Caracas, 21 de febrero de 2015.- El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, se comprometió a actuar "con toda la contundencia de la ley", si tiene conocimiento de planes contra la democracia de Venezuela.

"Desde Colombia no existe complot alguno en contra de ningún gobierno y, por supuesto, si llego a conocer algo concreto en este sentido, no solo lo condenaría sino que actuaría con toda la contundencia de la ley", expresó el dignatario en un mensaje ofrecido este viernes.

En su declaración, Santos habló sobre los avances en las relaciones entre ambos países en diferentes materias: migración, comercio, entre otras.

El año pasado, Colombia deportó a Venezuela -sin que mediara orden de extradición- al activista de extrema derecha Lorent Gómez Saleh, quien tenía una orden de captura en territorio venezolano.

Gómez, quien había ingresado a territorio colombiano para realizar actividades académicas y cuyo permiso se venció, fue deportado por incumplir el marco legal del país vecino puesto que "se encontraba realizando actividades proselitistas, expresamente prohibidas por las normas migratorias de Colombia, que llegaron incluso a la agresión personal contra personajes de la vida pública nacional", señalaron las autoridades migratorias a través de un comunicado.

Las autoridades del vecino país revelaron que en Colombia Gómez Saleh participaba en entrenamientos militares, y difundieron fotografías en las que aparece con uniforme del Ejército colombiano portando armas de guerra.

Posteriormente, las autoridades venezolanas dieron a conocer videos de Gómez, que revelan guerra sucia contra Venezuela, contra el presidente Nicolás Maduro; y también contra el mandatario colombiano.

En los videos, en los que Gómez habla sobre planes terroristas para provocar explosiones en algunas ciudades de Venezuela y la contratación de mercenarios para asesinar 20 personas en 48 horas, además de revelar que una de las figuras que más apoyó sus objetivos fue el alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, detenido la noche de este jueves por orden del Ministerio Público, para ser procesado por delitos cometidos contra la constitución y la paz del país.

De acuerdo a la orden de la Fiscalía, el caso de Ledezma está vinculado al proceso que se le sigue a Gómez Saleh.
Durante su discurso, Santos se refirió a la detención de Ledezma y señaló que espera "que cuente con todas las garantías para un debido proceso".

Relaciones de respeto
Santos habló sobre las relaciones cordiales y constructivas entre ambas naciones, con una comunicación franca y transparente desde su llegada al Gobierno.

Recordó y agradeció la participación de Venezuela en el proceso de paz. Caracas funge como acompañante en los diálogos que mantiene su Gobierno con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (Farc-EP) en La Habana, Cuba, en el proceso que más ha logrado avanzar para acabar con el conflicto que ha padecido Colombia durante más de 50 años.

Refirió también que las buenas relaciones son en beneficio de ambos países en particular de más de 4 millones de colombianos que viven en territorio venezolano y también de los empresarios neogranadinos.

Como parte de la lucha contra el contrabando, algunos ciudadanos colombianos han sido deportados por las autoridades venezolanas. Al respecto, Santos expresó: "Hemos pedido que se respete el debido proceso en las deportaciones, en lo que también hemos tenido respuesta".

"Nada de esto hubiera sido posible en una situación de confrontación y de insultos permanentes, que es lo que algunos –infortunadamente– todavía añoran y pretenden. En circunstancias tan complejas no es momento de protagonismos ni de buscar dividendos políticos".

Durante el Gobierno de Álvaro Uribe, antecesor de Santos, se registraron reiteradas agresiones contra Venezuela. Tras dejar su mandato, Uribe admitió que "faltó tiempo" para realizar una intervención militar en el país.

El exjefe de informática del Departamento Administrativo de Seguridad de Colombia (DAS), Rafael García, reveló también que el Gobierno de Uribe auspició una conspiración en contra del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que incluyó la incursión de paramilitares en territorio venezolano.