posible intercambio, como los derivados de la biotecnología", ha sostenido.
Cuba y EE.UU. anunciaron el pasado 17 de diciembre el inicio de un proceso para normalizar las relaciones diplomáticas, tras medio siglo de distanciamiento.
Después del anuncio Washington puso en vigor en enero una serie de medidas para flexibilizar los viajes, el envío de remesas, comercio y otros, sin eliminar el embargo económico contra Cuba vigente desde 1962.
Las medidas incluyen la autorización a las empresas de telecomunicaciones de vender equipos y servicios a Cuba y a los privados cubanos la compra de insumos, además de aumentar las compras que pueden hacer los estadounidenses que visitan Cuba.
El embargo solo puede ser eliminado por el Congreso de Estados Unidos, controlado por la oposición republicana.
