No son postales precisamente lo que ofrece

EEUU vende hasta el dolor: Abrió al público el Museo del 11-S con tienda de "recuerditos" incluida

Obama en la apertura del museo acompañado de su esposa y los Clinton.

Obama en la apertura del museo acompañado de su esposa y los Clinton.

Nueva York, mayo 22 - En el Museo que recuerda a las víctimas del 11 de Septiembre, que abrió al público este miércoles en Nueva York, los visitantes pueden ver los restos de un camión de los bomberos destruido, una viga de acero de una de las Torres Gemelas y fotografías de algunas de las víctimas del ataque.

Son miles de objetos: los hay enormes y los hay pequeños. Hay también posesiones de víctimas recuperadas de la “Zona cero”, como una billetera y hasta alguna licencia de manejar.

Mucho de lo que se expone son cosas de gente corriente que, sin embargo, como piezas de museo transmiten emociones muy poderosas.

Pero además de una sobrecogedora experiencia, el museo también ha nacido con polémica, ya que una vez terminado el recorrido, como en casi cualquier museo del mundo, se puede pasar a la tienda de recuerdos, que ya algunos han llamado en las redes sociales “la tienda de los horrores”.

Allí, los visitantes pueden comprar tazas de café del 11S, camisetas, camiones de bomberos de juguete y también una sudadera “de la oscuridad” con capucha y la silueta de las Torres Gemelas.

En la tienda hay bufandas de seda con el horizonte de Nueva York, botones con la forma de placas del departamento de policía o de los bomberos, y también peluches de los “perros del 11S”.

Esta yuxtaposición de lo solemne y lo comercial ha levantado un encendido debate entre quienes ven que se está haciendo algo así como una mercantilización del sufrimiento de las víctimas. Cabe recordar que en el museo hay una habitación con restos humanos sin identificar.

Jim Riches, padre de un bombero fallecido cuando trabajaba en las torres, expresó su malestar en declaraciones a CNN. “Básicamente están haciendo dinero del cuerpo muerto de mi hijo. Creo que es asqueroso”.

Por supuesto, las tiendas son algo presente en casi todos los museos del mundo.

Hay hasta una librería en el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau: pero vende postales, no camisetas.

Los defensores de la tienda recuerdan que el museo del 11S no cuenta con aportes de dinero público y tiene que generar sus propios ingresos para subsistir.

“No es posible crear un museo como este sin controversia, siempre va a haber un desafío tratar de crear esa narrativa que puedes usar para enseñar a quienes fueron voluntarios cuando pasó, a los jóvenes para que lo recuerden. Y este es un museo para el futuro”, justifica en declaraciones a la BBC Alice Greenwald, directora del museo.

Al Qaeda en video

En el museo, también se muestran videos del día del ataque, entre ellos el del momento en que colapsan las torres. Precisamente, uno de los videos es el otro elemento que ha suscitado polémica.

“Ese video trata de explicar qué es al Qaeda, de dónde vienen, en qué creen. ¿Decimos que todos los musulmanes son terroristas? Ni en lo más mínimo”, enfatiza la directora.

Pero en la comunidad musulmana de Nueva York no están de acuerdo con eso y temen que pueda llevar a simplificaciones y estereotipos.



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