23 de Septiembre.- Las autoridades sanitarias de EE.UU., enfrentan graves problemas con los sistemas de alcantarillado.
Las cada vez mas populares toallitas húmedas de baño, que a menudo se anuncian como un sustituto del papel higiénico seco, ya que "se lo dejan mas limpio y mas fresco", están siendo culpadas de obstruir los sistemas de alcantarillado en todo el país, debido a que contrariamente a como las anuncian, no se deshacen al contacto con el agua.
Las autoridades de aguas residuales dicen que las toallitas pueden echarse en el inodoro, pero incluso muchas etiquetadas así, no se están desmoronando, sino que se atascan en la red de alcantarillado, lo que cuesta a algunos municipios, millones de dólares en equipos para desatascar tuberías y bombas y sustituir y modernizar las redes.
El problema llegó a tal punto en la comunidad de Bemus Point, al oeste de Nueva York este verano, que los funcionarios de alcantarillado pusieron trampas -filtros en las bombas frecuentemente obstruidas- para averiguar de qué hogares provenían las toallitas. Les enviaron cartas y luego tuvieron que ir en persona a decirle a los residentes "oye, el problema viene de tu casa" y pedirles que dejaran de usarlas.
La industria dice que las toallitas son un negocio que produce $ 6 mil millones anuales, con ventas cada vez mayores, con un crecimiento de casi un 5 por ciento al año desde 2007 y se espera que crezca a una tasa del 6 por ciento anual durante los próximos cinco años.
Una marca popular, tiene una campaña llamada "Hablemos de tu trasero". Los anuncios muestran a personas tratando de lavarse el cabello sin agua y terminan con el lema: "Si no se puede limpiar el cabello sin agua, ¿por qué limpiarse el trasero de esa manera?"
La Asociación Nacional de Agencias de Agua Limpia, que representa a 300 agencias de aguas residuales, dice que ha estado recibiendo quejas sobre las toallitas que obstruyen el alcantarillado, durante los últimos cuatro años.
Los fabricantes insisten que las toallitas etiquetadas "desintegrables" no son el problema, señalando a los pañales de bebé, toallas sanitarias y otros productos no etiquetados como "desintegrables" usados frecuentemente por los adultos, como los responsables.
El problema llamó la atención mundial en julio, cuando funcionarios del alcantarillado de Londres informaron que removieron un tapón de 15 toneladas "del tamaño de un autobús" de grasa y toallitas húmedas, conocido como el "fatberg" (témpano de grasa), que tenía obstruido el sistema.
Las denuncias han dado lugar a una renovada búsqueda de mecanismos para resolver el problema.
En Venezuela no tenemos este problema, gracias al "golpe económico" que ha obligado a las autoridades a ocupar temporalmente a la empresa Manpa, la cual nos vulnera el acceso al papel higiénico seco "convencional", por lo que ni siquiera soñamos con las mencionadas "toallitas húmedas" que taparían nuestras cañerías.