Un ataque ocurrido el viernes en Houla, al noroeste de la ciudad de Homs, en el centro del país, se constituyó en uno de los sucesos individuales más sangrientos en la revuelta popular que ha durado 15 meses en Siria. La ONU dijo que 32 de los muertos eran niños menores de 10 años.
El portavoz del ministerio del Exterior, Jihad Makdissi, dijo en conferencia de prensa en Damasco que Siria es blanco de un "tsunami de mentiras" para culpar al gobierno. Individuos armados contrarios al gobierno perpetraron el ataque, agregó.
"Rechazamos categóricamente la responsabilidad de las fuerzas del gobierno en la masacre", señaló Makdissi.
Makdissi dijo que una comisión fue enviada para investigar el caso y los resultados se conocerán en tres días.
El enviado de las Naciones Unidas, Kofi Annan, visitará el lunes Siria, agregó.