4 julio 2012 - Autoridades francesas allanaron este martes oficinas y domicilio del ex presidente Nicolás Sarkozy, como parte de las investigaciones por el presunto financiamiento ilegal durante su campaña electoral presidencial en 2007.
En esta oportunidad se investigan las supuestas contribuciones que recibió Sarkozy por parte de la principal accionista del grupo de cosméticos L’Oreal, Liliane Bettencourt, reseñó Telesur.
El proceso estuvo a cargo del juez de instrucción Jean Michel Gentil, acompañado de una decena de policías.
La investigación por este caso fue abierta en enero de este año, no obstante, Sarkozy tenía inmunidad presidencial para enfrentar a la justicia, que perdió el pasado 15 de junio, un mes luego de entregar la primera magistratura de Francia.
Las averiguaciones comenzaron en 2010, luego que Claire Thibout, ex contable de Bettencourt, reveló que la multimillonaria había financiado durante años al ex presidente y a su partido Unión por un Movimiento Popular.
Thibout detalló que las entregas se realizaban en la vivienda de Bettencourt en la ciudad Neuilly-sur-Seine, de la que Sarkozy fue alcalde.
Por este caso ya fue procesado el ex ministro Éric Woerth y Patrice de Maistre, ex consejero financiero de Bettencourt, presunto receptor de una suma en metálico de 500.000 euros destinado a la campaña presidencial.
Otros cargos
Sarkozy tiene otros tres cargos en su contra. Se le acusa por el financiamiento del ex presidente libio Muammar Al Gaddafi, quien antes de su asesinato aseguró haber contribuido financieramente con la campaña de Sarkozy, que lo llevó al Eliseo en 2007.
Además se le relaciona con la campaña del político Edouard Balladur para las presidenciales de 1995, cuando Sarkozy, como ministro de Presupuesto en aquel entonces, presuntamente recibió comisiones ocultas por la venta de armas a Pakistán y Arabia Saudí en 1994 para luego financiar la campaña de este candidato.
A estos señalamientos se le suma una investigación referente a varios sondeos que se realizaron en Francia entre junio de 2007 y julio de 2009, por una empresa de Patrick Buisson, quien fuera consejero político de Sarkozy. Las encuestas tuvieron un valor de 6,3 millones de euros y no hubo licitación pública para su realización.
