Los trabajadores marcharon desde el Monumento a la Revolución al Senado y prosiguieron hacia la Cámara de Diputados, donde con 21 votos a favor y ocho en contra se aprobó en primera discusión el instrumento propuesto por el presidente saliente, Felipe Calderón.
La segunda discusión está fijada para este jueves y se prevé que tarde al menos nueve horas. El viernes se discutirá en el pleno legislativo.
Los manifestantes advirtieron que la reforma vulnera garantías y conquistas sindicales como la autonomía sindical, la rendición de cuentas y las auditorías permanentes.
La reforma "legaliza la subcontratación, se imponen los contratos a prueba –temporales y de capacitación–, el salario por hora y la productividad como base para el ascenso en el empleo, en lugar de la antigüedad", detalla un reporte del diario La Jornada.
El secretario de la Comisión de Trabajo y Previsión Social en la Cámara de Diputados, Martí Batres, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), consideró criminal la iniciativa de Calderón y agregó: "Es una salvajada".
"La reforma de Calderón y Peña Nieto, porque son los dos, no ayuda a los trabajadores, no ayuda a la economía, no ayuda al país; contribuye al desempleo, fragmenta el salario y genera mayores conflictos sociales", señaló Batres.