El sábado 19 de mayo, Obama dijo en un discurso de la Cumbre del G-8, en Camp David, que “Bashar Al Assad debe dejar el poder”. En la actividad se encontraba presente el primer ministro ruso, Dmitri Medvedev, cuyo gobierno firmemente se opone al intento de derrocar a Assad.
Medvedev y el líder chino, Hu Jintao, guardaron silencio luego que Obama hablara. Ambos tendrían actualizaciones de inteligencia transmitidas a Camp David sobre los últimos acontecimientos en Siria.
El suministro de poderosos misiles anti-tanques a los “rebeldes” sirios tiene la intención de lograr dos propósitos; el primero de ellos sería impedir el movimiento de tanques militares sirios entre zonas álgidas.
Durante los 14 meses de conflicto no había nada que detuviera los tanques sirios, pero en recientes semanas, camiones que transportan tanques T-72 están siendo explotados antes de que lleguen a sus destinos.
El segundo objetivo estaría destinado a socavar la moral del ejército y perforar la confianza de los círculos de seguridad que rodean al presidente.
Traducción por Ivana Cardinale para el Correo del Orinoco