23 de septiembre de 2013.- La presidenta de la Asamblea Nacional de Ecuador, Gabriela Rivadeneira, aseguró hoy aquí que la petrolera estadounidense Chevron debe pagar al Estado y a la población de la Amazonía por los daños ambientales que ocasionó.
En declaraciones este lunes al programa Contigo de Ley, de la televisión parlamentaria, Rivadeneira recordó que la transnacional Texaco, luego adquirida por Chevron, dejó más de 17 mil barriles de tóxicos y desechos en territorio ecuatoriano cuando se retiró del país andino en 1992.
Ecuador inició la semana pasada una campaña internacional contra la empresa petrolera estadounidense, la cual se niega a acatar un fallo de la justicia local que la sentenció a pagar una indemnización de 19 mil millones de dólares a más de 30 mil pobladores de la Amazonía.
Chevron apeló la sentencia ante una corte de arbitraje de La Haya, y alega que la contaminación fue provocada por Petroamazonas, la empresa estatal que asumió luego la explotación de los pozos abandonados por Texaco casi 30 años atrás.
El presidente Rafael Correa, sin embargo, visitó el martes pasado uno de los campos donde sólo operó la compañía norteamericana para mostrar al mundo La Mano Sucia de Chevron, como se denomina la campaña emprendida por el gobierno ecuatoriano.
De acuerdo con Correa, quien introdujo su mano en una de las piscinas llenas de brea y residuos de crudo del pozo Aguarico 4, en la selva amazónica existen más de un millar de pantanos contaminados.
La campaña La Mano Sucia de Chevron debe llamar a la conciencia de la justicia, pues lo que dejó (Texaco) fue solo miseria, expresó este lunes la líder parlamentaria ecuatoriana.
